El amor de la cruz – Pastor David Jang

Este escrito se basa en la palabra de Juan 13:1: “Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que le había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin”. Aquí se presenta una reflexión bíblica sobre el sufrimiento y el amor, especialmente en el tiempo de Cuaresma, subrayando que el verdadero sentido del sufrimiento de Jesucristo se encuentra en su “amor hasta el fin”. A la luz de los pasajes bíblicos propuestos en el Salmo 119, Romanos 5, Filipenses 1 y 3, Colosenses 1, 2 Timoteo 1 y 2, y 1 Pedro 2 y 4, se enfatiza que el sufrimiento de Cristo no es una “maldición o desgracia”, sino el “camino que conduce al amor”. Además, se destaca que, a pesar de que los discípulos en la Última Cena seguían presos de los valores mundanos, discutiendo sobre quién era mayor, Jesús los amó “hasta el fin”. De este modo, también nosotros, a través de la humildad y el servicio, podremos experimentar la vida eterna y la gloria de la resurrección. En esta línea, el pastor David Jang insiste en que no debemos contemplar el sufrimiento de Jesús únicamente como tristeza o compasión humana, sino que debemos comprender y practicar la esencia de su maravilloso amor y servicio, pues en ello reside la clave del verdadero discipulado. A continuación, se presenta un resumen en dos partes: primero, “El significado del sufrimiento y el amor de Cristo”, y segundo, “La aplicación práctica de ‘los amó hasta el fin’”.


I. El significado del sufrimiento y el amor de Cristo

Cada Cuaresma, meditamos de un modo especial en el sufrimiento que soportó Jesús. El pastor David Jang señala que este tiempo no consiste simplemente en contemplar con tristeza el padecimiento de Jesús, sino en aprovechar la oportunidad para comprender el amor de Dios, un amor trascendente y eterno que se revela en ese sufrimiento. La última cena de Jesús, registrada en Juan 13, marca el inicio del camino hacia la cruz de Cristo. Juan da testimonio de que Jesús amó a los suyos hasta el fin (Jn 13:1). El término “hasta el fin” no se limita a un aspecto temporal ni a condiciones externas, sino que se trata de un “amor pleno”, y ese amor es justamente el mismo camino que lleva a la cruz.

Según la enseñanza del pastor David Jang, lo que a simple vista llamamos “sufrimiento” puede considerarse “maldición” o “prueba dolorosa” desde la perspectiva humana, pero, desde la mirada de Jesús, constituye una “decisión de amor” hacia la humanidad. Jesús no esquivó el sufrimiento, sino que escogió el camino de la cruz para cargar con el pecado y la limitación humanos. A través de ese proceso, reveló el amor de Dios y su voluntad de salvar al mundo. La Biblia afirma que este sufrimiento nos aprovecha. El Salmo 119:67 declara: “Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra”, y el versículo 71 añade: “Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos”. Es decir, el sufrimiento actúa como un medio para comprender en profundidad la Palabra de Dios.

El pastor David Jang también interpreta Romanos 5:3-4 —“nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza”— en la misma línea. A medida que atravesamos el sufrimiento humano, llegamos a conocer más profundamente el amor de Dios. Participar en los padecimientos de Cristo no significa simplemente afrontar el dolor, sino descubrir la profundidad del servicio, la gracia y el perdón que Jesús manifestó hacia los pecadores en ese mismo sufrimiento. Filipenses 1:29 declara: “Porque a vosotros os es concedido, a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él”. Aquí se encierra la paradoja de que el sufrimiento de Cristo puede convertirse en vía de bendición y gracia.

Asimismo, Filipenses 3:10-11 muestra cómo Pablo consideraba el sufrimiento un “camino sagrado” para participar en el “poder de la resurrección de Cristo”: “A fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos”. De esta manera, el sufrimiento nos ofrece la oportunidad de imitar la entrega absoluta de Jesús en la cruz, su humildad y su servicio. En Colosenses 1:24, Pablo afirma: “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia”. Así demuestra que el sufrimiento puede edificar la Iglesia y servir a la comunidad. Esto coincide con la afirmación del pastor David Jang: “El sufrimiento no se vive en solitario, sino que es una expansión del amor y una oportunidad de servicio”.

En 2 Timoteo, Pablo exhorta repetidamente a sufrir juntamente con el evangelio (2 Ti 1:8; 2:3). Detrás de esta exhortación subyace la comprensión teológica de que el sufrimiento de Cristo ya contiene el sentido positivo del “amor de Dios”. Por lo tanto, los discípulos no deben dejarse llevar por el temor ni rehuir el sufrimiento, sino más bien seguir el camino del Señor que se encuentra en medio de él. 1 Pedro 2:20-21 y 4:13 indican que sufrir por hacer el bien es algo hermoso ante los ojos de Dios, y participar en los padecimientos de Cristo conlleva gran gozo cuando se manifieste la gloria del Señor. El pastor David Jang lo expresa así: “El sufrimiento es algo inevitable en la vida cristiana y, al final, nos conduce a la gloria de la resurrección”.

Ciertamente, existe una brecha importante entre comprender intelectualmente esta enseñanza y aplicarla a la vida real. Aun cuando la Biblia menciona repetidamente el sufrimiento, en la iglesia actual muchos creyentes no logran una comprensión adecuada de este tema. El pastor David Jang enfatiza con frecuencia la máxima “no hay gloria sin sufrimiento”. La obra salvadora de Cristo en la cruz consiste en que precisamente ese sufrimiento testifica de un modo contundente el amor de Dios hacia los pecadores. Por eso, si la Iglesia interpreta el sufrimiento con demasiada ligereza, como si fuera solo castigo o maldición, corre el riesgo de perder de vista el núcleo del evangelio: “El amor de Cristo hasta el fin”. El relato del Evangelio de Juan describe la actitud de Jesús, que “amó hasta el fin” a los suyos, revelando de manera patente su “voluntad de aceptar el sufrimiento”.

El pastor David Jang destaca que la frase de Juan 13:1, “los amó hasta el fin”, no está supeditada a una limitación de tiempo (“hasta el fin” = hasta el último instante), ni se ve restringida por sacrificios o renuncias. Es decir, aunque los discípulos se equivocaran y huyeran, e incluso llegaran a negar a Jesús, su amor nunca dejó de dirigirse hacia ellos. El punto máximo de ese amor es el sacrificio de la cruz, el cual prueba que el sufrimiento de Jesús no es maldición, sino amor. El sufrimiento se revela, finalmente, como el “precio que se paga por amar”.

Al examinar Juan 13, vemos cómo desde el versículo inicial se anuncia la decisión de Jesús. La frase “Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que le había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre…” indica que Él conocía muy bien la muerte próxima y dolorosa que le esperaba. Esa muerte significaba una terrible ejecución en la cruz. Aun así, Jesús eligió amar hasta el fin a los suyos que estaban en el mundo, un amor que, desde la perspectiva humana, es difícil de entender, pues trasciende toda lógica. El pastor David Jang señala: “Si uno ama de verdad, no rehuye el sufrimiento que viene como consecuencia de ese amor. Porque el amor, en su misma esencia, conlleva sacrificio y entrega por el prójimo”. Así, el sufrimiento de Jesús es el acontecimiento que expresa de manera más concreta su amor: el amor de quien se abaja y vive como siervo.

Además, si leemos Mateo 20 y Lucas 22, hallamos la escena en que los discípulos discuten sobre quién es el mayor. A pesar de haber sido objeto de ese amor “hasta el fin”, aún permanecían atados a los valores terrenales, deseando la posición más alta. Es notable cómo en Mateo 20:20-27, Jesús declara que en el mundo los gobernantes se enseñorean de sus súbditos, pero en su reino es diferente. El pastor David Jang dirige la atención a este pasaje, insistiendo en que “en el mundo se ansía el poder y el prestigio, pero en el reino del Señor sucede lo contrario”. El auténtico discípulo se humilla para servir a sus hermanos, y en ese hecho encuentra su verdadera gloria.

En la escena del lavado de pies durante la Última Cena (Jn 13:4-5), Jesús representa este principio en forma concreta. Ningún discípulo quiso hacerse cargo de la función de siervo, pero Jesús, quitándose el manto y atándose una toalla a la cintura, lavó los pies de sus discípulos. Se trataba de la tarea más baja, propia de un esclavo en la cultura de Oriente Medio de aquella época. Nadie quiso hacerlo primero, pero el Señor mismo lo hizo para mostrar que el amor no se manifiesta con meras palabras, sino que se evidencia a través del servicio. El pastor David Jang comenta: “La Última Cena ocurrió en un momento sumamente crítico, poco antes de consumarse la salvación de la humanidad. Sin embargo, el Señor enseñó a los discípulos que la cuestión importante no era ‘quién es mayor’, sino ‘quién está dispuesto a servir como un siervo’”.

La escena que abre Juan 13, en la cual Jesús inicia su camino de sufrimiento, no es simplemente un cuadro de dolor, sino un “escenario dramático que revela al Dios que ama hasta el fin”. Jesús no anunció ese amor con palabras vacías: Él mismo se hizo el más humilde. Ese es el espíritu del camino que conduce a la cruz. Gracias a que Jesús cargó la cruz, los pecadores obtuvimos la vida eterna y quedó grabado en la historia que el amor de Cristo es fiel e inmutable. En este sentido, el pastor David Jang enseña que la vida cristiana consiste en “no soltar el amor ni siquiera en medio del sufrimiento” y, a su vez, “dar testimonio de ese amor a través del servicio”. La cruz es sufrimiento, pero también es amor. Y la vida que brota de ese amor es la “vida eterna”.


II. La aplicación práctica de “los amó hasta el fin”

Como hemos visto, el sufrimiento de Cristo es la cumbre de su amor, y la cruz el lugar donde se revela al “Dios que ama hasta el fin”. El pastor David Jang subraya repetidamente la importancia de llevar a la práctica esta verdad bíblica en la vida cotidiana de la iglesia y de los creyentes de hoy. Así como Jesús respondió al afán mundano de los discípulos —“¿Quién es mayor?”— lavando sus pies, nosotros también necesitamos una aplicación concreta para vivir el “amor hasta el fin”.

Jesús dijo a sus discípulos: “Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros” (Jn 13:14). Ser discípulo significa, por tanto, seguir el ejemplo de nuestro Maestro. Sin embargo, en nuestro interior permanece el deseo de compararnos, de buscar la posición más alta, de querer ser servidos antes que servir. El pastor David Jang señala: “En la iglesia de hoy subsisten ambiciones de honor, poder y reconocimiento. Pero en el reino del Señor, el mayor es quien se hace siervo y se rebaja para servir. Necesitamos experimentar un cambio radical en nuestros valores”.

¿Cómo podemos imitar a Jesús, que “amó hasta el fin”? Primero, debemos comprender que el amor no consiste en sentimientos o palabras, sino en “una voluntad firme de no rendirse y de entregarse a favor del otro, aun en situaciones difíciles”. En Juan 13, Jesús conocía la disputa de los discípulos acerca de quién era mayor y, más aún, sabía que uno de ellos iba a traicionarlo (Jn 13:2, 21-27). Pese a ello, los amó hasta el fin. Esto demuestra que el amor no depende de la reacción ni de la bondad del otro. El amor es mi deber, mi responsabilidad, y aunque conlleve sufrimiento, es un llamado que no debo rehuir. El pastor David Jang afirma: “El amor no debe tambalearse aun cuando la otra persona no responda a la altura. El amor que Jesús mostró a sus discípulos, y a toda la humanidad, es precisamente ese tipo de amor”.

El amor que mostró Jesús se hace tangible a través del “servicio práctico”. Lavar los pies no era un simple gesto simbólico para exhibir humildad: en una época en la que se andaba largas distancias bajo el sol, el lavado de pies era una atención realmente necesaria. Jesús no dijo “los amo” y se quedó en palabras o buenos deseos, sino que fue más allá para suplir la necesidad real de sus discípulos. Esto puede trasladarse a nuestra práctica en la iglesia: cuidar unos de otros, ayudar con dedicación a familiares y vecinos, y atender las necesidades de los demás en diversas áreas de la vida. El pastor David Jang señala: “El amor verdadero siempre va acompañado de actos concretos. Por muy elocuentes que sean nuestras palabras, si no atendemos a las necesidades de quienes nos rodean, no podemos decir que imitamos el amor de Jesús”.

En Lucas 22:14-20 se describe cómo, antes de padecer, Jesús deseó celebrar la Pascua con sus discípulos. Mientras repartía el pan y el vino, dijo: “Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado”. El acto de “dar”, de “entregarse”, es un poderoso mensaje de amor. Así, el amor consiste en “entregar la propia vida”, y esta entrega se llevó a su plenitud en la cruz. Jesús pide que cada vez que participemos de la Cena del Señor recordemos su amor sacrificial. El pastor David Jang enseña: “Al tomar la Santa Cena, reflexionamos en cómo Jesús rasgó su cuerpo y vertió su sangre por nosotros. No es solo un rito, sino un llamado para que también nosotros nos sirvamos mutuamente”.

Así, la iglesia debe exhortar a los creyentes a vivir ese “amor hasta el fin” —que Jesús encarnó— y a llevarlo al mundo. Si la iglesia no practica este amor ni sigue el camino de Jesús, el evangelio se convierte en una consigna vacía para quienes nos observan. De hecho, en la iglesia primitiva, los discípulos compartían lo que tenían y atendían las necesidades de todos (Hch 2:44-45), y en medio de la persecución continuaron cuidándose mutuamente. Esa expresión de amor fue un poderoso testimonio que transformó el Imperio romano y evidenció el poder del evangelio. El pastor David Jang declara: “Hoy, la iglesia tiene la misma responsabilidad de demostrar con hechos el amor de Cristo al mundo. Es la manera de que el mundo reconozca que somos discípulos de Jesús”.

Por otra parte, basta mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta de cuántas personas necesitan que alguien “les lave los pies”: pobres, enfermos, marginados, inmigrantes, personas con discapacidades… a menudo se nos hace fácil ignorarlos en el día a día. Esas personas son a quienes, sin duda, Jesús habría lavado los pies. Nosotros, en cambio, acostumbramos pensar: “Hay cosas más importantes” o “alguien más se encargará”. Sin embargo, el pastor David Jang advierte: “No es casualidad que Jesús haya vivido entre los marginados, publicanos, prostitutas, leprosos y enfermos, y que se acercara a ellos para sanarles. Así es el estilo de amor que se expresa en la cruz”. Por consiguiente, la iglesia y los creyentes debemos cambiar la pregunta: no “¿Quién me va a servir?”, sino “¿A quién puedo servir?”.

Para experimentar más profundamente el amor de Jesús que “ama hasta el fin”, hemos de abrazar una transformación en nuestra perspectiva escatológica y en nuestros valores. El pastor David Jang explica que “la llegada de los cielos nuevos y la tierra nueva implica la aparición de un mundo radicalmente distinto, un universo con valores completamente renovados”. Jesús anunció: “Los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos”. En el mundo, subir en la escala del poder y del reconocimiento es lo que se considera éxito, pero en el reino de Dios es a la inversa: quien se humilla se eleva, y quien se entrega para edificar al otro recibe la mayor honra. El lavado de pies en Juan 13 es la demostración práctica de ese gran secreto del reino de Dios.

No debemos ver el sufrimiento únicamente como algo que causa temor; más bien, necesitamos descubrir en él el “misterio del amor” y, en medio de nuestras circunstancias, practicar el amor “hasta el fin”. El pastor David Jang insiste: “Aunque nuestra vida sea difícil, aunque nadie nos reconozca y, peor aún, aunque seamos perseguidos, no debemos abandonar nunca el camino del amor”. Esto se debe a que la gloria de la resurrección no se consigue simplemente “soportando” el sufrimiento, sino “llenándolo de amor”. Jesús, ante la traición de los discípulos y las burlas del mundo, se entregó por completo y eligió amar, y aquel amor lo condujo al poder de la resurrección. Lo mismo sucede con nosotros. Sin amor, el sufrimiento sería pura maldición; pero el sufrimiento abrazado por el amor encierra la semilla de la vida eterna.

El sufrimiento de Jesús no fue un simple sacrificio pasivo ni una circunstancia injusta, sino una demostración concreta y activa de su amor. El hecho de escoger la cruz, la forma más vergonzosa de ejecución, fue la manera de mostrar la insondable profundidad del amor de Dios hacia los pecadores. El pastor David Jang afirma: “La cruz es por entero amor. Y nosotros hemos sido llamados como testigos de ese amor, no solo para hablarlo, sino para encarnarlo en nuestra vida, ‘amando hasta el fin’ a ejemplo de Jesús”. Es cierto que amar conlleva sufrimiento. No obstante, precisamente en ese sufrimiento experimentamos la gracia de Dios y abrigamos la esperanza de la resurrección. Por eso la Cuaresma no debe ser un período de simple contemplación lejana o de compasión superficial hacia el dolor de Jesús, sino un tiempo para reflexionar y decidir “cómo vamos a practicar el mismo amor”.

En nuestro caminar de fe, a veces vivimos conflictos y heridas dentro de la propia iglesia. Surgen discusiones entre líderes y fieles, o entre los mismos creyentes, preguntándose quién tiene razón, quién merece más reconocimiento o quién debe ser atendido primero. Sin embargo, las palabras de Jesús para nosotros son: “Sed servidores los unos de los otros, lavaos los pies mutuamente”. Este mandato sigue vigente hoy. Cuando nos lavamos los pies los unos a los otros, cubrimos las faltas de los demás y nos servimos mutuamente, la iglesia se convierte de verdad en luz y sal en el mundo. El pastor David Jang enfatiza: “Solo cuando los creyentes viven como siervos en todas las áreas de su vida, el mundo ve a la iglesia y dice: ‘De veras, ellos son discípulos de Jesús’”. Esto implica que el ejemplo de Jesús lavando los pies a sus discípulos debe reproducirse también en nuestras comunidades actuales.

El amor siempre supone un sacrificio. En todo acto de alentar y levantar al prójimo se presenta, de una u otra manera, el sufrimiento. Sin embargo, ese sufrimiento no es “maldición”. Más bien puede convertirse en el mayor de los regalos de Dios, pues, a través de él, experimentamos más plenamente el amor de Jesús y la gracia que Él nos concede. Si sufrimos “por mí mismo, por mi ambición”, podemos cansarnos y frustrarnos. Pero cuando sufrimos “por amor”, descubrimos que ese sufrimiento se endulza. Este es precisamente el mensaje de Jesús. En Juan 13, al mostrar a un Señor que “ama hasta el fin”, Él encierra en ese amor la alegría, la gratitud y la esperanza de la resurrección. El pastor David Jang advierte que la iglesia de hoy corre el riesgo de perder fácilmente “el servicio y el amor” —asuntos que ni siquiera los discípulos aprendieron cabalmente tras años con Jesús—, y que, si no recuperamos esta esencia, la iglesia perderá su razón de ser y dejará de dar esperanza al mundo.

La actitud de Jesús en la Última Cena —Él amó a los discípulos hasta el fin, aun sabiendo que eran débiles y que lo abandonarían— es el modelo supremo para la iglesia y para los creyentes. El sufrimiento de Cristo es la culminación del amor, y su sacrificio es el fundamento de nuestra vida eterna. No se trata de recordarlo solo como un concepto, sino de reproducirlo en nuestra vida concreta, lavándonos los pies los unos a los otros con un corazón de siervo y con acciones de servicio. Solo cuando una comunidad cristiana se reúne alrededor de esta práctica, el mundo podrá ver que las palabras de Jesús —“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Jn 13:35)— son verdaderas.

El pastor David Jang comenta al respecto: “La cruz de Jesús y su sufrimiento expresan la voluntad divina de amar hasta el fin. Esa voluntad abrió la puerta a la vida eterna, y nosotros también debemos escoger el camino de amar hasta el fin”. Ciertamente, no es un camino fácil, pues el mundo nos incita constantemente a alimentar la ambición y el egoísmo. Pero contamos con el ejemplo de Jesús y la guía del Espíritu Santo. Si de veras nos aferramos a este amor y estamos dispuestos a convertirnos en siervos de los demás, la iglesia volverá a manifestar el poder de la cruz y proclamará con fuerza la esperanza de la resurrección. En el tiempo de Cuaresma y a lo largo de nuestro día a día, meditamos en el sufrimiento y el amor de Jesús, tal como el pastor David Jang nos anima a hacerlo, y decidimos ponerlo por obra. De ese modo, llegamos a ser verdaderos discípulos que lavan los pies de los demás y se asemejan al Maestro.

La frase de Juan 13:1, “los amó hasta el fin”, resume la senda que debe recorrer el cristiano en este mundo: un “camino de sufrimiento” y, a la vez, un “camino de amor”. El sufrimiento de Cristo es doloroso y trágico, pero, al mismo tiempo, es el más hermoso plan de Dios para la salvación del hombre, y la obediencia absoluta de Jesús. El pastor David Jang lo ha repetido en muchas de sus predicaciones y escritos: no debemos huir del sufrimiento ni temerlo, sino hallar en él la voluntad de Dios y la esencia de su amor, y seguir sus pasos. Solo así experimentaremos el poder de la resurrección, una nueva vida llena de gozo. Un sufrimiento sin amor podría conducirnos a la desesperación, pero un sufrimiento envuelto en amor abre la puerta a un misterio de vida. Este es el mensaje espiritual clave que deberíamos recordar en Cuaresma.

En primer lugar, debemos reconocer que el sufrimiento de Jesús supera lo meramente humano y expone el amor infinito de Dios. En su amor, “hasta el fin”, se hace evidente que el sufrimiento no es una maldición, sino el camino hacia la vida eterna. Participar de este sufrimiento es en realidad un privilegio y un don. En segundo lugar, es fundamental que el amor y el sufrimiento de Cristo se reproduzcan hoy a través de acciones concretas en la iglesia y en la vida de los creyentes. Cuando seguimos el ejemplo de Jesús lavando los pies y amamos hasta el fin, entonces el mundo descubre en la iglesia la esperanza de la resurrección. Este es el mensaje que el pastor David Jang proclama sin cesar. Así como leemos en Juan 13: “los amó hasta el fin”, nosotros también debemos persistir en el amor, con humildad y en actitud de servicio, testificando el reino de Dios aquí en la tierra.

Todo esto surge del acontecimiento en que Jesús, durante la Última Cena, respondió al afán de grandeza de sus discípulos con un acto de servicio: tomó la forma de siervo. Poco después, fue clavado en la cruz para abrir el camino de salvación a la humanidad. Esa cruz entraña sufrimiento, pero también la proclamación del amor más grandioso. Por ello, durante la Cuaresma y en toda nuestra vida de fe, el pastor David Jang insiste en este mensaje: “La cruz es sufrimiento, pero no una maldición; es amor”. Si meditamos profundamente en esto y escogemos vivir “amando hasta el fin”, comprobaremos que el amor no se queda en palabras, sino que se traduce en hechos concretos de servicio y humildad. Aunque el camino sea estrecho y difícil, cuando seguimos el ejemplo de Jesús, experimentamos un gozo y una esperanza de resurrección que el mundo no puede darnos. Roguemos para que la proclamación “los amó hasta el fin” resuene en nuestra vida y en nuestras comunidades hoy mismo.

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십자가 사랑 – 장재형목사

이 글은 장재형(장다윗)목사의 요한복음 13장 1절의 말씀 “유월절 전에 예수께서 자기가 세상을 떠나 아버지께로 돌아가실 때가 이른 줄 아시고 세상에 있는 자기 사람들을 사랑하시되 끝까지 사랑하시니라”를 중심으로, 고난과 사랑에 대한 성경적 통찰을 정리한 것이다. 특히 사순절 기간에 우리가 깊이 묵상해야 할 예수 그리스도의 고난, 그리고 그 고난의 참된 의미가 예수 그리스도의 ‘끝까지 사랑하심’에 있다는 사실을 중심으로 전개된다. 본문에서 제시된 시편 119편, 로마서 5장, 빌립보서 1장과 3장, 골로새서 1장, 디모데후서 1장과 2장, 베드로전서 2장과 4장의 구절들을 함께 살피면서, 그리스도의 고난이 단지 ‘저주나 불행’이 아니라 ‘사랑으로 인도하는 길’이라는 점을 강조하고 있다. 또한 제자들이 최후의 만찬 자리에서 여전히 세상적 가치관에 사로잡혀 누가 더 크냐를 다투는 모습에도 불구하고, 예수님께서는 그들을 ‘끝까지 사랑’하셨음을 보여 주심으로써, 우리 역시 섬김과 낮아짐의 삶을 통해 영원한 생명과 부활의 영광을 맛보게 될 것임을 가르치신다. 이러한 맥락에서 장재형 목사는, 예수 그리스도의 고난을 단순히 슬픔이나 인간적 연민의 대상으로 삼는 것이 아니라, 그 안에 담긴 놀라운 섬김과 사랑의 본질을 깨닫고 실천하는 것이야말로 참된 제자도의 핵심이라고 역설한다. 첫째로 ‘고난의 의미와 그리스도의 사랑’, 둘째로 ‘끝까지 사랑하시니라의 실천적 적용’이라는 흐름으로 정리해 본다.

Ⅰ. 고난의 의미와 그리스도의 사랑

예수님께서 당하신 고난에 대해 우리는 사순절 기간마다 더욱 각별히 묵상하게 된다. 장재형 목사는 사순절은 단지 슬프고 고통스러운 예수님의 수난을 바라보는 시간이 아니라, 그 고난 속에 담긴 초월적이고 영원한 하나님의 사랑을 깨닫는 기회라고 강조한다. 요한복음 13장에 기록된 예수님의 마지막 만찬은 그리스도의 십자가를 향한 발걸음이 본격적으로 시작되는 장면이다. 요한은 예수님께서 세상에서 자기 사람들을 사랑하시되 끝까지 사랑하신다고 증언한다(요 13:1). 여기서 “끝까지 사랑하신다”라는 말은 시간적 한계나 조건적 제약이 붙지 않은 ‘완전한 사랑’을 의미하며, 그 사랑이 바로 십자가로 이어지는 길 자체임을 보여 준다.

장재형 목사의 가르침에 따르면, 우리가 흔히 ‘고난’이라고 부르는 것은 인간적 시선에서 보면 ‘저주’이거나 ‘괴로운 시련’인 듯 보이지만, 예수님의 시선에서 보면 이는 사람들을 향한 ‘사랑의 결단’이다. 예수님은 고난을 피해 가지 않으시고, 십자가의 길을 선택하심으로써 인간의 죄와 한계를 짊어지셨다. 그리고 그 과정을 통해 하나님의 사랑, 곧 세상을 향한 구원의 의지를 드러내셨다. 성경은 이 고난이 우리에게 유익이라고 말한다. 시편 119편 67절은 “고난 당하기 전에는 내가 그릇 행하였더니 이제는 주의 말씀을 지키나이다”라고 고백하고, 71절은 “고난 당한 것이 내게 유익이라 이로 말미암아 내가 주의 율례들을 배우게 되었나이다”라고 말한다. 즉, 고난이라는 과정은 하나님 말씀이 진정 무엇인지를 깨닫게 하는 통로로서의 역할을 한다.

장재형 목사는 로마서 5장 3~4절에서 바울이 말한 “환난 중에 즐거워하나니 이는 환난은 인내를, 인내는 연단을, 연단은 소망을 이루는 줄 앎이라”라는 구절 역시 같은 맥락에서 설명한다. 하나님의 사랑을 더욱 깊이 알게 되는 과정은 인간적 고난을 통과할 때 더 온전히 일어난다. 그리스도의 고난에 참여한다는 말은 단순히 고통을 맞닥뜨리는 행위를 말하는 것이 아니라, 그 고난 속에 담긴 예수님의 섬김과 은혜, 그리고 죄인을 향한 용서의 깊이를 깨닫는다는 뜻이다. 빌립보서 1장 29절은 “그리스도를 위하여 너희에게 은혜를 주신 것은 다만 그를 믿을 뿐 아니라 또한 그를 위하여 고난도 받게 하려 하심이라”라고 한다. 여기에는 그리스도의 고난이 오히려 은혜의 통로가 된다는 역설이 담겨 있다.

또한 빌립보서 3장 10~11절에 “내가 그리스도와 그 부활의 권능과 그 고난에 참여함을 알고자 하여 그의 죽으심을 본받아 어떻게 해서든지 죽은 자 가운데서 부활에 이르려 하노니”라고 고백한 바울의 말은, 고난이 단지 목적 없이 주어지는 현상이 아니라, 그리스도의 ‘부활의 권능’에 참여하기 위한 거룩한 길임을 보여 준다. 고난은 그리스도께서 십자가에서 보여 주신 낮아짐과 섬김, 그리고 자신을 철저히 내어 주신 사랑을 본받을 기회이다. 골로새서 1장 24절에서 바울은 “나는 이제 너희를 위하여 받는 괴로움을 기뻐하고 그리스도의 남은 고난을 그의 몸된 교회를 위하여 내 육체에 채우노라”라고 말함으로써, 고난이 교회를 세우고 공동체를 섬기는 도구가 될 수 있음을 드러낸다. 이는 장재형 목사가 강조하는 “고난은 홀로 받는 것이 아니라, 사랑의 확장이요 섬김의 기회다”라는 말과 일맥상통한다.

디모데후서에서도 바울은 반복해서 복음과 함께 고난을 받으라고 권면한다(딤후 1:8, 2:3). 이 권면의 배경에는 그리스도의 고난이 이미 ‘하나님의 사랑’이라는 긍정적 의미를 지닌다는 신학적 이해가 깔려 있다. 그러므로 제자들은 두려움 속에서 고난을 피하려고만 해서는 안 되고, 그 안에 담긴 주님의 길을 따라가야 한다는 것이다. 베드로전서 2장 20~21절과 4장 13절에서도, 선을 행함으로 고난을 받는 것은 하나님 앞에서 아름다운 일이며, 그리스도의 고난에 참여하는 것은 장차 주님께서 영광 가운데 나타나실 때 큰 기쁨과 즐거움으로 이어진다고 말한다. 장재형 목사는 이를 두고 “고난은 그리스도인의 삶에 있어 필연적이며, 결국 부활의 영광에 참여하게 해 주는 길”이라고 해설한다.

사실 이런 가르침을 머리로 이해하는 것과, 이를 실제 삶에 적용하는 것은 큰 차이가 있다. 성경에서 고난에 대한 말씀이 반복해서 등장함에도 불구하고, 오늘날 많은 교회와 성도들은 고난에 대해 올바른 이해를 갖지 못하는 경우가 많다. 장재형 목사는 “고난 없이 영광은 없다”라는 진리를 자주 언급한다. 주님께서 십자가에서 이룬 구원의 사역은, 바로 그 고난 자체가 죄인을 향한 하나님의 사랑을 가장 강력하게 증언하기 때문이라는 것이다. 따라서 교회가 고난을 너무 쉽게 저주나 벌로만 해석해 버리면, 복음의 핵심인 “그리스도의 끝까지 사랑하심”을 놓쳐 버리게 된다. 본문에 나타난 예수님의 모습, 즉 자기 사람들을 끝까지 사랑하시는 모습 속에는 ‘고난을 기꺼이 수용하시는 의지’가 분명히 드러나 있다.

장재형 목사는, 요한복음 13장 1절의 “세상에 있는 자기 사람들을 사랑하시되 끝까지 사랑하시니라”는 표현을 두고, 여기서 말하는 ‘끝까지’의 범주에는 시간적 한계가 없으며(“끝까지”=마지막 순간까지), 또한 희생이나 헌신의 제약이 없다고 설명한다. 즉, 제자들이 실수하고 예수님을 버리고 도망치거나 심지어 부인하더라도, 예수님의 사랑은 멈추지 않고 그들을 향해 있었다. 그 사랑의 정점이 십자가의 희생이며, 바로 그 희생이야말로 예수님의 고난이 저주가 아니라 사랑임을 증명한다. 고난은 결국“사랑을 위해 치러야 할 대가”임을 우리에게 보여 준다.

우리가 요한복음 13장을 살펴볼 때, 그 첫 구절에서 이미 예수님의 이러한 결단이 선포된다. “유월절 전에 예수께서 자기가 세상을 떠나 아버지께로 돌아가실 때가 이른 줄 아시고…”라는 표현은, 예수님께서 곧 다가올 고통스러운 죽음을 뚜렷이 인식하셨음을 알려 준다. 그리고 그 죽음은 십자가라는 참혹한 형벌을 동반한다. 그러나 그럼에도 불구하고 예수님은 세상에 있는 자기 사람들을 향해 끝까지 사랑하시는 길을 선택하셨다. 이는 인간적인 관점에서 보면 이해하기 어려운 초월적인 사랑이다. 장재형목사는 이 지점에서 “사람이 진정으로 누군가를 사랑한다면, 그 사랑이 고난을 자초하는 일이라도 마다하지 않는다. 왜냐하면 사랑은 본래 상대를 위한 희생과 헌신을 필연적으로 내포하기 때문”이라고 설명한다. 이처럼 예수님의 고난은 자신을 낮추고 종의 모습으로 살아가신 주님의 사랑을 가장 구체적으로 드러내는 사건이다.

이에 더해 마태복음 20장과 누가복음 22장에 기록된 제자들의 다툼 장면을 보면, 예수님께서 끝까지 사랑하셨음에도 불구하고 제자들은 여전히 세속적인 가치관, 즉 누가 더 크냐, 누가 더 높은 자리를 차지하느냐에 집착하고 있었음을 알 수 있다. 특히 마태복음 20장 20-27)고 선언하신다. 장재형 목사는 이 대목을 주목하며, “세상의 지배자들은 권세를 부리고 높아지는 것을 목표로 삼지만, 주님의 나라는 그 반대”라고 강조한다. 참된 제자라면, 낮은 자리에서 형제를 섬기는 것을 영광으로 여기고, 자신을 낮추는 마음으로 서로를 대해야 한다는 것이다.

예수님께서 최후의 만찬에서 보여 주신 발 씻김의 사건(요 13:4~5)은 바로 이러한 가르침을 삶으로 구현한 현장이다. 당시 제자들은 누구 하나 먼저 종의 역할을 맡으려 하지 않았다. 그러나 예수님께서는 친히 겉옷을 벗으시고, 수건을 허리에 두르시고, 물을 대야에 부어 제자들의 발을 씻기신다. 이것은 중동의 풍습상 종이 해야 할 가장 낮은 일이었다. 하지만 그 아무도 먼저 나서서 형제의 발을 씻기거나, 사랑의 섬김을 실천하지 않았다. 그래서 주님께서 직접 본을 보이심으로써, 사랑은 결코 말로만 하는 것이 아니라 ‘섬김으로 입증’해야 함을 제자들에게 가르치셨다. 장재형 목사는 “예수님의 마지막 만찬은 인류에 대한 구원이 얼마 남지 않은 긴박한 순간이었다. 그러나 주님은 제자들에게 오히려 ‘누가 더 크냐’가 아니라 ‘누가 진정 종처럼 섬기느냐’가 중요하다고 몸소 보여 주셨다”라고 설명한다.

요한복음 13장에 펼쳐진 예수님의 고난의 시작은, 그저 고통스러운 장면이 아니라 ‘끝까지 사랑하시는 하나님’을 드러내는 극적인 무대다. 예수님은 그 사랑을 말로만 선포하지 않으시고, 몸소 낮은 자리를 택하셨다. 그것이 십자가로 가는 길의 본질이다. 예수님께서 십자가를 기꺼이 지심으로써, 죄인인 우리가 영원한 생명을 얻게 되었고, 그리스도의 사랑이 신실하고 변함없다는 사실이 역사 속에 분명히 각인되었다. 이러한 맥락에서 장재형 목사는 그리스도인의 삶이란 “고난 속에서도 사랑을 놓지 않는 것”이며, “섬김으로써 그 사랑을 증언하는 것”이라고 가르친다. 십자가는 고난이지만 동시에 사랑이다. 그리고 그 사랑으로부터 나오는 생명은 ‘영원한 생명’이라는 것이다.

Ⅱ. 끝까지 사랑하시니라의 실천적 적용

앞서 살펴본 바와 같이, 그리스도의 고난은 사랑의 절정이며, 십자가는 바로 ‘끝까지 사랑하시는 하나님’을 보여 주는 현장이다. 장재형 목사는 이러한 성경의 메시지를 오늘날 교회와 성도들이 실제 삶에서 어떻게 구현할 것인지에 대한 중요성을 거듭 강조한다. 예수님께서 “너희 중에 누가 크냐”라는 제자들의 세속적인 다툼을 마주했을 때, 발을 씻기는 섬김으로 답하셨던 것처럼, 우리도 ‘끝까지 사랑하시는 삶’을 살려면 구체적인 적용이 필요하기 때문이다.

예수님은 제자들에게 “내가 주와 선생이 되어 너희 발을 씻었으니, 너희도 서로 발을 씻어 주는 것이 옳으니라”(요 13:14)라고 말씀하신다. 즉, 주님이 보여 주신 본을 따라 실천하는 것이 제자됨의 표지라는 의미다. 그런데 실상 우리의 내면에는 여전히‘누가 더 크냐’는 비교 의식, 높아지고자 하는 욕망, 섬김을 받으려는 태도가 자리 잡고 있다. 장재형 목사는 “오늘날 교회 안에도 명예욕, 권력욕, 과시욕이 은연중에 만연해 있다. 하지만 주님의 나라에서는 오히려 낮아지고 더 섬기는 자가 참으로 큰 자다. 우리는 이 가치관의 급진적 전환을 경험해야 한다”고 말한다.

그렇다면 어떻게 해야 예수님의 ‘끝까지 사랑하시는’ 모습을 본받을 수 있을까? 먼저, 우리는 사랑이란 감정이나 말이 아니라, ‘어떤 상황에서도 포기하지 않고 상대의 유익을 위해 자신을 내어 주는 의지’임을 인식해야 한다. 요한복음 13장의 예수님은 제자들이 누가 더 크냐고 다투고 심지어 뒤이어 자신을 배반할 제자가 있음을 아셨음에도(요 13:2, 21~27), 그들을 끝까지 사랑하신다. 이는 사랑이 상대의 반응 여부나 착함에 좌우되지 않음을 보여 준다. 사랑은 곧 내가 마땅히 해야 할 ‘내 몫’이며, 고난을 동반하더라도 감당해야 할 부름이라는 것이다. 장재형 목사는 “사랑은 상대가 그에 걸맞은 태도를 보이지 않아도 흔들리지 않아야 한다. 예수님께서 제자들에게, 또 인류에게 보여 주신 사랑이 바로 그런 사랑”이라고 설명한다.

예수님께서 보여 주신 사랑은 ‘실천적 섬김’으로 구체화된다. 발을 씻겨 주시는 행위는 단순히 겸손을 과시하는 제스처가 아니다. 고된 하루 일과를 마치고 먼지투성이가 된 발을 씻는 일은 매우 실질적인 섬김이었다. 예수님은 ‘말로만, 마음으로만’ 사랑하지 않으시고, 실제적인 행동으로 제자들의 필요를 채워 주셨다. 이것은 교회 공동체 안에서 서로를 보살피고, 가족이나 이웃들에게 헌신적으로 다가가며, 혹은 삶의 다양한 영역에서 타인의 필요를 살피고 기꺼이 돕는 모습으로 드러난다. 장재형 목사는“참된 사랑은 언제나 행동을 동반한다. 아무리 그럴듯한 말을 해도, 정작 주변의 사람들을 돕지 않는다면 그것은 예수님의 본을 따르는 사랑이라 할 수 없다”고 강조한다.

특히 누가복음 22장 14~20절을 보면, 예수님께서 고난을 받기 전에 유월절을 제자들과 함께 지키기 원하셨다고 기록되어 있다. 그리고 떡과 포도주를 제자들에게 나누어 주시면서 “이것은 너희를 위하여 주는 내 몸”이라고 말씀하셨다. 여기에는 ‘주심’, ‘내어 주심’이라는 강력한 메시지가 담겨 있다. 사랑이란 ‘자신을 내어 주는 것’이고, 그 내어 줌이 바로 십자가 위에서 완성되었다는 뜻이다. 그리고 예수님은 우리가 이 성만찬을 기념할 때마다, 그분의 희생적 사랑을 잊지 말라고 당부하신다. 장재형 목사는 “우리가 성찬에 참여할 때마다, 예수님께서 우리에게 몸을 찢어 주시고 피를 흘려 주신 그 실제적 사랑을 묵상해야 한다. 그것은 단지 예식을 치르는 것이 아니라, 우리도 그렇게 서로 섬기라는 말씀 앞에 서는 것”이라고 말한다.

이처럼 교회는 예수님의 희생을 기념하는 자리에서 ‘끝까지 사랑하는 삶’을 각 성도에게 권면해야 하며, 그 사랑이 세상으로 흘러 나가도록 격려해야 한다. 만약 교회가 이 사랑을 실천하지 않고, 예수님의 길을 따르지 않는다면, 세상 사람들에게 복음은 공허한 구호로 전락하고 말 것이다. 실제로 제자들은 초대교회 시절 서로의 필요를 채우고 재산을 기꺼이 나누며(행 2:44~45), 박해와 고난 가운데서도 서로를 돌보는 모습을 보였다. 그것이 로마 제국을 변화시키고, 복음의 능력을 드러낸 강력한 증거였다. 장재형 목사는 “오늘 우리의 시대에도, 교회가 참된 사랑의 실천으로 세상에 하나님의 나라를 증언할 책임이 있다. 그것이 곧 세상 사람들이 ‘아, 저들이 정말 예수의 제자이구나’라고 깨닫게 되는 결정적 표지”라고 강조한다.

뿐만 아니라, 우리가 주변을 돌아보면 ‘발을 씻어 줘야 할’ 사람이 너무 많다. 가난한 사람, 병든 사람, 소외된 이들, 이주민, 장애인 등 우리가 일상 속에서 외면하기 쉬운 존재들이 있다. 예수님이라면 그들의 발을 기꺼이 씻겨 주셨을 것이다. 그런데 우리는 그들을 돌아보면서도, 종종 ‘내가 더 중요한 사람’이라는 생각에 사로잡혀 끝내 외면하거나, 누가 섬겨 주겠거니 하고 미룰 때가 많다. 하지만 장재형 목사는 “예수님께서 소외된 사람들, 병자와 세리, 창기, 문둥병자와 함께하시고 그들을 치유하시며, 그들에게 다가가셨다는 사실은 결코 우연이 아니다. 그들에게 먼저 다가가시는 모습이 바로 십자가에 담긴 사랑의 방식”이라고 설명한다. 그러므로 교회와 성도는 ‘누가 나를 섬겨 줄 것인가’가 아니라 ‘내가 누구를 섬길 것인가’를 고민해야 한다는 것이다.

끝까지 사랑하시는 예수님의 모습을 더욱 깊이 체험하기 위해서는 우리의 삶에 ‘종말론적 가치관의 변화’가 필요하다는 점이 중요하다. 장재형 목사는 “새 하늘과 새 땅, 즉 하나님 나라가 임한다는 것은 이전의 가치관과 전혀 다른, 완전히 새로운 세계가 열린다는 뜻”이라고 말한다. 그리고 예수님께서 말씀하신 “나중 된 자가 먼저 되고, 먼저 된 자가 나중 된다”라는 역설이 바로 그 나라의 법칙임을 설명한다. 세상에서는 더욱 높아지고, 더욱 인정받으며, 다른 사람을 지배하는 것이 성공으로 간주되지만, 하나님 나라는 낮아짐을 통해 오히려 높은 자리에 오르고, 자신을 버리고 남을 세워 줌으로써 참된 존귀를 얻는 세계라는 것이다. 요한복음 13장에서 제자들의 발을 씻어 주시는 예수님은 바로 이 하나님 나라의 비밀을 가장 실제적으로 보여 주신다.

고난을 두려움으로만 대할 것이 아니라, 그 안에 담긴 ‘사랑의 신비’를 깨닫고, 우리에게 주어진 시간과 환경 속에서 끝까지 사랑하기를 실천하는 것이 중요하다. 장재형 목사는 “우리의 삶이 아무리 힘들고, 사람들이 우리를 몰라주고, 심지어 핍박하는 상황이 주어지더라도, 우리는 끝까지 사랑하는 삶을 포기하면 안 된다”고 거듭 역설한다. 왜냐하면 부활의 영광은 단지 고난을 ‘참고 견디는 것’이 아니라, ‘사랑으로 채우는 것’을 통해 주어지기 때문이다. 예수님께서는 고난을 마주했을 때, 제자들의 배반과 세상의 조롱을 마주했을 때, 자신을 철저히 내어 주는 사랑을 선택하셨다. 그리고 그것이 부활을 이루는 능력으로 연결되었다. 우리도 마찬가지다. 사랑이 없이는 고난이 오히려 저주가 되겠지만, 사랑 안에서의 고난은 영원한 생명을 품고 있다.

예수님의 고난은 우리가 흔히 생각하는 ‘수동적 희생’이나 ‘억울함’이 아니라, 아주 구체적이고 능동적인 사랑의 표현이다. 그리스도께서 십자가라는 가장 치욕스러운 형벌을 선택하신 것은, 인간의 죄와 한계를 넘어서는 하나님 사랑의 깊이를 증명하기 위함이었다. 장재형 목사는 “십자가는 전적으로 사랑이다. 그리고 우리는 그 사랑을 전파하고 증언하는 증인으로 부름받았다. 그러나 그 사랑을 말로만 알리는 것이 아니라, 우리 자신의 삶 속에서 ‘끝까지 사랑하시는 예수님’을 닮아 가야 한다”고 권면한다. 사랑은 고난을 동반한다. 하지만 바로 그 고난 속에서 우리는 하나님의 은혜를 체험하고, 부활의 소망을 간직할 수 있다. 그러므로 사순절은 예수님의 고난을 멀리서 관조하거나 예수님의 아픔에 대해 단순한 동정을 갖는 시간이 아니라, ‘우리가 어떻게 동일한 사랑을 실천할 것인가’를 묵상하며 결단하는 시간이 되어야 한다.

신앙생활을 하다 보면, 때로는 교회 안에서조차 갈등과 상처를 경험하기도 한다. 지도자와 성도 간, 성도들 상호 간에 ‘누가 옳으냐’, ‘누가 더 인정받아야 하느냐’, ‘누가 먼저 대접받아야 하느냐’ 같은 문제로 다투기도 한다. 그러나 예수님의 가르침은 그러한 다툼을 하는 우리를 향해 “너희는 종이 되라, 서로의 발을 씻기는 자가 되라”고 말씀하신다. 오늘날에도 이 말씀은 그대로 유효하다. 우리가 서로 발을 씻어 주고, 서로의 부족함을 감싸 주며, 형제자매를 섬기는 삶을 통해, 교회는 세상에 빛과 소금이 될 수 있다. 장재형 목사는 “성도들은 삶의 모든 영역에서 종의 모습으로 헌신할 때에야 비로소, 세상이 교회를 보고 ‘아, 저들이 진정 예수의 제자들이구나!’ 하고 알게 된다”고 힘주어 말한다. 이는 제자들의 발을 씻기신 예수님의 모습이 오늘날 교회 공동체 안에서도 재현되어야 한다는 뜻이다.

사랑에는 반드시 희생이 따른다. 남을 살리고 세우는 일에는 언제나 고난이 동반된다. 하지만 그 고난은 ‘저주’가 아니다. 오히려 하나님의 가장 큰 선물이 될 수도 있다. 왜냐하면 우리는 그 고난을 통해 예수님의 사랑, 그리고 그분이 우리 각자에게 베푸시는 은혜를 보다 깊이 맛볼 수 있기 때문이다. 우리가 “나를 위해서, 나의 욕심을 위해서” 감내하는 고생은 지치고 피곤하기만 할 때가 많지만, 누군가를 사랑하기 위해 헌신하는 고난은 달다. 예수님의 가르침이 바로 그것이다. 요한복음 13장에 기록된 ‘끝까지 사랑하시는’ 주님은, 그 사랑 안에 기쁨과 감사, 그리고 부활의 소망까지 담아 놓으셨다. 장재형 목사는 이 복음을 지속적으로 전하면서, 제자들이 예수님 곁에서 여러 해를 지냈음에도 결코 체화되지 못한 ‘섬김과 사랑’을, 현대 교회도 너무 쉽게 놓치고 있다고 경고한다. 그리고 이 점을 회복하지 않으면 교회가 본질을 잃어버리고, 사람들에게 희망을 주지 못한다고 역설한다.

예수님께서 마지막 만찬에서 보여 주신 제자들을 향한 태도—그들이 부족하고 심지어 자신을 버릴 것을 아셨음에도 “끝까지 사랑하시는” 모습—이 바로 교회와 성도들의 궁극적 모범이다. 그리스도의 고난은 사랑의 결정체이며, 우리를 향한 그분의 희생이야말로 우리의 영원한 생명의 토대가 된다. 그리고 우리는 그 사랑을 단순히 관념적으로만 기억하는 것이 아니라, 실제 삶에서 발을 씻어 주는 모습, 즉 종의 태도와 섬김의 행동으로 드러내야 한다. 그런 교회, 그런 성도들이 모일 때 비로소 세상은 “너희가 서로 사랑하면 이로써 모든 사람이 너희가 내 제자인 줄 알리라”(요 13:35)는 예수님의 말씀이 참이라는 사실을 목격하게 될 것이다.

장재형 목사는 이를 두고 “예수님의 십자가, 그 고난은 끝까지 사랑하시려는 하나님의 의지이며, 그것이 곧 영원한 생명의 문을 여신 사건이다. 그러니 우리 역시 이 복음의 길을 걷기 위해 끝까지 사랑하는 삶을 선택해야 한다”고 말한다. 선택은 쉽지 않다. 왜냐하면 세상은 계속해서 우리를 높아지려는 욕망과 자기중심적 가치관으로 이끌기 때문이다. 그러나 우리에게는 이미 예수님의 본이 있고, 성령의 도우심이 있다. 우리가 진실로 이 사랑을 붙들고, 서로에게 종이 되기를 마다하지 않는다면, 교회는 다시 십자가의 능력을 나타낼 것이며, 온전한 부활의 희망을 선포할 수 있게 될 것이다. 사순절을 비롯해 우리의 일상 속에서, 예수님께서 보여 주신 이 고난과 사랑을 깊이 묵상하고 삶에 적용하기를 결단한다면, 우리 역시 예수님을 닮아 서로의 발을 씻어 줄 수 있는 참된 제자가 될 수 있다.

 “끝까지 사랑하시니라”라는 요한복음 13장 1절의 말씀은, 그리스도인이 이 세상에서 걸어가야 할 길이 ‘고난의 길’인 동시에‘사랑의 길’임을 선포하는 핵심 구절이다. 그리스도의 고난은 고통스럽고 비극적인 사건이지만, 동시에 그것은 인간을 살리는 하나님의 가장 아름다운 계획이었고, 예수님의 자기 희생적 순종이었다. 장재형 목사는 바로 이 점을 여러 설교와 저술에서 지속적으로 강조해 왔다. 그리고 고난을 단순히 피하거나 두려워하기보다, 그 안에 담긴 하나님의 뜻과 사랑의 본질을 발견하고, 똑같이 따라가는 삶이 중요하다고 가르친다. 이렇게 살아갈 때, 우리는 진정한 부활의 능력, 곧 새로운 생명과 기쁨을 경험할 수 있다. 사랑이 없는 고난은 그저 쓰라린 절망이 될 수 있지만, 사랑으로 감싸인 고난은 신비한 생명의 문으로 우리를 인도한다. 이것이 사순절에 우리가 되새겨야 할 가장 중요한 영적 메시지다.

먼저 우리는 예수님께서 겪으신 고난의 의미가 단순히 인간적 고통을 넘어서는, 하나님의 무한한 사랑임을 깨달아야 한다. 그 사랑을 ‘끝까지’ 베푸신 예수님의 모습에서, 고난이 저주가 아니라 영원한 생명으로 가는 길이라는 사실이 확연히 드러난다. 그리고 그 고난에 참여하는 것이야말로 우리에게 주어진 은혜이며 축복이다. 두 번째로, 그리스도의 고난과 사랑은 구체적 실천을 통해 오늘날 교회와 성도들의 일상 안에 재현되어야 한다. 예수님께서 발을 씻어 주시며 보여 주신 섬김의 정신을 이어받아, 우리가 서로의 발을 씻어 주고, 끝까지 사랑하는 삶을 살아갈 때, 비로소 세상은 교회를 통해 부활의 소망을 발견하게 된다. 장재형 목사가 끊임없이 전달하는 메시지는 이것이다. 요한복음 13장에 기록된 ‘끝까지 사랑하시니라’는 말씀처럼, 우리 역시 어떤 상황에서도 사랑하기를 포기하지 않고, 겸손히 섬김의 종으로 살아가며, 이 땅에 참된 하나님 나라를 증언하라는 것이다.

이 모든 것은 결국 예수님의 마지막 만찬에서 제자들에게 가르쳐 주시고 몸소 행하신 그 사건으로부터 출발한다. 제자들은 자신들끼리 높아지고자 분쟁을 일으켰고, 예수님은 이에 대해 ‘종의 모습’으로 답하셨다. 그리고 곧이어 예수님은 십자가에 달리셔서, 인류에게 영원한 생명의 길을 여셨다. 그 십자가는 고난이지만, 동시에 가장 아름다운 사랑의 메시지다. 그러므로 우리가 사순절을 비롯해 신앙생활의 모든 시간 속에서, 장재형 목사가 강조하는 말씀—“십자가는 고난이지만 결코 저주가 아니라 사랑이다”—를 깊이 묵상하며 끝까지 사랑하는 삶을 결단하기를 소망한다. 사랑은 말이 아니라 삶으로 증명되어야 하며, 서로의 발을 씻기고 낮아지는 태도를 통해 드러난다. 그 길이 좁고 험할지라도, 예수님께서 이미 보여 주신 모범을 따를 때 우리는 세상이 줄 수 없는 기쁨과 부활의 소망을 누릴 수 있다. “끝까지 사랑하시니라”는 선언이 우리의 삶과 공동체를 통해 오늘도 계속 울려 퍼지기를 바란다.

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L’identité et la voie du salut – Pasteur David Jang


1. Vivre en participant à la souffrance de Jésus-Christ

Le pasteur David Jang a souligné de manière constante, dans de nombreuses prédications, conférences et dans son ministère pastoral, « l’Évangile de Jésus-Christ » et « la vie qui participe à la souffrance ». En particulier, à l’approche du temps de Carême, il insiste sur l’importance de méditer profondément le chemin de souffrance que Jésus a parcouru pour nous, et de nous y associer, afin de prendre pleinement conscience de l’immense grâce dont nous sommes bénéficiaires.

Le Carême est une période d’environ 40 jours (hors dimanches) précédant Pâques, durant laquelle on commémore la souffrance de Jésus-Christ et on se prépare à la mort et à la résurrection de la croix par la repentance et la prière. C’est couramment un temps où les chrétiens s’examinent eux-mêmes et ravivent le désir de suivre, ne serait-ce qu’un peu, la voie que Jésus a empruntée.

Lorsqu’il prêche sur le Carême, le pasteur David Jang mentionne l’enseignement sur le jeûne que Jésus donne dans Matthieu 6. Le commandement de Jésus « Lorsque tu jeûnes, oins ta tête et lave ton visage » (Mt 6.17) signifie que celui qui jeûne ne doit pas adopter volontairement une expression misérable ni chercher à exhiber sa souffrance. En d’autres termes, il ne s’agit pas d’afficher une tristesse mondaine ou une souffrance personnelle, mais plutôt, conformément à l’intention originelle de Jésus, de « se tenir humblement devant Dieu tout en conservant la paix et l’assurance devant les hommes ». Dans ce monde, on peut facilement sombrer dans une atmosphère sombre et morose à l’heure de l’épreuve, mais le véritable croyant doit s’appuyer davantage sur Dieu même au milieu de tout cela, et faire de cette période une « occasion de se rapprocher de Lui ».

Le temps du Carême est particulièrement propice à la méditation sérieuse du message de salut contenu dans la croix de Jésus. La croix n’est pas simplement un symbole de la souffrance du Christ, mais révèle l’essence de la « rédemption » et de la « médiation » que Dieu offre aux pécheurs que nous sommes. Parce que le Christ est mort sur la croix, nos péchés ont été pardonnés et, par sa résurrection, nous avons reçu l’espérance d’une vie nouvelle. Pour saisir pleinement la signification de cet Évangile, il est indispensable de s’efforcer d’assimiler la voie de Jésus par la prière et la méditation de la Parole.

Dans ses prédications, le pasteur David Jang souligne souvent que, dans les temps de souffrance, les chrétiens d’aujourd’hui réagissent parfois seulement de la manière que le monde attend d’eux, ou se laissent envahir par une peur injustifiée et vivent dans la morosité. Il considère que cette tendance vient du fait que nous sommes trop liés aux hommes et que nous cherchons à nous reposer sur eux comme soutien. Cependant, pour celui qui croit en Jésus, même au milieu des tribulations et des épreuves, il faut manifester la confiance et la joie envers Dieu, à l’image de la parole « oins ta tête et lave ton visage ». Bien sûr, il ne s’agit pas de banaliser la souffrance ou de proscrire toute expression de tristesse. Mais le message est de croire que, même à cette époque tourmentée, la providence de Dieu demeure inchangée et que, plutôt que de compter uniquement sur le regard des hommes, nous devons nous concentrer davantage sur Dieu.

En effet, nombre de fidèles ont dû supporter l’éloignement physique de la communauté ecclésiale et vivre isolés lors de situations de catastrophe mondiale comme la COVID-19, ou encore au cours de douleurs et de crises personnelles. Pourtant, le pasteur David Jang interprète cette période comme un « temps de désert d’Arabie pour s’approcher de Dieu ». De la même façon que l’apôtre Paul, après avoir rencontré Jésus, a connu un temps de retraite spirituelle approfondie en Arabie, il nous exhorte à ne pas considérer la « distanciation sociale » ou la « solitude » qui nous est imposée comme une simple déprime ou un sentiment d’exclusion, mais plutôt à en faire une occasion d’étudier plus profondément la Parole, d’augmenter notre temps de prière, et de nous rapprocher davantage de Dieu.

Un autre aspect que le pasteur David Jang met en avant, c’est l’importance de transmettre correctement le cœur de la foi aux enfants et aux générations futures pendant ces temps de souffrance. Même si les possibilités d’acquérir des connaissances à l’école ou dans divers contextes parascolaires sont limitées, les parents doivent d’abord s’attacher à la Parole et expliquer facilement l’essentiel de l’Évangile (par exemple, le plan du salut ou les fondements de la Bonne Nouvelle) à la portée des enfants. En même temps, ils doivent éviter de sous-estimer la grande capacité de compréhension et les compétences intellectuelles des enfants, et leur transmettre systématiquement les enseignements centraux de la Bible. Tout comme la position de base et la disposition des touches sont importantes lorsqu’on tape sur un clavier d’ordinateur ou de smartphone, il est décisif, dans la vie de foi, de bien enclencher le premier bouton.

Plus que tout, il faut prendre garde à ce que les fidèles ne fouillent pas dans la « poubelle spirituelle » à l’ère d’Internet et des réseaux sociaux. Dans un monde où l’on peut facilement accéder à la pornographie et à toutes sortes d’informations nuisibles à tout instant, il met en garde sur le fait qu’un simple élan de curiosité peut nuire autant à notre âme qu’à notre corps. Surtout, plus le temps de solitude et d’ennui s’allonge, plus la tentation de consommer sans discernement Internet ou les médias comme passe-temps devient forte. Le pasteur David Jang qualifie cette réalité de « poubelle de Géhenne (l’enfer) » et exhorte à ne pas laisser notre cœur et notre temps être volés par de tels contenus nocifs, mais plutôt à méditer des passages tels que les Psaumes ou l’Épître aux Romains afin de purifier spirituellement notre être.

En fin de compte, le Carême consiste à se souvenir de « l’expérience de la souffrance » sans en éprouver crainte ni n’y voir qu’un aspect négatif, mais en faire plutôt une occasion de se réorienter spirituellement et de voir plus clairement la grâce de Dieu au sein même de la souffrance. Le message du salut proclamé par la croix et la résurrection de Jésus-Christ ne reste pas un événement du passé ; il s’agit, pour moi, ma famille et la communauté ecclésiale d’aujourd’hui, d’une grâce à faire l’expérience et à goûter de manière renouvelée. Le message de Carême du pasteur David Jang part précisément de là : « oins ta tête et lave ton visage ». Selon cette parole prononcée par Jésus lui-même, même en temps d’épreuve, il s’agit de ne pas perdre la présence et la paix du Seigneur, et de s’approcher toujours plus de Lui. C’est là l’esprit véritable du Carême et la vie qui participe à la voie de Jésus.


2. Saisir l’essence de l’Évangile

Non seulement pendant le Carême, mais aussi dans ses prédications et conférences habituelles, le pasteur David Jang exhorte fréquemment à « maîtriser (達通) l’Épître aux Romains ». Parmi les lettres de l’apôtre Paul, l’Épître aux Romains contient l’essentiel de la doctrine chrétienne et a une grande profondeur tant sur le plan théologique que spirituel. Paul y aborde avec perspicacité un large éventail de sujets, allant du péché et de la grâce, du salut et de la justification, à la souveraineté de Dieu et la responsabilité humaine, jusqu’à la vie de l’Église. Ainsi, lire intégralement l’Épître aux Romains, en comprendre profondément le contenu et l’appliquer à sa vie constitue pour tout chrétien une tâche de la plus haute importance.

Si le pasteur David Jang met autant l’accent sur l’Épître aux Romains, c’est parce que l’Église moderne et les croyants oublient souvent les concepts clés de l’Évangile que Paul soulignait. Beaucoup, tout en déclarant croire en Jésus, ne ressentent pas à quel point la grâce du salut qu’Il accorde est grande et merveilleuse, ni l’ampleur du bouleversement qu’implique la justification par laquelle le pécheur est déclaré juste ; ils se contentent de reproduire machinalement la vie d’Église. L’Épître aux Romains présente un contraste clair entre « le péché et la grâce », « la Loi et l’Évangile », « la condamnation et le salut », qui sont le point de départ de la foi chrétienne, et proclame avec netteté à quel point le plan de salut que Dieu a préparé est parfait et grandiose.

Il faut d’abord prêter attention à la « colère de Dieu » dont Paul parle à partir du verset 18 du premier chapitre de Romains. À ce propos, le pasteur David Jang enseigne que nous devons reconnaître clairement dans quel état lamentable se trouve l’humanité à cause du péché. La colère par laquelle Dieu juge le péché et révèle sa sainteté n’est pas un simple emportement émotionnel, mais reflète en même temps la justice et l’amour de Dieu. Les hommes répugnent à admettre qu’ils sont pécheurs. Pourtant, dans le chapitre 1 de Romains, Paul décrit avec clarté à quel point nos péchés sont universellement répandus et comment ils provoquent la juste colère et le jugement qui viennent de Dieu.

Le pasteur David Jang affirme qu’il faut connaître avec certitude la « colère de Dieu » pour comprendre véritablement la « grâce de Dieu ». Autrement dit, l’homme doit admettre qu’il est pécheur et qu’il ne peut qu’être placé devant le jugement divin ; ce n’est qu’en reconnaissant cette réalité qu’il est possible de saisir le sens véritable de la croix de Jésus-Christ. Sinon, la mort expiatoire et la résurrection du Christ risquent de rester de simples notions doctrinales. C’est pourquoi il insiste sur l’importance de s’appuyer fermement sur les chapitres 1 à 3 de Romains, qui décrivent le péché et le jugement, puis annoncent au milieu de cela la promesse du salut.

Le pasteur David Jang témoigne de l’expérience qu’il a eue en 2003 lorsqu’il enseignait l’Épître aux Romains aux États-Unis, et comment il a récemment relu ce contenu et en a retiré une grande bénédiction. Il dit avoir rassemblé et diffusé largement les supports de ce cours à l’époque, et il encourage les croyants à les étudier, ne serait-ce que par devoir. En effet, l’Épître aux Romains renferme de nombreuses vérités essentielles de manière très dense, et si l’on ne comprend pas ce corpus doctrinal de manière systématique, il y a un risque que notre foi soit déformée ou reste à un niveau superficiel.

De fait, l’Épître aux Romains a pour thème central la « justification par la foi » (la vérité selon laquelle on est déclaré juste par la foi). Paul soutient que, de même que toute l’humanité est devenue pécheresse en Adam, tous ceux qui croient sont déclarés justes en Christ. Cette doctrine constitue un point crucial, car elle traverse l’ensemble de l’Ancien Testament, les prophéties, l’incarnation et le ministère terrestre de Jésus, la croix, et la résurrection ; elle fut aussi l’une des confessions de foi majeures que Luther, Calvin et autres réformateurs restaurèrent puissamment tout au long de l’histoire de l’Église. Le pasteur David Jang souligne sans cesse cet aspect et affirme que l’Épître aux Romains, dans sa totalité, nous conduit à examiner l’Église et le monde à la lumière de cet « Évangile de la justification ».

De plus, au chapitre 8 de Romains, on découvre une déclaration extraordinaire : « la loi de l’Esprit de vie » nous a libérés de la loi du péché et de la mort. Cela signifie que le croyant n’est pas seulement une personne dont les péchés ont été pardonnés, mais qu’il a aussi reçu, grâce à la présence intérieure et à la conduite du Saint-Esprit, la puissance de marcher chaque jour vers la sainteté. À partir de ce passage, le pasteur David Jang enseigne en particulier que ceux qui croient en Dieu ne doivent pas retomber sous le joug du péché ou vivre dans un état d’impuissance. Puisque nous sommes devenus une nouvelle créature en Jésus-Christ et que l’Esprit du Christ habite en nous, nous devons choisir de vivre en êtres totalement différents de ce que nous étions auparavant.

Ainsi, l’Épître aux Romains aborde un large éventail de sujets, allant de la sotériologie à la pneumatologie et à l’ecclésiologie, et aboutit finalement à cette question pratique : « Comment le croyant peut-il vivre dignement du salut qu’il a reçu ? ». À partir du chapitre 12, on trouve des directives pour la vie concrète, fondées sur le socle doctrinal précédent. Le pasteur David Jang décrit cela par l’expression « l’Évangile doit s’incarner en nous ». En d’autres termes, il ne s’agit pas d’une simple connaissance intellectuelle, mais d’un Évangile qui se concrétise dans la vie quotidienne. Certaines personnes lisent beaucoup la Bible et étudient la doctrine sans que leur vie ne change pour autant, parce qu’elles ne considèrent la Parole que comme un objet d’« étude intellectuelle ». En affirmant « maîtrisez l’Épître aux Romains », le pasteur David Jang insiste sur la nécessité d’incarner la Parole dans tous les domaines de notre existence.

En résumé, le « projet de maîtrise de l’Épître aux Romains » que préconise le pasteur David Jang n’est pas une simple tâche de lecture biblique, mais un processus visant à assimiler concrètement les doctrines centrales du salut et à renouveler notre âme. Grâce à cela, les croyants réalisent clairement « à quel point j’étais pécheur à l’origine », « quelle grâce de salut j’ai reçue par Jésus-Christ » et « quel genre de vie je dois mener avec la puissance du Saint-Esprit ». Plus la compréhension de ces vérités s’approfondit, plus le culte et la prière, la communion et le service, et même l’évangélisation et la mission, peuvent être pratiqués à un niveau totalement différent de ce qu’ils étaient auparavant.


3. Rétablissement de l’identité

En insistant à la fois sur la méditation du Carême et de l’Épître aux Romains, le pasteur David Jang prêche en même temps un message de « restauration de l’identité » à partir du chapitre 43 du livre d’Ésaïe. « Ésaïe 43 » est célèbre pour la déclaration de Dieu « Ne crains pas », adressée au peuple d’Israël dans la situation de déportation à Babylone. « Et maintenant, ainsi parle l’Éternel, qui t’a créé, ô Jacob ! Celui qui t’a formé, ô Israël ! Ne crains pas, car je t’ai racheté ; je t’ai appelé par ton nom : tu es à moi. » (Ésaïe 43.1) Ce passage rappelait à ce peuple plongé dans l’obscurité et le désespoir qu’ils étaient « le peuple choisi de Dieu et sa propriété ».

En citant ce texte, le pasteur David Jang souligne que la même déclaration s’applique à la manière dont les chrétiens d’aujourd’hui se perçoivent. Nous avons souvent tendance, face aux difficultés du monde ou sous le poids de la culpabilité et de la dépression spirituelle, à nous considérer comme insignifiants et à perdre l’essence de la foi. Mais Dieu déclare clairement : « C’est Moi qui t’ai créé. Tu es à Moi. » Si nous passons à côté de cette vérité, nous nous laissons dominer par les circonstances ou succombons facilement aux tentations du monde. Nous devons nous voir comme des « êtres honorables créés par Dieu », tout en reconnaissant que nous sommes aussi des « pécheurs rachetés par Dieu ». C’est cette conscience spirituelle fondamentale qui abat l’orgueil humain et nous place pleinement devant Dieu.

Par ailleurs, la promesse mentionnée au verset 2 d’Ésaïe 43 : « Les eaux ne t’engloutiront pas et la flamme ne te consumera pas », symbolise la protection et la direction de Dieu. Dans le contexte désespéré de la captivité à Babylone, et au milieu des souffrances et des épreuves qui menaçaient de les engloutir, si le peuple d’Israël pouvait encore s’accrocher à l’espérance, c’était en raison de la promesse que le Dieu qui les avait créés ne les oublierait jamais. À ce sujet, le pasteur David Jang souligne la nécessité de reconnaître correctement la « souveraineté de Dieu ». Le Dieu Créateur est notre Maître, et nous sommes son œuvre et sa propriété. Lorsque nous admettons cela, nous nous tenons sur la conviction qu’aucune tempête de la vie ne peut fondamentalement nous anéantir.

En développant ce concept de la souveraineté de Dieu dans un contexte moderne, le pasteur David Jang explique que cela signifie « que Dieu, qui a créé toutes choses, en détient les droits ultimes ». Il emploie une image : lorsqu’il y a un bâtiment, son propriétaire est celui qui l’a édifié. Tant qu’on n’est pas le propriétaire, on ne peut librement le rénover, le détruire ou changer son usage. De la même manière, puisque Dieu a façonné notre existence, il est naturel qu’il en soit le Maître. Mais la société contemporaine, en soulignant l’autonomie et le droit à l’autodétermination, tend en réalité à nier la souveraineté divine. On voit se répandre l’attitude d’un humain qui fixe lui-même les normes de sa vie, décrète le bien et le mal, et ne respecte pas la volonté du Créateur.

Toutefois, le chapitre 43 d’Ésaïe prédit qu’au milieu de la tragédie historique qu’est la déportation à Babylone, le peuple de Dieu ne sera jamais anéanti et sera rétabli. Cela illustre finalement la vérité selon laquelle « le salut de Dieu transcende l’espace et le temps et délivre ceux qui croient en ses promesses ». Selon le pasteur David Jang, il en va de même pour les crises et tribulations de notre époque. Lorsque la COVID-19 a frappé le monde entier, nombreux sont ceux qui ont sombré dans la peur et le désespoir. David Jang a alors prêché sur la parole : « Ne crains pas, car je t’ai racheté, je t’ai appelé par ton nom : tu es à moi », en appelant à restaurer notre confiance en Dieu et à réaffirmer l’identité qu’il nous a donnée.

Le verset 4 du chapitre 43, « Parce que tu as du prix à mes yeux, que tu es honoré et que je t’aime », exprime à quel point Dieu nous juge précieux. Il arrive souvent que les gens se sous-estiment ou voient leur identité vaciller sous le regard d’autrui. Pourtant, la Bible déclare clairement « combien nous sommes précieux aux yeux de Dieu ». Cela ne signifie pas que « le Dieu saint est inconditionnellement de notre côté, donc nous pouvons faire ce que nous voulons », mais plutôt que « nous sommes ses enfants et avons vocation à grandir sans cesse vers la sainteté ». Ainsi, lorsque nous prenons conscience de cette sainte identité, nos paroles et nos actes se transforment peu à peu pour ressembler de plus en plus à Dieu.

S’appuyant sur ce message du chapitre 43 d’Ésaïe, le pasteur David Jang met à nouveau l’accent sur la vocation de l’Église et des croyants. Dans la réalité où la voie du salut et celle de la ruine coexistent, non seulement devons-nous nous-mêmes choisir la voie du salut, mais nous avons aussi la responsabilité d’y guider autrui. Comme le déclare Jérémie 21.8 : « Je mets devant vous la voie de la vie et la voie de la mort », le dénouement de notre vie dépend encore aujourd’hui du chemin que nous choisissons. Même dans un contexte de « distanciation » sociale, nous pouvons nous rapprocher davantage de Dieu ; c’est plutôt un temps pour nous approfondir spirituellement, et redécouvrir notre identité et notre mission.

En outre, le pasteur David Jang invite à profiter de cette période pour recouvrer également la santé physique. À cause de la COVID-19, la vie en intérieur a augmenté et beaucoup ont vu leur corps s’affaiblir par manque d’exercice. Pourtant, le salut dont parle Ésaïe 43 ne concerne pas seulement l’âme ; il vise un salut total qui restaure tous les aspects de notre vie sous la souveraineté de Dieu. Dans ses prédications, David Jang prodigue souvent des conseils pratiques du type : « Faites 200 pompes, faites des flexions, installez même un appareil à la porte de votre maison et faites des exercices ». À la lumière de l’exhortation de 2 Corinthiens 7.1 : « si notre esprit se fortifie, notre âme et notre corps se fortifieront aussi », il souligne la nécessité de rechercher une croissance équilibrée du corps et de l’âme.

En fin de compte, Ésaïe 43 est un chapitre qui réaffirme qu’au milieu du désespoir et de la détresse, « Dieu demeure le Souverain, nous aime et nous restaure ». À partir de ce texte, le pasteur David Jang prêche sur la question de notre appartenance, sur la raison pour laquelle nous devons recevoir une vie nouvelle en Jésus-Christ et sur la manière dont ce salut doit s’appliquer concrètement à notre vie d’aujourd’hui. Lorsque nous entendons la voix de Dieu disant : « Tu es à moi », non seulement nous vivons en tant qu’hommes libres, affranchis du péché et de la mort, mais nous ressentons également, en même temps, la joie et la responsabilité d’être « la propriété de Dieu ».

En résumé, le pasteur David Jang encourage les croyants, à l’approche du Carême, à « maîtriser l’Épître aux Romains » et, à travers ce processus, à saisir fermement l’essence de l’Évangile, à savoir le péché et la grâce, le salut et la justification. En outre, il enseigne qu’en méditant Ésaïe 43, nous devons prendre conscience que notre identité et notre appartenance se trouvent en Dieu, ne pas nous décourager dans la souffrance, et prendre un temps pour nous rapprocher davantage de Lui. Il donne également des conseils pratiques pour transmettre correctement l’essentiel de la foi aux enfants et prendre soin de notre corps afin de rester en bonne santé. En définitive, les prédications et les messages associés au pasteur David Jang forment un courant global qui exhorte les fidèles d’aujourd’hui à développer une relation juste avec Dieu et à grandir dans la maturité, en intégrant la signification du Carême tournée vers Jésus-Christ, l’essence de l’Évangile enseignée dans l’Épître aux Romains, et la restauration de notre identité proclamée dans Ésaïe 43.

Il ne s’agit pas d’une simple exhortation ponctuelle, mais d’un message à long terme appelant à connaître Dieu plus profondément, à nous examiner à la lumière de la Parole, à rechercher la sainteté sous la conduite du Saint-Esprit et à mener constamment une vie évangélique qui reflète Jésus-Christ au sein de l’Église et dans le monde. Comme le déclare Paul dans Romains 10.6–8, « nous n’avons pas besoin de monter au ciel ou de descendre dans l’abîme pour connaître le Christ » ; nous pouvons le découvrir déjà par la ‘Parole’ qui est proche de nous. Cette Parole renferme la foi et la vie, et c’est par l’œuvre du Saint-Esprit qui remplit notre cœur que nous expérimentons la véritable restauration et le réveil. Et cela ne constitue pas une simple émotion passagère, mais la voie pour édifier l’Église et bénir le monde.

En conclusion, le message du pasteur David Jang contient globalement les points clés suivants :

  1. À travers le Carême, méditons à la fois la voie de la souffrance et celle de la grâce, et, comme Jésus l’a dit : « oins ta tête et lave ton visage », gardons une attitude de confiance et de joie envers Dieu même dans la souffrance.
  2. Grâce à la ‘maîtrise de l’Épître aux Romains’, assimilons plus profondément les doctrines centrales de la foi chrétienne, telles que le péché et la grâce, le salut et la justification, ainsi que la vie nouvelle dans l’Esprit.
  3. Gravons dans notre cœur la déclaration d’Ésaïe 43 : « Tu es à moi », prenons conscience que notre identité et notre appartenance résident entièrement en Dieu, et vivons en plaçant notre confiance dans sa protection et son salut qui transcendent tout désespoir et toute tribulation.

Ces trois éléments sont étroitement liés et deviennent la force motrice qui consolide notre foi et transforme notre vie.

身份与救赎之路 —— 张大卫牧师


1. 参与基督受的生命

张大卫牧师在多次讲道、授课以及牧会现场,都始终如一地强调“耶稣基督的福音”和“参与基督受难的生命”。尤其是在四旬期到来之际,他不断呼吁我们要深刻默想耶稣为我们所走过的苦难之路,并且借着与基督苦难同路,来认识自己所领受的浩大恩典。四旬期指复活节前大约40天(不含主日),在此期间纪念耶稣基督的受难,并借着悔改和祈祷,预备迎接主的十字架之死与复活。人们常在这段时间自省 introspection,重新点燃那愿意跟随耶稣脚踪的渴慕。

在四旬期的相关讲道中,张大卫牧师经常提到马太福音第6章中耶稣关于禁食(禁食与祷告)的教训。“你禁食的时候,要梳头洗脸”(太6:17)这句话强调,不要刻意显出悲苦或让人知道自己正处于苦难之中。也就是说,不应以世俗的哀伤或个人的痛苦去吸引人们的目光;相反,耶稣原本的用意是“在神面前彻底谦卑,但在人面前依然保持平安与勇气”。当世界面对苦难时,往往容易陷入晦暗与忧郁,然而真正有信心的人反而应当在苦难中更加倚靠神,把这段时间当作“更亲近神的机会”。

尤其是四旬期,正是我们严肃默想十字架所蕴含之救恩信息的绝佳时刻。十字架并不仅是耶稣受难的象征,更是彰显了“神对罪人的救赎”与“中保”之本质。基督在十字架上牺牲,让我们的罪得以赦免;并且借着主的复活,我们得以获得新的生命盼望。要深入体会这一福音真谛,就必须通过祈祷和默想圣言,下定决心走上耶稣所走的道路。

张大卫牧师时常指出,如今许多基督徒在面对苦难时,只按世俗方式去回应,或者陷于不必要的恐惧与忧郁之中。他认为,原因在于人过度依赖他人,并把可倚靠的对象仅仅局限在世人身上。作为信徒,即使遭遇患难与困境,也应当如同耶稣所说的“要梳头洗脸”,展现对神的信赖以及内心的喜乐。当然,这并不是说要忽视苦难本身或不要表达悲伤,而是强调在任何苦难年代里,要相信神不变的主权和安排,不要过分关注于人眼的评价,而要更专注地仰望神。

事实上,很多信徒在新冠疫情等全球灾难,或个人痛苦与危机之中,不得不与教会群体分隔,过着被孤立的生活。张大卫牧师却将这段日子诠释为“向神更加亲近的阿拉伯旷野时刻”。如同使徒保罗在遇见主之后,于阿拉伯度过一段独立而深层灵修的时间一样,我们面临的“社交距离”或“孤独时刻”,其实不应仅仅被视为孤独与忧郁的状态,而应该成为更深入研究圣经、堆积更多祷告、并与神更加亲密的机会。

张大卫牧师同时强调,苦难时期也是向孩子以及下一代传授信仰核心的关键时刻。即便孩子在学校或各种补习班接受知识的机会受到限制,父母也应当先自己紧紧抓住神的话,用浅显易懂的方式传递福音的核心(如:四律或救恩基础),并按照孩子的眼界循循善诱。然而,也不应低估孩子的高理解力与聪明才智,要系统地教导圣经中的关键真理。就像敲电脑或手机键盘时,正确的基本手型和指法极其重要,在信仰生活中,扣好“第一粒纽扣”也是决定性的。

值得注意的是,在互联网和社交媒体高度发达的时代,我们要警惕信徒不要去翻“属灵的垃圾桶”。这个世界可以随时随地接触到色情或其他各种有害信息,瞬间的好奇都会严重侵蚀人的灵与身。尤其当寂寞和无聊的时刻变长,人更容易陷入用无谓的网络或媒体内容来“打发时间”的诱惑。张大卫牧师将此称为“垃圾桶的地狱(Gehenna)”,警示我们不要把宝贵的心思和时间投入到这些有害之事里,而要借由默想诗篇、罗马书等经文,来使灵性得以净化。

所以说,四旬期就是在纪念“苦难经历”的同时,不要只把苦难视为负面或恐惧之源,而是将其当作在其中更为明晰地看见神恩典的“灵性重整”契机。耶稣基督的十字架与复活所宣告的救恩信息,并非停留在过去的事件,而是今天我与我的家人,以及教会群体可以重新经历与享用的恩典之事。张大卫牧师的四旬期信息正是从这里展开:“要梳头洗脸,用膏抹头。”如同主耶稣自己所吩咐的,在任何患难时刻都不失去主的同在与平安,反而更加亲近祂,这才是四旬期真正的精神,也是与耶稣之路同行的生活。


2. 住福音的精髓

不只是在四旬期,张大卫牧师在平日的讲道和授课中,也常勉励信徒“通晓罗马书(‘罗马书达通’)”。在保罗的众多书信里,罗马书可以说是最系统、神学深度最丰富的一卷,深含基督教信仰和教义的精华。保罗在书中洞见广泛议题:罪与恩典、救恩与称义、神的主权与人的责任,以及教会的生活等等。因此,认真完整地阅读罗马书,并将其中真理融会贯通、应用在生活中,对所有基督徒来说都非常重要。

张大卫牧师之所以特别强调罗马书,是因为当代教会与信徒,时常忽视保罗在此书中反复强调的福音核心概念。虽然很多人自称信耶稣,却未能真正体认到主所赐之救恩是何等浩大,罪人得称为义是一场何等震撼人心的改变;不少人在教会生活中也只是一种“习惯性地”重复。罗马书则清晰对比了“罪与恩典”、“律法与福音”、“定罪与救赎”,宣告神救恩计划的完美与宏大。

首先要关注罗马书1章18节开始对“神的愤怒”的论述。张大卫牧师指出,我们必须由此正确地认识到,人类因罪处在何等悲惨的境况里。神对罪的审判与神圣的愤怒,绝非情绪的发泄,而是彰显神的公义与爱的同时运作。人往往不愿承认自己的罪,但保罗在罗马书1章里,将人类普遍而深重的罪恶及其所招致的神的愤怒和审判一一展现在我们面前。

张大卫牧师认为,只有透彻领会“神的愤怒”,才能真正领悟“神的恩典”。唯有承认自己是罪人,并且在神的审判面前无可逃遁时,才能真正明白耶稣基督十字架的救赎意义。否则,十字架上赎罪的死亡与复活就会仅仅停留在教义知识层面,不会触及生命深处。因此,他强调我们要扎实地把握罗马书1~3章所讲述的罪与审判,以及在此背景下被宣告的救恩应许。

张大卫牧师分享了他在2003年于美国讲授罗马书的经历,并见证他近期重新翻阅当时的教材,再次获得极大的属灵恩典。他也整理并推广那时使用的讲义,鼓励信徒“哪怕以一种‘义务’的方式”也好,都去深入学习。因为罗马书当中的真理何其重要,如果我们不系统地掌握这些教义,我们的信仰就可能被扭曲,或者仅停留在浮浅层面。

事实上,罗马书的核心即“因信称义”(藉着信心得以被神称义)的真理。保罗在其中争辩:正如所有人在亚当里都成了罪人,同样所有在基督里信的人,都被称为义。这一教义贯穿了旧约的约、先知的预言、耶稣的道成肉身与传道、十字架之死以及复活事件,也是教会历史中路德、加尔文等宗教改革者们重新高举的关键信仰告白。张大卫牧师反复强调,整卷罗马书就是在此“称义的福音”根基上,带领信徒去思考教会与世界。

而在罗马书第8章,保罗更宣告“生命之圣灵的律在基督耶稣里释放了我们,使我们脱离罪和死的律”(罗8:2),这是何等令人惊叹的真理。得救的人不仅仅停留在罪得赦免的地步,更是在圣灵的内住和带领下,每日奔走在迈向圣洁之途的过程中。张大卫牧师特别以此指出,真正相信神的人,不应再被罪势所捆绑,也不应在生活中继续软弱无力;我们在基督里已经成为新造的人,并且有基督的灵与我们同在,就应当活出与以往截然不同的新生命。

罗马书不仅从救恩论、圣灵论一直讨论到教会论,并最终解答:“作为被拯救的人,究竟该如何生活?”从罗马书12章往后,保罗将前面所奠定的教义基础,转化为实践生活的指导。张大卫牧师形容:“福音应当在我们里面‘道成肉身’(incarnation)。”换言之,不只是头脑知识,更要在生活中落实。不少人虽然读经很多,也研究教义,却并没有实际的生命转变,这是因为他们只把神的话当作“认知对象”。张大卫牧师的“罗马书达通”之呼吁,即在于让信徒从各个层面“践行”真道。

简而言之,张大卫牧师所倡导的“罗马书达通项目”并非单纯的“读经”任务,而是要真正掌握救恩的核心教义,让我们的灵命焕然一新。通过这一过程,信徒会更清楚地明白“我原本是何等的罪人”、“我因耶稣基督领受了怎样的救恩”、以及“借着圣灵的能力我该如何活出新的样式”。在这体悟加深的同时,我们的敬拜、祈祷、团契、服事以及宣教和传福音,都能提升到截然不同的境界。


3. 

张大卫牧师在强调四旬期以及罗马书默想的同时,也借着以赛亚书43章带出“身份恢复”的信息。以赛亚书43章是上帝对处在巴比伦被掳境遇、深陷绝望的以色列百姓所宣告的:“不要害怕”。经文这样写道:“雅各啊,创造你的耶和华,现在如此说;以色列啊,造成你的那位,现在如此说:‘你不要害怕,因为我救赎了你。我曾提你的名召你,你是属我的。’”(赛43:1) 当时的百姓深陷黑暗与绝望,而这里的信息再次向他们确认:“你们是神所拣选的百姓,是神的产业。”

张大卫牧师借此指出,如今信徒自我认识的视角也应当同样适用这番宣告。我们往往在世间的困难与罪疚,或被压制的属灵低谷中,失去了对自己身份的正确认识,也容易偏离信仰本质。然而神清楚地说:“创造你的就是我,你是我的。”若我们忽视这个真理,就会被环境左右,或被世界的诱惑轻易吞噬。我们需要时刻记得自己是“神所创造的尊贵存在”,同时也是“被神赎回的罪人”。这能破除人本身的骄傲,使我们甘心在神面前降服。

以赛亚书43章2节所说的“江河也不能淹没你,火焰也不着在你身上”,象征了上帝的保守与带领。即使在巴比伦被掳的绝望环境,或其他大大小小要吞噬我们人生的苦难中,以色列之所以能坚持盼望,正是因为创造他们的神绝不忘记他们的应许。张大卫牧师强调,由此我们要正确地承认“神的主权”。这位创造主才是我们真正的主人,而我们不过是祂的工作品和产业。若确信这一点,那么无论什么狂风暴雨,都无法从根本上吞噬我们。

张大卫牧师将神的主权延伸到当代语境,指明这意味着“创造万物的神拥有最终所有权”。打个比方,一栋建筑物只有建造它的人才是其真正的主人,若没有权利证,谁都无法随意拆改、变更用途。同理,我们的人生也是神所塑造,因此尊祂为主人是理所应当。可是现代社会却不断高扬自主与自我决定权,实际上否认了神的主权,流行“人自己决定善恶与价值”的观念,而对造物主的心意置若罔闻。

然而以赛亚书43章却在巴比伦掳掠的历史悲剧之中,预言神的子民终不会彻底灭亡,而是一定会被重建。这也昭示“神的救恩超越时空,对信祂应许的人必施行拯救”的永恒真理。张大卫牧师将当今世代的危机和患难与之类比:当新冠疫情席卷全球时,很多人陷入恐惧与绝望。那时,张大卫牧师就是以赛亚书43章1节“你不要害怕,因为我救赎了你。我曾提你的名召你,你是属我的”作为证道经文,劝勉大家要重建对上帝的信赖,并重新确认自己的属神身份。

特别是43章4节“因我看你为宝为尊,又因我爱你”这一句,更是着重强调神何等珍视我们。人常常因为环境或他人的眼光而自我贬低,身份感也因此动摇。但圣经清晰告诉我们“在神眼里我们是多么宝贵的存在”。这并不代表“至圣的神无条件站在我方,容我随心所欲”,而是说明“我们是祂的儿女,必须不断朝圣洁成长”。当我们意识到这神圣的身份,我们的言行举止也会日益朝着更像神的方向转变。

基于此,以赛亚书43章的信息亦强调教会和信徒的呼召。在当今现实里,救恩与灭亡之路同时摆在面前,我们不仅要为自己选择走上救恩之路,还要担当向他人指明这条正路的使命。正如耶利米书21章8节所言:“我已将生命之路和死亡之路摆在你们面前。”如今我们如何选,便决定了人生的结局。哪怕在推行社会“隔离”的情形下,我们依然可以“更亲近”神,利用这段时间更深地扎根属灵生命,同时重新发现自己的身份和使命。

张大卫牧师更鼓励大家在此阶段兼顾身体健康。疫情时期许多人居家时间增加,运动量不足导致体质下降。但以赛亚书43章所言的救恩并不止于灵魂得救,而是在神统治之下,整个人生都逐步得以重建与复原。张大卫牧师在讲道中经常具体鼓励信徒:“每天做200个俯卧撑,多做深蹲等腿部锻炼,或在家门上挂健身器材来运动。”并引用哥林多后书7章1节的意涵,“我们的灵若刚强,魂和体也会同得刚强。”强调灵与肉身均衡成长的重要性。

所以,以赛亚书43章在绝望与患难之中再次确定:“神仍是掌权者,祂爱我们,并且要亲手复兴我们。”张大卫牧师借此经文分享:我们的身份究竟归属于谁?为什么我们必须在耶稣基督里获得新生命?以及怎样将这救恩切实地运用于当下的生活?当我们听见神说“你是属我的”,我们不但在罪与死亡中得释放,也会因“身属神”而拥有由衷的喜乐与责任感。

总结而言,张大卫牧师勉励四旬期的信徒深入研读罗马书,并在这个过程中牢牢抓住罪与恩典、救赎与称义这些福音核心。同时再透过默想以赛亚书43章,确认自己唯一归属神,不要在苦难中失望;反而要更贴近神,也要向下一代传承信仰要旨,并兼顾身体健康。换言之,与“张大卫牧师”相关的讲道与信息,紧扣四旬期默想耶稣基督、罗马书所启示之福音精髓,以及以赛亚书43章对我们身份恢复的宣告,引领如今的信徒与教会在神面前建立正确的关系,且不断成熟。

这不仅是一时之劝,而是一条长期的属灵道路:更加深刻地认识神,用神的话语光照自己,在圣灵里追求圣洁,并在教会与世人面前显明基督的荣耀。正如保罗在罗马书10章6~8节所言:“我们无需为认识基督而上天或下到阴间去”,因为神的话语就在我们近旁;信与生命都蕴含在其中。当这道丰丰富富地内住在我们心里,我们就会经历真正的复兴与更新,而这并非短暂的情感冲击,而是能建造教会、祝福世界的道路。

综合而言,张大卫牧师的信息主要贯穿以下要点:
第一,在四旬期思考苦难与恩典之路时,要遵行耶稣“梳头洗脸,用膏抹头”的教导,在苦难中更信赖神、保持内心的喜乐。
第二,借着通读和深入研读罗马书,掌握“罪与恩典”、“救恩与称义”、“圣灵里的新生命”等基督教信仰的核心教义,并在日常生活中切实活出来。
第三,牢记以赛亚书43章“你是我的”这句宣告,将我们身份和归属完全认定在神那里,无论外在环境多么黑暗,都要坚信神必拯救与看顾。
这三者紧密相连,并成为坚固信心、更新生命的动力。

这是对我们信仰生活的长远呼召:在神的话语里、在基督耶稣里、在圣灵同在里,不断成长与成熟,把教会与世界带向真正的福分。愿我们都能按此而行。阿们。

アイデンティティと救いへの道 – 張ダビデ牧師


1. イエスキリストの苦難にあずかる人生

張ダビデ牧師は、数多くの説教や講義、そして牧会の現場において、一貫して「イエス・キリストの福音」と「その苦難にあずかる人生」の重要性を強調してきました。特に四旬節(サッジュンセツ、以下「サソンジョル」と表記)を迎えるたびに、イエス様が私たちのために歩まれた苦難の道を深く黙想し、その道に参加することで自分がどれほど大きな恵みにあずかっているかを悟ることが大切だと説きます。サソンジョルは復活祭の前、およそ40日間(主日を除く)にわたりイエス・キリストの苦難を記念し、悔い改めと祈りを通して主の十字架の死と復活を準備する時期です。多くのクリスチャンはこの期間を、自分自身を省みつつ、イエス様の歩まれた道を少しでも追体験しようとする新たな熱望を呼び起こすターニングポイントにします。

張ダビデ牧師がサソンジョルについて説教する際、イエス様がマタイによる福音書6章で語られた「断食の教え」に言及することがあります。「あなたが断食をするとき、頭に油を塗り、顔を洗いなさい」(マタイ6:17)というイエス様の言葉は、断食している者がわざとみすぼらしい表情を作ったり、自分が苦難を受けていることを人に示そうとしたりする態度を戒めています。つまり、世的な悲しみや個人的な痛みを誇示するのではなく、本来イエス様が意図されたように「神の前では心からへりくだり、しかし人の前では平安と大胆さを保ちなさい」という意味です。世の中は苦難の時期を迎えると暗く沈んだ雰囲気に陥りがちですが、真の信仰を持つ人はそのようなときこそ神をいっそう深く仰ぎ見て、この時期を「神に近づく機会」として活用しなければならないと教えます。

特にサソンジョルこそ、イエス様の十字架に秘められた救いのメッセージを真摯に黙想するのに最適な時期です。十字架は単にイエス様の苦難の象徴にとどまらず、罪人である私たちに与えられた「神の贖い」と「仲保」の本質を示しています。キリストが十字架の上で死なれたことによって私たちの罪は赦され、その復活によって新しいいのちの希望を得られたのです。この福音の意味を深く悟るためには、祈りと御言葉の黙想を通してイエス様の歩みを自分のうちに体得しようとする努力が不可欠です。

張ダビデ牧師はしばしば説教の中で、現代のクリスチャンが苦難のときに世の求めるやり方だけで反応したり、不必要な恐れに囚われて沈んでしまったりする姿を指摘します。その原因は、人間関係に過度にとらわれ、頼るべき対象を人の中で探す傾向にあると見ています。イエスを信じる者であれば、患難や逆境のさなかにあっても「頭に油を塗り、顔を洗いなさい」と言われたイエス様の御言葉のように、神への信頼と喜びを外に示せるはずだと説くのです。もちろん、これは苦難そのものを軽んじたり、悲しみを一切表現してはならないという意味ではありません。結局はこの困難な時代にも神の摂理が変わりなく働いていることを信じ、人の視線だけに振り回されるのではなく、神により集中せよというメッセージです。

実際、多くの信徒たちは、新型コロナウイルス感染症(COVID-19)のような世界的な災難や、個人的な痛みや危機を経験する中で、教会共同体から物理的に離れ孤立した生活を余儀なくされました。しかし張ダビデ牧師は、この時間を「神に近づくアラビアの荒野の時間」として捉えます。使徒パウロがイエス様に出会った後、アラビアで独立しつつも深い霊的修練の時を過ごしたように、私たちに与えられた「社会的距離」や「孤独の時間」を、ただの憂鬱や疎外感として片づけるのではなく、むしろ御言葉をより深く研究し、祈りをさらに積み重ね、神と親密になる機会にすべきだという勧めです。

張ダビデ牧師が強調するもう一つの側面は、このような苦難のときを通して子どもたちや次世代にこそ信仰の核心を正しく教えるべきだという点です。子どもたちが学校や塾などで学習の機会を制限されている状況下でも、まず親が御言葉を握り、「福音の核心(例:四つの霊的法則や福音の基礎)」を子どもの目線に合わせ、わかりやすく解き明かす必要があります。その際、子どもたちが持つ高い理解力や知的能力を過小評価せず、聖書の主要な教えを体系的に伝えなければなりません。パソコンやスマートフォンのキーボードを打つとき、基本位置や型が重要であるのと同様に、信仰生活でも最初のボタンを正しくかけることが非常に決定的だというのです。

最も注意すべき点として、インターネットやSNSが発達した時代において、信徒たちが「霊的ゴミ箱」をあさることのないよう警戒しなければならないと張ダビデ牧師は警鐘を鳴らします。いつでも有害情報やわいせつなコンテンツに触れやすい世界で、一瞬の好奇心が私たちの霊と肉体の両方を蝕むおそれがあるからです。特に孤独を感じる時間が長引き、退屈が増すほど、不要なインターネットやメディアコンテンツで時間をつぶす誘惑が大きくなります。張ダビデ牧師はこれを「ゴミ箱ゲヘナ(地獄)」という表現で語り、そのように有害なものに心と時間を奪われることなく、むしろ詩編やローマ書のような御言葉を黙想して霊的浄化を図るよう呼びかけます。

結局のところ、サソンジョルは「苦難の体験」を思い起こしながらも、その苦難を恐れたり否定的に見るのではなく、その中でいっそう神の恵みを明るく見る霊的再整備の契機として招かれているのだと言えます。イエス・キリストの十字架と復活が告げ知らせる救いのメッセージは、決して過去の出来事にとどまらず、今日の私と私の家族、そして教会共同体が新たに体験し享受すべき恵みの出来事だからです。張ダビデ牧師のサソンジョルのメッセージは、まさにここから始まります。「頭に油を塗り、顔を洗いなさい」。イエス様ご自身が言われたこの御言葉通り、どんな患難の時にも主の臨在と平安を失わず、さらに主に近づいていくことこそ、サソンジョルの真の精神であり、イエス様の道にあずかる人生だと言えるのです。


2. 福音の真髄を握る

張ダビデ牧師はサソンジョルのみならず、平素の説教や講義でもしばしば「ローマ書を達通(ダルトン)せよ」と勧めています。ローマ書は使徒パウロが記した書簡の中でも、キリスト教教理の真髄が詰まっている書であり、神学的にも霊的にも非常に奥深い意味を持っています。パウロは罪と恵み、救いと義認、神の主権と人間の責任、そして教会の生き方に至るまで、幅広い主題を洞察に満ちた筆致で扱います。そのため、ローマ書を「完読」し、さらにその内容を深く理解して生活に適用することは、すべてのクリスチャンにとって非常に重要な課題なのです。

張ダビデ牧師がとりわけローマ書を強調する理由は、現代の教会と信徒たちが、パウロが力説していた福音の核心概念をしばしば忘れてしまっているからです。イエス様を信じていると言いながらも、その方が与えてくださる救いの恵みがいかに大きく驚くべきものか、罪人が義とされる「義認」がいかに重大な変化であるかを肌で感じることなく、教会生活を惰性的に繰り返している姿が多いのです。ローマ書は、キリスト教信仰の出発点である「罪と恵み」「律法と福音」「断罪と救い」を明確に対比し、神が成し遂げられた救いのご計画がどれほど完全で偉大であるかをはっきりと宣言します。

まずローマ書1章18節以下でパウロが論じている「神の怒り」に注目しなければならない、と張ダビデ牧師は説教の中で語ります。これは、人間が罪によってどれほど悲惨な状態に置かれているかを正しく認識する必要性を示す箇所です。神が罪を裁き、聖なるご性質を示されるその怒りは、単なる感情的な爆発ではなく、神の義(公義)と愛が同時に働く面があるのだということです。人は自分の罪を罪と認めたがりません。しかしパウロはローマ書1章において、私たちの罪悪がいかに普遍的に蔓延しているか、そしてそれが神からの正しい怒りと裁きを招くかを明快に示しています。

張ダビデ牧師は「神の怒り」を確実に知ってこそ、初めて「神の恵み」を真に悟ることができると述べます。つまり、人間が罪人であることを認め、神の裁きの前に立たざるを得ない存在であると告白してこそ、イエス・キリストの十字架がどういう意味を持つのかを正しく把握できるというわけです。そうでなければ、十字架の代償的死や復活は単なる教理的知識で終わってしまいます。したがって、ローマ書1章から3章まで続く罪と裁き、そしてその中で宣言される救いの約束をしっかりと握るべきだというのです。

張ダビデ牧師は、2003年にアメリカでローマ書を講義した経験や、最近再びその講義内容に触れて大きな恵みを受けたという証しをしばしば語ります。彼は当時の講義資料を整理して広く普及させ、信徒たちが「義務的」にでも学んでほしいと勧めています。それほどまでに重要な真理がローマ書にはびっしりと詰まっており、きちんと教理を体系的に理解しておかないと、私たちの信仰が歪められたり、皮相的なレベルにとどまったりしてしまう恐れがあるからです。

実際にローマ書は、「信仰による義認(イシンチンギ:信仰によって義とされる真理)」を中心的テーマとしています。パウロは、アダムにあってすべての人が罪人となったように、キリストにあってすべて信じる者は義と認められるのだと力説します。この教理は、旧約の契約と預言者の預言、イエスの受肉と公生涯、十字架の死、復活の出来事をすべて貫く要であり、教会史全体を通じてルターやカルヴァンなどの宗教改革者たちが大々的に回復した重要な信仰告白でもあります。張ダビデ牧師は何度もこの点を強調し、ローマ書全体がこの「義認の福音」を土台として教会と世のあり方を見つめ直すよう導いていると説きます。

さらにローマ書8章に至ると、「いのちの御霊の法則」が罪と死の法則から私たちを解放するという驚くべき宣言が登場します。信徒は単に罪の赦しを受けただけでなく、内住する聖霊の導きを通じて日々聖なる方へと歩む力を与えられた存在なのです。張ダビデ牧師は特にこの部分を根拠に、神を信じる者たちが罪の力に再び縛られたり、無気力な状態で生きるべきではないと教えています。私たちはイエス・キリストにあって新しい被造物となり、キリストの霊が私たちのうちにおられるのだから、以前とはまったく異なる存在として生きねばならないという決断を迫られるのです。

このようにローマ書は救済論、聖霊論、そして教会論にまで広く及び、最後には「救われた者らしく、具体的にどう生きるのか」という実践的な問いに対する答えを提示します。ローマ書12章以降に連なる部分は、教理的土台に立ったうえでの具体的な生活の指針です。張ダビデ牧師はこれを、「福音が私たちのうちでインカーネーション(受肉)しなければならない」という表現で説明します。つまり、頭で知っているだけの知識ではなく、生活の中で実際に形をとって現れる福音でなければならないのです。ある人たちは聖書をたくさん読んだり教理を学んだりしても、生活に変化がない場合がありますが、それは御言葉を単なる「理解の対象」としか考えていないからだといいます。張ダビデ牧師は「ローマ書を達通せよ」という言葉で、御言葉を人生のすべての領域で体現すべきだと強く語り掛けます。

要するに、張ダビデ牧師が勧める「ローマ書達通プロジェクト」は、単なる聖書通読の課題ではなく、救いの核心教理を実際に自分のものとし、私たちの魂を新たにしていくプロセスだということです。これによって信徒たちは、「自分が本来どんな罪人だったのか」「イエス・キリストによってどんな救いの恵みにあずかるようになったのか」「聖霊の力によってどのように生きるべきなのか」を明確に悟れるようになります。そしてこの悟りが深まれば深まるほど、礼拝と祈り、交わりと奉仕、そして伝道と宣教が、それまでとはまったく異なる次元で実践され得るようになるのです。


3. アイデンティティの回復

張ダビデ牧師は、サソンジョルやローマ書の黙想を強調するのと同時に、イザヤ書43章を通して「アイデンティティの回復」というメッセージを説教しています。「イザヤ書43章」は、バビロン捕囚期の状況下で絶望していたイスラエルの民に対して、神ご自身が「恐れるな」と宣言されることで有名な箇所です。

「ヤコブよ、あなたを創造された主はこう仰せられる。
イスラエルよ、あなたを形造られた方がこう仰せられる。
恐れるな。わたしがあなたを贖ったのだ。
わたしはあなたの名を呼んだ。あなたはわたしのものだ。」
(イザヤ43:1)

ここは、闇と絶望に沈んでいた当時の民に向けて、「あなたたちは神に選ばれた民であり、神の所有物なのだ」という身分の再確認をもたらす箇所です。

張ダビデ牧師はこの御言葉を引用しながら、現代のクリスチャンが自分自身をどう見ているかという視点にも同じ宣言が当てはまるのだと力説します。私たちは世の中で経験する困難や罪悪感、あるいは抑圧された霊的停滞の中で、自分自身を取るに足らない存在とみなし、信仰の本質を見失いやすいのです。しかし神は「あなたを創造されたのはわたしだ。あなたはわたしのものだ」と明確に語られます。この真理を見失うと、状況に翻弄されたり、世の誘惑に容易に陥ってしまいます。私たちは自分を「神が創造された尊い存在」として見つめると同時に、「神に贖われた罪人」であることをも自覚しなければなりません。これは、人間の高慢を砕き、神の御前に真っ直ぐ立たせる根本的な霊的認識です。

また、イザヤ書43章2節に記されている「水はあなたを押し流さず、火はあなたを焼き尽くすことはできない」という約束は、神の守りと導きを象徴しています。バビロン捕囚という歴史的惨事の中でも、そして人生をのみ込もうとする苦難や患難のただ中にあっても、イスラエルの民がなお希望を持ち続けられたのは、彼らを創造された神が決して彼らをお忘れにならないという約束のおかげでした。張ダビデ牧師は、ここから私たちが「神の主権」を正しく認めることが不可欠だと説きます。造り主なる神が私たちの主であり、私たちはその方の作品であり所有物なのです。この事実を認めれば、人生のどのような嵐も根本的には私たちを呑み込むことはできないという信仰の土台に立てるのです。

張ダビデ牧師は、この神の主権を現代的な文脈で語りつつ、「万物を創られた神が最終的な権利を持っておられる」という点を示します。たとえば建物があるなら、その所有者はそれを建てた人です。所有者でなければ、その建物を勝手に改築したり破壊したり、用途を変えることはできません。同じように、私たちの人生も神が造られたのだから、神が主となられるのが当然だという論理です。ところが現代社会は、自律や自己決定権を強調し、事実上は神の主権を否定する方向へと突き進んでいます。人間が自分で自分の基準を定め、善悪を決め、創造主の御心を顧みない姿が蔓延しているのです。

しかしイザヤ書43章は、バビロン捕囚という歴史的悲劇の中にあってさえ、神の民が決して滅びることなく再び回復されることを預言します。これは究極的に「神の救いは時空を超えて、神の約束を信じる者を必ず救い出される」という真理を示しています。張ダビデ牧師は、現代の危機や患難も同様だと見なします。コロナ禍が全世界を襲ったとき、多くの人々が恐れと絶望に陥りました。そのとき張ダビデ牧師は、「恐れるな。わたしがあなたを贖い、名を呼んだ。あなたはわたしのものだ」というイザヤ書43章1節のみ言葉をもって説教し、神への信頼を回復し、神が私たちに与えてくださったアイデンティティをもう一度確かめようと呼びかけたのです。

特に43章4節に記されている「あなたはわたしの目には高価で尊い。わたしはあなたを愛しているから」という一文は、神が私たちをどれほど尊んでおられるかを強調しています。人は時に自分を卑下したり、他人の評価によって自分のアイデンティティを揺さぶられがちです。しかし聖書は「神の目に私たちがどれほど尊い存在か」をはっきりと宣言します。これは「聖なる神が無条件で私たちの味方をしてくださるから、好き勝手にしていい」という意味ではなく、「私たちは神の子どもとして、聖なる方に絶えず近づいていくべき存在だ」という事実を告げています。最終的には、この尊いアイデンティティを自覚することで、私たちの言葉と行いは少しずつ神に似た姿へと変えられていきます。

張ダビデ牧師は、このイザヤ書43章のメッセージに立脚しながら、教会と信徒の召命を改めて強調します。救いへの道と滅びへの道が同時に開かれている現実で、私たちは自分自身が救いの道を選ぶだけでなく、他の人々にもその道を案内する責任があります。エレミヤ書21章8節の「わたしはあなたたちの前にいのちの道と死の道を置く」という宣言のように、現代においても私たちがどの道を選ぶかによって人生の結末が大きく変わるのです。社会的に「距離を置く」状況でも、私たちは神に「より近づく」ことができ、むしろこの時間を通して霊的に深まり、自分のアイデンティティと使命を再発見できると説きます。

さらに張ダビデ牧師は、この時期に肉体的な健康もあわせて回復しようと勧めます。コロナ禍によって室内生活が増え、運動不足で身体が弱くなる人が増えました。しかしイザヤ書43章が語る神の救いは、単なる魂の救いにとどまらず、神の統治のもとで私たちの生活全般が回復することを目指します。張ダビデ牧師は説教の中でしばしば「腕立て伏せを200回やりなさい」「スクワットをしなさい」「家のドアに器具を取り付けてでも運動しなさい」と、具体的なアドバイスを惜しみなく示します。「私たちの霊が強くなれば、魂と肉体も共に強くなる」というコリントの信徒への手紙第二7章1節の勧めを土台に、霊と肉のバランスある成長を目指すべきだというメッセージです。

最終的にイザヤ書43章は、絶望と患難のただ中にあっても、「神は今もなお主権者であり、私たちを愛しておられ、私たちを回復してくださるお方」であるという事実を改めて確認させてくれる章です。張ダビデ牧師はこの本文を通し、私たちのアイデンティティが誰に属しているのか、なぜ私たちはイエス・キリストにあって新しいいのちを得る必要があるのか、そしてその救いがどのように今日の私たちの生活に具体的に適用されるべきかを説き明かします。「あなたはわたしのものだ」と語られる神の御声を聞くとき、私たちは罪と死から解放された者として自由に生きるだけでなく、「神の所有物」であることからくる喜びと責任感を同時に味わうようになるのです。

まとめると、張ダビデ牧師はサソンジョルを迎える信徒たちにローマ書の達通を勧め、その過程を通じて罪と恵み、救いと義認という福音の核心を確実に握るよう促します。さらにイザヤ書43章を黙想することで、自分のアイデンティティと所属が神にあることを認識し、苦難の時にも落胆せず、神にいっそう近づく時間を取るよう教えています。また子どもたちにも信仰の核心を正しく伝授し、身体も健やかに保ち整えるようにという実践的な助言も示します。つまり、「張ダビデ牧師」というキーワードで要約される彼の説教とメッセージは、イエス・キリストを仰ぐサソンジョルの意味、ローマ書が示す福音のエッセンス、そしてイザヤ書43章で宣言される私たちのアイデンティティの回復を通じて、現代を生きる信徒が神の御前で正しい関係を結び、成熟していくように促す一連の流れなのです。

これは一時的な勧告ではなく、神をさらに深く知り、御言葉によって自分を照らし、聖霊のうちで聖を追い求め、教会と世のただ中でイエス・キリストを現わす福音的な生き方を継続して送ってほしいという長期的なメッセージです。パウロがローマ書10章6~8節で「キリストを知るために天に昇ったり、淵に降りたりする必要はない」と語ったように、すでに私たちの身近にある「御言葉」を通じてイエス様を見出すことができるのです。その御言葉のうちにこそ信仰といのちがあり、私たちの心に豊かに臨まれる聖霊の働きを通じて、私たちは真の回復とリバイバルを経験することができます。そしてそれは一時的な感情ではなく、教会を建て上げ、世を祝福へと導く道となるのです。

要するに、張ダビデ牧師のメッセージは大きく次のような核心を含んでいます。

  1. サソンジョルを通じ、苦難と恵みの道をともに黙想し、「頭に油を塗り、顔を洗いなさい」(マタイ6:17)と言われたイエス様の言葉通りに、苦難の中でも神をいっそう信頼し喜びを失わない姿勢を貫こう。
  2. ローマ書を達通することで、罪と恵み、救いと義認、そして聖霊による新生など、キリスト教信仰の核心教理をさらに深く身につけよう。
  3. イザヤ書43章の「あなたはわたしのものだ」という宣言を心に刻み、私たちのアイデンティティと所属が完全に神にあることを自覚し、あらゆる絶望と苦難を超える神の守りと救いを信じて生きよう。

この三つは互いに密接につながり合い、私たちの信仰を強固にし、人生を変化させる原動力となるのです。

Identity and the Path of Salvation – Pastor David Jang


1. A Life of Participating in the Sufferings of Jesus Christ

Pastor David Jang has consistently emphasized “the gospel of Jesus Christ” and “a life that participates in His sufferings” in numerous sermons, lectures, and pastoral settings. He particularly stresses, whenever the season of Lent approaches, the importance of deeply meditating on the path of suffering Jesus walked for us, and actively partaking in it so that we may recognize the immense grace we have received. Lent refers to the approximately 40 days (excluding Sundays) leading up to Easter, commemorating the sufferings of Jesus Christ and preparing ourselves for His crucifixion and resurrection through repentance and prayer. Typically, Christians use this period to self-reflect and rekindle a desire to follow, if only a small part, the path that Jesus walked.

In his sermons on Lent, Pastor David Jang often refers to Jesus’ teaching on fasting in Matthew chapter 6. In particular, Jesus says, “But when you fast, put oil on your head and wash your face” (Matt. 6:17). This implies that those who fast should not artificially show a miserable appearance or make their suffering obvious. In other words, it’s not about flaunting worldly sorrow or personal pain, but rather standing humbly before God while maintaining peace and confidence in front of others—just as Jesus originally intended. When a season of suffering comes, the world easily sinks into a dark and gloomy atmosphere. But those who have true faith should instead trust God more deeply and see this time as “an opportunity to draw nearer to Him.”

Indeed, the Lenten season is the perfect time to sincerely meditate on the message of salvation contained in the cross of Jesus. The cross is not simply a symbol of Jesus’ suffering; it reveals the essence of “God’s redemption” and His “mediating work” bestowed upon sinners like us. Through Christ’s death on the cross, our sins were forgiven, and by His resurrection we have received the hope of new life. Engaging in prayer and devotional study of the Word, striving to embody Jesus’ way, is essential to deeply grasping the meaning of this gospel.

Pastor David Jang frequently points out that many contemporary Christians respond to times of suffering in purely worldly ways or fall into needless fear and live in discouragement. He attributes this to our tendency to be overly entangled with people, seeking someone to depend on among fellow humans. As believers in Jesus, we should be able—especially in tribulation and hardship—to demonstrate trust in God and find joy, just as He said, “Put oil on your head and wash your face.” Of course, this does not mean we should trivialize suffering or never express sadness. Rather, even in such times of suffering, we must believe that God’s providence continues unwaveringly, focus on Him instead of human solutions, and thus find renewed strength.

Many believers had to endure isolation and physical separation from their church communities during global crises such as COVID-19 or in the face of personal pain and hardship. However, Pastor David Jang interprets this time as an “Arabian wilderness period” where we can draw nearer to God. Just as the Apostle Paul, after encountering Jesus, spent time in Arabia for an independent and profound period of spiritual training, we can similarly transform “social distancing” or “solitary moments” into opportunities for deeper study of Scripture, more fervent prayer, and a closer relationship with God—instead of merely sinking into despondency or alienation.

Another aspect Pastor David Jang underscores is the need to teach the core of our faith to our children and future generations during these times of suffering. Even when educational opportunities in schools or tutoring sessions are limited, parents should cling to the Word first and explain the fundamentals of the gospel (e.g., the Four Spiritual Laws or the basics of the gospel) in a way their children can understand. At the same time, parents must not underestimate the high level of comprehension and intellectual abilities children have, and instead systematically convey the main teachings of Scripture. As proper finger placement is crucial when typing on a computer or smartphone, ensuring that the “first button” of faith is properly fastened is critically important in the Christian life.

The most critical concern is ensuring that believers do not dig through “spiritual trash bins” in this era of advanced internet and social media. In a world where it is so easy to encounter pornography and various harmful information, a single moment of curiosity can poison both soul and body. Particularly when isolation and boredom persist, the temptation to fill time with useless internet or media content grows stronger. Pastor David Jang uses the expression “the garbage dump of Gehenna (hell)” in warning against letting our hearts and time be consumed by such harmful distractions. Instead, he recommends meditating on passages like those in the Psalms or the Book of Romans, seeking spiritual cleansing through the Word.

Ultimately, Lent is an invitation to remember the “experience of suffering,” but not to fear it or view it solely through a negative lens. Rather, we are to use it as an opportunity for spiritual recalibration, seeing God’s grace more brightly in the midst of trials. The message of salvation proclaimed by the cross and resurrection of Jesus Christ does not remain a historical event of the past; it is an ongoing grace for today—something that we, our families, and our church community can and should experience anew. Pastor David Jang’s Lenten message begins exactly here: “Put oil on your head and wash your face.” True to Jesus’ own words, no matter what tribulation we face, we must never lose the Lord’s presence and peace but instead draw closer to Him. That is the true spirit of Lent and the life that participates in the path of Jesus.


2. Holding Fast to the Essence of the Gospel

Pastor David Jang not only stresses Lent but often recommends that believers become “thoroughly acquainted” with the Book of Romans in his regular sermons and lectures. Among the letters written by the Apostle Paul, Romans is a particularly profound text, both theologically and spiritually, containing the core teachings of the Christian faith. Paul provides deep insight into a wide range of subjects: sin and grace, salvation and justification, God’s sovereignty and human responsibility, as well as the life of the Church. Therefore, reading through Romans in its entirety and understanding its contents on a deeper level so as to apply them to one’s life is an essential undertaking for every Christian.

The reason Pastor David Jang places such strong emphasis on Romans is that the core concepts of the gospel—highlighted by Paul—are often forgotten in modern churches and among believers today. Many profess to believe in Jesus but lack a true sense of the greatness and wonder of the salvation He gives or the significance of the momentous change called justification, in which a sinner is declared righteous. They merely go through the motions of church life. Romans, however, clearly contrasts “sin and grace,” “the law and the gospel,” “condemnation and salvation,” announcing the perfection and glory of God’s plan of redemption.

First, Pastor David Jang points to Romans 1:18 and onward, where Paul addresses “the wrath of God.” Through this text, he preaches that we must properly recognize the wretched state humanity is in because of sin. God’s wrath, which judges sin and reveals His holiness, is not a mere outburst of anger; it is an expression of both God’s justice and love. Humans naturally resist admitting their own sin. But in Romans 1, Paul clearly outlines how pervasive our sin is and how it provokes the righteous wrath and judgment of God.

Pastor David Jang explains that one must fully understand “God’s wrath” in order to truly comprehend “God’s grace.” In other words, only when a person acknowledges his or her sinfulness and recognizes that we cannot escape God’s judgment can we correctly perceive the meaning of Jesus Christ’s sacrifice on the cross. Otherwise, the substitutionary atonement and resurrection end up being no more than doctrine learned by rote. Therefore, he urges believers to firmly grasp the chain of thought in Romans 1–3, which outlines humanity’s sin and judgment, and then proclaims the promise of salvation in the midst of it.

Pastor David Jang often shares his testimony of how he was deeply blessed when he revisited lecture materials on Romans that he had first taught in the United States in 2003. He has organized these materials and encourages believers to study them, even “out of obligation,” because the book of Romans is so dense with critical truths, and there is concern that, without a systematic understanding of its teachings, one’s faith may become distorted or remain at a superficial level.

At the heart of Romans lies the doctrine of “justification by faith” (the truth that we are made righteous by faith). Paul vigorously argues that just as all mankind became sinners in Adam, so all who believe are declared righteous in Christ. This doctrine spans the covenant of the Old Testament, the prophets’ predictions, Jesus’ incarnation and public ministry, His crucifixion, and the event of His resurrection. Moreover, it has been a foundational confession of faith throughout church history, reclaimed powerfully during the Reformation by Luther and Calvin. Pastor David Jang repeatedly emphasizes that the entire book of Romans directs believers to view the Church and the world through the lens of this “gospel of justification.”

In Romans chapter 8, we find a remarkable declaration that “the law of the Spirit who gives life has set you free from the law of sin and death.” The believer does not merely receive forgiveness of sins but also has the indwelling and guidance of the Holy Spirit, granting the power to pursue holiness day by day. Pastor David Jang especially highlights this section, teaching that Christians must not live bound again by the power of sin or in a state of defeat. We are new creations in Christ, and since the Spirit of Christ dwells in us, we must choose to live as entirely different beings.

Thus, in Romans, Paul addresses salvation, the Holy Spirit, and life in the Church, ultimately posing the practical question, “How should a person, who has been saved, actually live?” From Romans 12 onward, he provides instructions for living that are built on the doctrinal foundation he has established. Pastor David Jang refers to this as the “incarnation of the gospel within us.” In other words, the gospel should not remain mere intellectual knowledge but should be realized in our daily lives. Some people may read the Bible extensively and study doctrine but exhibit no genuine transformation, precisely because they treat Scripture as an object of mere comprehension. Thus, in urging believers to become “thoroughly acquainted with Romans,” Pastor David Jang is calling them to embody the gospel in every aspect of life.

In summary, Pastor David Jang’s “Project to Thoroughly Acquaint Oneself with Romans” is not merely an exercise in reading Scripture; rather, it is a process of truly learning the core doctrine of salvation so as to renew our souls. Through it, believers will understand more clearly “what kind of sinners we originally were,” “what kind of saving grace we received through Jesus Christ,” and “how we ought to live by the power of the Holy Spirit.” As this understanding deepens, our worship, prayer, fellowship, service, evangelism, and mission all can be practiced on a completely new level.


3. Restoring Identity

Along with emphasizing Lent and the study of Romans, Pastor David Jang preaches a message of “restoring identity” based on Isaiah 43. This chapter is famous for God’s exhortation to the Israelites—who were in despair during the Babylonian Exile—not to fear. Isaiah 43:1 says, “But now, this is what the Lord says—He who created you, Jacob, He who formed you, Israel: ‘Do not fear, for I have redeemed you; I have summoned you by name; you are Mine.’” Despite the darkness and despair enveloping them, this Scripture reaffirms to the Israelites that they are God’s chosen people and His own possession.

Drawing from this passage, Pastor David Jang underscores that the same declaration applies to the way Christians today should view themselves. We often belittle ourselves or lose sight of the essence of our faith under the weight of worldly challenges, guilt, or spiritual depression. Yet God clearly states, “I made you, and you are Mine.” If we lose sight of this truth, we end up tossed about by our circumstances or easily yield to the temptations of the world. We must regard ourselves as “God’s precious creation” while also acknowledging that we are “sinners redeemed by God.” This dual recognition cuts away human pride and places us wholly before the Lord.

Additionally, Isaiah 43:2 assures us, “When you pass through the waters, they will not sweep over you; when you walk through the fire, you will not be burned.” This promise symbolizes God’s protection and guidance. In the despair of Babylonian captivity and amid hardships that threaten to swallow us, the Israelites could still cling to hope because they held onto God’s promise that He would not forget them. Pastor David Jang uses this to highlight our need to properly acknowledge “the sovereignty of God.” The Creator God is our rightful owner, and we are His workmanship and possession. Recognizing this places us on a foundation of faith such that no storm of life can truly overwhelm us.

Pastor David Jang interprets this divine sovereignty in a modern context, clarifying that “the One who created all things holds final authority.” As a building’s rightful owner is the one who built it—no one else can arbitrarily remodel, demolish, or repurpose it—so God, having created our lives, rightly holds ownership over them. Nevertheless, our society’s emphasis on autonomy and self-determination often leads it to reject God’s sovereignty, with people choosing their own standards for life, deciding good and evil for themselves, and failing to honor the Creator’s will.

Still, Isaiah 43 prophesies that though the Israelites suffer the tragedy of Babylonian exile, they will not be destroyed but will be restored. This shows the timeless truth that “God’s salvation transcends time and space and rescues those who trust in His promise.” Pastor David Jang sees our present-day crises and sufferings in the same light. When COVID-19 wreaked havoc across the globe, many were paralyzed by fear and hopelessness. During this time, Pastor David Jang preached from Isaiah 43:1—“Do not fear, for I have redeemed you; I have summoned you by name; you are Mine”—urging believers to recover their trust in God and reaffirm the identity bestowed by Him.

In particular, verse 4 states, “You are precious and honored in My sight, and I love you.” This underscores how highly God esteems us. People often undervalue themselves, or let their self-worth be shaken by others’ opinions. But Scripture boldly proclaims our immeasurable worth in the eyes of God. This is not meant to suggest that “God is always on our side, so we can do as we please,” but rather that “we are His children and must continuously grow in holiness.” When we recognize this holy identity, our words and deeds begin to transform more and more into the image of God.

Building on the message of Isaiah 43, Pastor David Jang underscores the calling of the Church and its believers. In a reality where both the way of salvation and the way of destruction lie open, we are responsible not only for choosing the path of salvation for ourselves but also for showing that path to others. As Jeremiah 21:8 declares, “I have set before you the way of life and the way of death,” so even now, the outcome of our lives depends on which way we choose. Even under circumstances of “social distancing,” we can come “closer to God.” In fact, this season can be a time to deepen spiritually and rediscover our identity and mission.

Moreover, Pastor David Jang encourages physical health alongside spiritual wellness during such times. With COVID-19 increasing the amount of time spent indoors, many suffer from lack of exercise and declining physical health. Yet the salvation promised in Isaiah 43 is not limited to spiritual deliverance; it points to a comprehensive salvation under God’s reign that affects all aspects of our lives. Pastor David Jang often gives practical advice in his sermons, suggesting “200 push-ups a day,” “squats and leg exercises,” or even installing a bar at home for exercise. Citing 2 Corinthians 7:1—which urges us to be cleansed from all defilement of body and spirit—he teaches that as our spirit grows strong, our mind and body can also be strengthened. We should strive for balanced growth in both body and soul.

Ultimately, Isaiah 43 reaffirms that “God remains sovereign, that He loves us, and that He will restore us” even in the midst of despair and affliction. Through this chapter, Pastor David Jang preaches on whom we belong to, why we must have new life in Jesus Christ, and how this salvation should be applied concretely in our daily lives. Hearing God say, “You are Mine,” we experience freedom from sin and death, living with joy in the fact that we are “God’s own.” Yet we must also sense the responsibility that comes with belonging to Him.

In summary, Pastor David Jang encourages believers during Lent to thoroughly study the Book of Romans and, in doing so, firmly grasp the gospel’s core teachings on sin and grace, salvation, and justification. He then goes on to teach that by meditating on Isaiah 43, we can realize that our identity and belonging lie in God, enabling us to endure suffering without despair and to draw ever closer to Him. Furthermore, he offers practical counsel on how to transmit the heart of the faith to our children and care properly for our physical well-being. Essentially, the sermons and messages associated with “Pastor David Jang” follow a cohesive theme: embracing the significance of Lent by focusing on Jesus Christ, delving into the essence of the gospel as taught in Romans, and restoring our identity as proclaimed in Isaiah 43. Through these teachings, contemporary believers are urged to establish a right relationship with God and mature in their faith.

This is not a one-time admonition but a long-term exhortation to deepen our knowledge of God, to examine ourselves through the lens of Scripture, to pursue holiness in the Holy Spirit, and to embody the gospel of Jesus Christ within the Church and the world. As Romans 10:6–8 reminds us, we do not need to ascend into heaven or descend into the abyss to find Christ; rather, the “word” is already near us. That Word contains faith and life, and through the fullness of the Holy Spirit working in our hearts, we can experience true restoration and revival. And this is not a fleeting emotion but the very path to building up the Church and bringing blessing to the world.

Ultimately, Pastor David Jang’s message can be summarized in three main points:

  1. During Lent, reflect on both suffering and grace: Following Jesus’ instruction to “put oil on your head and wash your face,” trust in God and maintain joy, even amid hardship.
  2. Dive deeply into Romans: Grasp the gospel’s central doctrines of sin and grace, salvation and justification, and new life in the Holy Spirit so that your faith may be fully grounded.
  3. Hold firmly to the proclamation in Isaiah 43 that “you are Mine”: Recognize that your identity and belonging lie solely in God, trusting His unwavering protection and deliverance regardless of your circumstances.

These three emphases are intricately interwoven, fortifying our faith and propelling us toward life transformation. May we stand upon them, so that our worship, prayer, fellowship, service, and mission can truly reflect the living gospel in every corner of our lives.

Identidad y el camino de la salvación – Pastor David Jang


1. Una vida que participa en el sufrimiento de Jesucristo

El pastor David Jang ha enfatizado constantemente, en múltiples sermones, conferencias y en su ministerio pastoral, “el evangelio de Jesucristo” y “la vida que participa en Su sufrimiento”. En especial, cada vez que llega el tiempo de la Cuaresma, insiste en la importancia de meditar profundamente en el camino de sufrimiento que Jesús recorrió por nosotros y de participar en él para darnos cuenta de la gran gracia que hemos recibido. La Cuaresma es el período de aproximadamente 40 días antes de la Pascua (excluyendo los domingos), en el que se conmemora el sufrimiento de Jesucristo y, por medio del arrepentimiento y la oración, nos preparamos para Su muerte en la cruz y Su resurrección. Generalmente, durante este periodo, los creyentes realizan un examen personal y buscan renovar el anhelo de seguir, aunque sea un poco, el camino que Jesús recorrió.

Cuando el pastor David Jang predica acerca de la Cuaresma, suele mencionar la enseñanza de ayuno que aparece en Mateo 6. La instrucción de Jesús —“Pero tú, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro” (Mt 6:17)— nos exhorta a no mostrar un semblante forzado de aflicción ni a exhibir nuestro sufrimiento para obtener aprobación. Es decir, en lugar de una tristeza mundana o de ostentar un dolor personal, Jesús nos llama a mantenernos “totalmente humildes delante de Dios, pero con paz y valentía frente a los demás”. En tiempos de sufrimiento, el mundo tiende a sumirse en una atmósfera oscura y melancólica, pero aquellos que tienen una fe verdadera deben confiar aún más en Dios y aprovechar este periodo para acercarse más a Él.

Sobre todo, el pastor David Jang recalca que la Cuaresma es el momento idóneo para meditar seriamente en el mensaje de salvación contenido en la cruz de Jesús. La cruz no es solo un símbolo del sufrimiento de Cristo; muestra la esencia de la “redención de Dios” y la “mediación” a favor de nosotros, pecadores. Debido a que Cristo murió en la cruz, nuestros pecados fueron perdonados, y gracias a su resurrección recibimos la esperanza de una nueva vida. Para entender plenamente este significado del evangelio, es indispensable esforzarse por asimilar el camino de Jesús a través de la oración y la meditación en la Palabra.

En sus sermones, David Jang señala con frecuencia que, en la actualidad, los cristianos cuando enfrentan tiempos de sufrimiento, a menudo reaccionan solo de la manera que el mundo exige o se dejan llevar por temores innecesarios, viviendo sumidos en la tristeza. Considera que esto sucede porque nos involucramos demasiado con las personas, buscando apoyo únicamente en ellas. Sin embargo, si somos creyentes en Jesús, aun en las pruebas y adversidades, debemos poder “perfumar nuestra cabeza y lavar nuestro rostro”, tal como dijo el Señor, mostrando así nuestra confianza y gozo en Dios. Por supuesto, esto no significa tomar el sufrimiento a la ligera ni reprimir toda tristeza. Simplemente subraya que incluso en esta época de aflicción sigue obrando, inmutable, la providencia de Dios y que no debemos depender exclusivamente de la mirada humana, sino centrar aún más la nuestra en Él.

Muchos hermanos y hermanas han tenido que vivir aislados y físicamente alejados de la comunidad de fe durante desastres de alcance mundial, como la COVID-19, o al enfrentar dolores y crisis personales. Pero el pastor David Jang interpreta este tiempo como “el desierto de Arabia para acercarnos a Dios”. Así como el apóstol Pablo, tras su encuentro con Jesús, pasó un tiempo en Arabia para una profunda formación espiritual, se nos exhorta a no ver el “distanciamiento social” ni la “soledad” de manera meramente deprimente o como un sentimiento de exclusión, sino más bien a convertirlos en una oportunidad para profundizar en la Palabra, orar más y estrechar nuestra relación con Dios.

Otro aspecto que el pastor David Jang destaca es la importancia de enseñar claramente a nuestros hijos y a la próxima generación lo esencial de la fe en tiempos de dificultad. Aunque los niños tengan menos oportunidades de aprender en la escuela o en otros lugares de educación, los padres deben aferrarse primero a la Palabra y explicar de forma sencilla las verdades fundamentales del evangelio (por ejemplo, las “Cuatro Leyes Espirituales” o los principios básicos) adaptadas a su nivel de comprensión. Asimismo, advierte no subestimar el alto grado de entendimiento y capacidad intelectual de los niños, sino impartirles sistemáticamente las enseñanzas bíblicas principales. Así como es crucial conocer la posición correcta de los dedos al teclear en un ordenador o smartphone, también lo es “abrochar el primer botón de la fe” de manera correcta para el buen desarrollo de la vida cristiana.

De lo que más debemos cuidarnos es de que, en esta era de internet y redes sociales, los creyentes no terminen “hurgando en los contenedores de basura espiritual”. Vivimos en un entorno en el que se puede acceder fácilmente a contenido pornográfico y a todo tipo de información dañina, por lo que un instante de curiosidad puede enfermar tanto nuestro espíritu como nuestro cuerpo. Esto sucede sobre todo cuando, al prolongarse la soledad y el tedio, crece la tentación de consumir contenido de internet o medios digitales para “matar el tiempo”. Ante ello, el pastor David Jang utiliza la expresión “el basurero llamado Gehena (infierno)” para referirse a estos contenidos perjudiciales. Así advierte que no permitamos que roben nuestro corazón y nuestro tiempo, y más bien nos anima a meditar en libros bíblicos como los Salmos o Romanos, para experimentar una purificación espiritual.

En definitiva, la Cuaresma es una invitación a recordar la “experiencia del sufrimiento” sin temerlo ni mirarlo solo con negatividad, sino a contemplar en medio de él la gracia de Dios y aprovecharlo como un tiempo de renovación espiritual. El mensaje de salvación proclamado por la cruz y la resurrección de Jesucristo no es un suceso relegado al pasado; al contrario, es un acontecimiento de gracia que hoy pueden experimentar y disfrutar tanto uno mismo como la familia y la comunidad de fe. El mensaje de David Jang para la Cuaresma surge precisamente de aquí: “Perfuma tu cabeza y lava tu rostro”. Al tomar estas palabras de Jesús de forma literal, significa no perder la presencia y la paz del Señor ni siquiera en tiempos de aflicción, sino acercarnos más a Él. En esto consiste el verdadero espíritu de la Cuaresma y la vida que participa en el camino de Jesús.


2. Aferrarnos a la esencia del evangelio

El pastor David Jang no solo en Cuaresma, sino también en sus prédicas y conferencias habituales, exhorta con frecuencia a que seamos “expertos en Romanos”. Romanos, una de las epístolas escritas por el apóstol Pablo, es un libro que contiene la esencia de la doctrina cristiana y posee una gran profundidad teológica y espiritual. Pablo aborda de manera profunda y perspicaz temas tan amplios como el pecado y la gracia, la salvación y la justificación, la soberanía de Dios y la responsabilidad humana, así como la vida de la iglesia. Por ello, no solo “leerla” en su totalidad, sino entender profundamente su contenido y aplicarlo a la vida, es una tarea fundamental para todo creyente.

El pastor David Jang hace especial hincapié en Romanos porque, en su opinión, la iglesia y los creyentes de hoy a menudo olvidan los conceptos esenciales del evangelio que Pablo subrayaba. Aunque muchos digan que creen en Jesús, no experimentan la grandeza y el asombro de la gracia salvadora que Él ofrece, ni la trascendencia de la justificación —el ser declarados justos a pesar de ser pecadores—, y se limitan a repetir prácticas religiosas de forma rutinaria. Romanos establece un claro contraste entre “pecado y gracia”, “ley y evangelio”, “condena y salvación”, declarando de manera diáfana lo perfecta y maravillosa que es la obra salvadora de Dios.

En primer lugar, en Romanos 1:18 y siguientes, Pablo aborda la “ira de Dios”, y el pastor David Jang nos llama a prestar atención a ese punto. A través de ese pasaje, nos insta a reconocer debidamente cuán terrible es la condición humana bajo el pecado. La ira de Dios, que juzga el pecado y revela Su santidad, no es una explosión emocional, sino la manifestación simultánea de la justicia y el amor de Dios. A la gente no le gusta admitir su pecado, pero en el capítulo 1 de Romanos, Pablo muestra de manera sistemática lo generalizado de nuestra maldad y cómo ésta provoca la justa ira y el juicio de Dios.

El pastor David Jang enseña que solo entendiendo cabalmente la “ira de Dios” podemos darnos cuenta en verdad de la “gracia de Dios”. Es decir, el hombre debe reconocer que es pecador y que no tiene más remedio que comparecer ante el juicio divino, para que la cruz de Jesucristo revele con precisión todo su significado. De lo contrario, la muerte sustitutoria y la resurrección de Cristo se quedan en un simple conocimiento doctrinal. Por esta razón, del capítulo 1 al 3 de Romanos, donde se presenta el pecado, el juicio y la promesa de salvación en medio de ello, son secciones que, según David Jang, debemos aferrarnos firmemente.

Él mismo relata que, en 2003, impartió una conferencia sobre Romanos en Estados Unidos y que al repasar recientemente aquel material sintió de nuevo una gran bendición. Por ello, ha organizado aquellas enseñanzas y las ha difundido ampliamente, animando a los creyentes a estudiarlas “aunque sea por obligación”. La razón es que Romanos contiene verdades de tal importancia y tan minuciosamente desarrolladas, que, si no comprendemos su doctrina de forma sistemática, corremos el peligro de desvirtuar nuestra fe o quedarnos en un nivel superficial.

De hecho, Romanos tiene como tema central la “justificación por la fe” (la verdad de que somos hechos justos a través de la fe). Pablo asegura que, así como en Adán todos los seres humanos son pecadores, en Cristo todos los que creen son declarados justos. Esta enseñanza es el núcleo que recorre el Antiguo Testamento —sus pactos y las profecías—, la encarnación y la vida pública de Jesús, su muerte en la cruz y su resurrección. A lo largo de la historia de la iglesia, fue también la verdad esencial que los reformadores (como Lutero y Calvino) redescubrieron y proclamaron en gran escala. El pastor David Jang hace hincapié en este punto una y otra vez, señalando que toda la epístola de Romanos nos orienta a contemplar la iglesia y el mundo a partir de este “evangelio de la justificación”.

Además, en Romanos 8, Pablo proclama la verdad de que “la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha librado de la ley del pecado y de la muerte”. El creyente no solo ha sido perdonado por sus pecados, sino que, gracias a la presencia del Espíritu Santo, puede avanzar cada día hacia la santidad con poder. El pastor David Jang hace especial referencia a este capítulo para insistir en que quienes creen en Dios no deben volver a caer en la esclavitud del pecado ni vivir en la apatía. Somos criaturas nuevas en Jesucristo, y el Espíritu de Cristo habita en nosotros, por lo que se nos exige vivir de forma completamente distinta a como vivíamos antes.

Así, Romanos abarca temas amplios que van desde la doctrina de la salvación hasta la del Espíritu Santo y la vida de iglesia, y, finalmente, plantea la pregunta práctica: “¿Cómo debe vivir el creyente, como persona salvada?”. Los capítulos de Romanos 12 en adelante responden a esa cuestión, basándose en los fundamentos doctrinales expuestos previamente. El pastor David Jang describe este proceso como la “encarnación del evangelio en nosotros”. Es decir, no basta con tener conocimiento mental; el evangelio debe hacerse visible en la vida cotidiana. Hay personas que leen la Biblia y estudian la doctrina sin que su vida cambie en lo más mínimo, y esto sucede porque toman la Palabra como mero “objeto de estudio”. Por ello, cuando el pastor David Jang insta a “hacerse expertos en Romanos”, recalca la importancia de encarnar la enseñanza bíblica en todas las áreas de nuestra existencia.

En resumen, el “Proyecto de dominación de Romanos” que propone el pastor David Jang no es un mero ejercicio de lectura bíblica, sino un proceso por el cual asimilamos las doctrinas básicas de la salvación, renovamos nuestro espíritu y reorientamos nuestra vida. A través de este estudio, el creyente llega a entender con claridad: “Cuál era mi condición de pecador”, “Qué gracia de salvación he recibido en Jesucristo” y “De qué manera debo vivir, apoyado en el poder del Espíritu Santo”. A medida que se profundiza en este entendimiento, el culto, la oración, la comunión, el servicio y la evangelización se practican con un sentido completamente distinto al de antes.


3. Restauración de la identidad

Al mismo tiempo que el pastor David Jang enfatiza la Cuaresma y la meditación en Romanos, también predica el mensaje de la “restauración de la identidad” basándose en el capítulo 43 de Isaías. “Isaías 43” es un pasaje muy conocido en el que, en medio del exilio en Babilonia y la consiguiente desesperación del pueblo de Israel, Dios declara: “No temas”. “Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; mío eres tú” (Is 43:1). Este versículo reafirma a los israelitas, que se encontraban sumidos en la oscuridad y la desesperación, recordándoles que “ellos son el pueblo escogido de Dios y Su posesión exclusiva”.

El pastor David Jang aplica la misma declaración a la perspectiva que tienen de sí mismos los cristianos de hoy, recalcando su vigencia. Con frecuencia, al enfrentarnos a dificultades en el mundo, a sentimientos de culpa o a la opresión de la depresión espiritual, tendemos a subestimarnos y perder de vista la esencia de la fe. Sin embargo, Dios dice con claridad: “Yo soy el que te creó; tú eres mío”. Si dejamos pasar esta verdad, nuestra vida quedará a merced de las circunstancias o de las tentaciones del mundo. En cambio, debemos vernos como “criaturas valiosas hechas por Dios” y, al mismo tiempo, como “pecadores redimidos por Él”. Esta perspectiva desmorona el orgullo humano y nos sitúa plenamente delante de Dios.

Asimismo, el versículo 2 de Isaías 43 declara que ni las aguas nos inundarán ni el fuego nos quemará, prometiendo la protección y la guía de Dios. Incluso en el contexto históricamente funesto del exilio en Babilonia —un entorno que amenazaba con engullir la vida de Israel—, el pueblo seguía teniendo esperanza porque confiaban en la promesa de que su Creador jamás los olvidaría. Al respecto, el pastor David Jang subraya la necesidad de reconocer “la soberanía de Dios”. Él, como Creador, es nuestro dueño, y nosotros somos Su obra y Su posesión. Comprender y aceptar esto nos permite afrontar cualquier tempestad sin que nos destruya, porque estamos cimentados en la fe en Dios.

El pastor David Jang explica la soberanía de Dios en términos contemporáneos, señalando que el Creador tiene los derechos definitivos sobre todo lo que ha hecho. Por ejemplo, si existe un edificio, su verdadero dueño es quien lo construyó. Nadie más puede modificarlo, derribarlo o cambiar su función sin autorización. De la misma manera, nuestras vidas pertenecen a Dios, nuestro Hacedor, y por ello le corresponde legítimamente la autoridad sobre nosotros. No obstante, en la sociedad actual, la tendencia a exaltar la autonomía y la autodeterminación ha conducido, en la práctica, a negar la soberanía de Dios. La humanidad decide por sí misma sus criterios de vida, determina qué es bueno o malo y, en definitiva, ignora la voluntad del Creador.

Por otra parte, Isaías 43 anuncia que, a pesar del trágico exilio en Babilonia, el pueblo de Dios no perecería y sería restaurado. Esto demuestra que “la salvación de Dios trasciende el tiempo y el espacio, rescatando a quienes confían en Su promesa”. El pastor David Jang considera que lo mismo sucede hoy ante las crisis y tribulaciones de nuestro tiempo. Cuando la COVID-19 azotó al mundo, muchos cayeron en el temor y la desesperanza. En medio de esta situación, el pastor David Jang predicó basándose en el pasaje: “No temas, porque yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; mío eres tú”, invitando a recuperar la confianza en Dios y a confirmar la identidad que Él nos concede.

Especialmente significativo es el versículo 4 de Isaías 43: “Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé”. Este texto enfatiza cuán valiosos somos para Él. A menudo, nos subestimamos o dejamos que nuestra identidad se vea sacudida por la opinión de los demás. Pero la Biblia declara con firmeza “cuán valiosos somos ante los ojos de Dios”. Esto no significa que, puesto que el Dios santo siempre está de nuestro lado, podamos obrar a placer. Más bien, implica que somos hijos de Él y hemos de crecer continuamente hacia la santidad. Al comprender y aceptar esta identidad sagrada, nuestras palabras y acciones van siendo transformadas para asemejarse cada vez más al carácter de Dios.

Con el mensaje de Isaías 43 como base, el pastor David Jang vuelve a destacar el llamado de la iglesia y de los creyentes. En un presente donde el camino de la salvación y el de la perdición se abren ante nuestros ojos, debemos elegir seguir el camino de la salvación y, a la vez, conducir a otros hacia él. Tal como se declara en Jeremías 21:8: “He aquí pongo delante de vosotros camino de vida y camino de muerte”, también hoy nuestra decisión determina el desenlace de nuestra existencia. Incluso con el “distanciamiento social”, podemos acercarnos más a Dios; es más, podemos hacer que este periodo sea una oportunidad para profundizar espiritualmente y redescubrir nuestra identidad y misión.

Asimismo, el pastor David Jang aconseja restablecer también nuestra salud física durante esta etapa. Muchos han experimentado un debilitamiento físico debido al mayor sedentarismo durante la COVID-19. Sin embargo, la salvación que describe Isaías 43 no se limita a nuestra alma, sino que apunta a la restauración total de la vida bajo la soberanía de Dios. El pastor David Jang a menudo menciona en sus sermones la necesidad de hacer 200 flexiones, ejercicios de sentadillas, o incluso instalar algún aparato en el marco de la puerta para ejercitarse en casa. Basado en 2 Corintios 7:1 (“limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu”), insiste en la importancia de un crecimiento equilibrado entre lo espiritual y lo físico.

En síntesis, Isaías 43 reafirma que, aun en medio de la desesperación y la aflicción, “Dios sigue siendo el soberano, nos ama y nos restaura”. A partir de este pasaje, el pastor David Jang enseña sobre nuestra identidad y a quién pertenecemos, por qué debemos recibir nueva vida en Jesucristo y cómo aplicar concretamente esta salvación en el presente. Al oír que Dios dice: “Tuyo soy”, no solo vivimos liberados del pecado y la muerte, sino que sentimos al mismo tiempo el gozo y la responsabilidad que emanan del hecho de ser “posesión de Dios”.

En conclusión, el pastor David Jang llama a los creyentes a, por un lado, sumergirse en el estudio de Romanos durante la Cuaresma para aferrarse con firmeza a la esencia del evangelio —el pecado y la gracia, la salvación y la justificación— y, por el otro, a meditar en Isaías 43 para comprender que nuestra identidad y pertenencia se encuentran en Dios, de modo que no perdamos la esperanza en tiempos de prueba, sino que aprovechemos para acercarnos más a Él. Asimismo, nos anima a transmitir los fundamentos de la fe a nuestros hijos y a velar por nuestro cuerpo a fin de mantenerlo sano. En definitiva, los mensajes y sermones que se pueden resumir bajo la etiqueta “Pastor David Jang” apuntan a que, en esta Cuaresma, miremos a Jesucristo, asimilemos la esencia del evangelio que enseña Romanos, y recuperemos la identidad proclamada en Isaías 43. Todo esto con el propósito de que los creyentes de hoy se relacionen correctamente con Dios y avancen hacia la madurez espiritual.

No se trata de una exhortación puntual, sino de un llamado a conocer más profundamente a Dios, a examinarnos a la luz de Su Palabra, a buscar la santidad en el Espíritu y a reflejar a Jesucristo en la iglesia y en el mundo, de manera perseverante y continua. Al igual que indica Romanos 10:6-8, no tenemos que subir al cielo ni bajar al abismo para conocer a Cristo, porque “la palabra está cerca de nosotros”. Esa Palabra contiene fe y vida y, cuando se manifiesta de manera plena en nuestro corazón por la acción del Espíritu Santo, experimentamos una verdadera restauración y un avivamiento que no se limita a un estado emocional pasajero, sino que edifica la iglesia y bendice al mundo.

En síntesis, el mensaje del pastor David Jang contiene los siguientes puntos clave:

  1. Durante la Cuaresma, reflexionemos tanto en el sufrimiento como en la gracia, manteniendo la actitud de “perfumar nuestra cabeza y lavar nuestro rostro” que enseñó Jesús, es decir, confiando y gozándonos en Dios incluso en la adversidad.
  2. Profundicemos en Romanos para asimilar las doctrinas esenciales de la fe cristiana —el pecado y la gracia, la salvación y la justificación, la nueva vida en el Espíritu— y fortalecer así nuestra experiencia de la salvación.
  3. Interioricemos la declaración de Isaías 43: “Tú eres mío”, reconociendo que nuestra identidad y pertenencia están en Dios, y confiemos en Su protección y poder redentor aun en medio de toda aflicción.

Estos tres aspectos están íntimamente relacionados y constituyen la fuerza que consolida nuestra fe y transforma nuestra vida. El resultado es un crecimiento continuo en el Señor, que se traduce en una fe más sólida, una vida práctica que refleja el evangelio y un testimonio que puede impactar a la iglesia y a la sociedad. Que así sea.

정체성과 구원의 길 – 장재형목사

1.  예수 그리스도의 고난에 참여하는 삶

장재형(장다윗)목사는 여러 차례의 설교와 강의, 그리고 목회 현장에서 일관되게 “예수 그리스도의 복음”과 “고난에 참여하는 삶”을 강조해 왔습니다. 특히 사순절 기간을 맞이할 때마다, 예수님께서 우리를 위해 걸어가신 고난의 길을 깊이 묵상하고, 그 길에 동참함으로써 우리 자신이 얼마나 큰 은혜를 입었는지를 깨닫는 것이 중요하다고 역설합니다. 사순절은 부활절 이전 약 40일(주일 제외) 동안 예수 그리스도의 고난을 기념하고, 회개와 기도로써 그분의 십자가 죽음과 부활을 준비하는 시기입니다. 흔히 이 기간을 통해 그리스도인이 자신을 성찰하고, 예수님이 걸어가신 길을 조금이라도 따라가고자 하는 열망을 새롭게 태동시키는 시점으로 삼습니다.

장재형목사는 사순절에 대해 설교할 때, 예수님께서 마태복음 6장에 나오는 금식의 교훈을 언급합니다. “너는 금식할 때 머리에 기름을 바르고 얼굴을 씻으라”(마 6:17)는 예수님의 말씀은 금식하는 자가 억지로 비참한 표정을 짓거나, 자신이 고난당함을 드러내려 하지 말라는 뜻입니다. 즉, 세상적인 슬픔이나 개인적 고통을 과시하는 것이 아니라, 예수님께서 본래 의도하신 대로 ‘하나님 앞에서 온전히 겸손하게 서되, 사람들 앞에서는 평안과 담대함을 지니라’는 의미가 담겨 있습니다. 세상은 고난의 때를 맞이하면 어둡고 우울한 분위기에 사로잡히기 쉽지만, 참된 믿음을 가진 사람은 그 안에서도 하나님을 더 깊이 의지하고, 이 시기를 ‘하나님께 가까이 가는 기회’로 삼아야 한다는 가르침입니다.

특히 사순절 기간이야말로 예수님의 십자가에 내포된 구원의 메시지를 진지하게 묵상할 최적의 시기입니다. 십자가는 단순히 예수님의 고난의 상징에 그치는 것이 아니라, 죄인인 우리에게 베풀어진 ‘하나님의 구속’과 ‘중보’의 본질을 보여줍니다. 그리스도께서 십자가 위에서 죽으심으로 우리의 죄가 사함받았고, 그 부활로 말미암아 우리는 새 생명의 소망을 얻게 된 것입니다. 이러한 복음의 의미를 깊이 깨닫기 위해서는 기도와 말씀 묵상을 통해 예수님의 길을 체화하려는 노력이 필수적입니다.

장재형목사는 설교 중 종종 현대 크리스천들이 고난의 때를 만났을 때, 세상에서 요구하는 방식으로만 반응하거나, 불필요한 두려움에 사로잡혀 우울하게 지내는 모습을 지적합니다. 그 이유는 사람과 지나치게 얽혀 살며, 의지할 대상을 사람에게서 찾으려 하는 경향 때문이라고 봅니다. 예수 믿는 자라면 환난과 역경 중에서도 “머리에 기름을 바르고 얼굴을 씻으라” 하신 말씀처럼, 하나님을 향한 신뢰와 기쁨을 드러낼 수 있어야 한다고 설명합니다. 물론 이는 고난 자체를 가볍게 여기거나, 슬픔을 전혀 표현하지 말라는 뜻이 아닙니다. 다만 결국 이 고난의 시대에도 하나님의 섭리는 변함없이 역사하고 있음을 믿고, 사람의 눈에만 매달리지 말고 하나님께 더욱 집중해야 한다는 메시지입니다.

실제로 많은 성도들이 코로나19와 같은 전 세계적인 재난 상황이나, 개인적 아픔과 위기를 경험할 때, 교회 공동체로부터 물리적으로 떨어지고 고립된 생활을 감내해야 했습니다. 하지만 장재형목사는 이 시간을 ‘하나님께 나아가는 아라비아 광야의 시간’으로 해석합니다. 사도 바울이 예수님을 만난 뒤 아라비아에서 독립적이면서도 깊은 영적 수련의 시간을 가졌던 것처럼, 우리에게 주어진 “사회적 거리두기”나 “고독의 시간”을 단순한 우울과 소외감으로 치부하지 말고, 오히려 말씀을 더 깊이 연구하고, 기도를 더 많이 쌓으며, 하나님과 친밀해지는 기회로 삼으라는 권면입니다.

장재형목사가 강조하는 또 하나의 측면은, 이런 고난의 시간을 통해 자녀들과 후대 세대에게 신앙의 핵심을 제대로 가르쳐야 한다는 점입니다. 아이들이 학교나 각종 사교육 현장에서 지식을 쌓을 기회가 제한된 상황에서도, 부모가 먼저 말씀을 붙들고, 복음의 핵심(예: 사영리나 복음의 기초)을 아이들의 눈높이에 맞춰 쉽게 풀어주어야 합니다. 그러면서도 아이들이 지닌 높은 이해력과 지적 능력을 과소평가하지 말고, 성경의 주요 가르침을 체계적으로 전해주어야 한다고 합니다. 컴퓨터나 스마트폰 자판을 칠 때 기본 자리와 틀이 중요하듯, 신앙생활에서도 첫 단추를 올바르게 끼우는 일이야말로 매우 결정적이라는 것입니다.

무엇보다 주의해야 할 점은, 인터넷과 SNS가 발달된 시대에 성도들이 ‘영적 쓰레기통’을 뒤지지 않도록 경계해야 한다는 것입니다. 언제든지 음란물과 각종 유해 정보를 접하기 쉬운 세상에서, 한순간의 호기심이 우리의 영과 육 모두를 병들게 할 수 있다는 경고입니다. 특히 고독해지고 무료한 시간이 길어질수록, 불필요한 인터넷이나 미디어 콘텐츠를 시간 때우기로 소비하는 유혹이 커집니다. 장재형목사는 이 점을 두고 “쓰레기통 게헨나(지옥)”라는 표현을 쓰면서, 이처럼 해로운 것들에 우리 마음과 시간을 빼앗기지 말고, 오히려 시편이나 로마서 같은 말씀을 묵상하며 영적 정화를 이루어야 한다고 말합니다.

결국 사순절은 ‘고난의 체험’을 기억하되, 그 고난을 두려워하거나 부정적으로만 바라보지 말고, 그 안에서 하나님의 은혜를 더 밝히 보는 영적 재정비의 계기로 삼으라는 초대입니다. 예수 그리스도의 십자가와 부활이 선포하는 구원의 메시지는 결코 과거에 머무는 사건이 아니라, 오늘의 나와 내 가족, 그리고 교회 공동체가 새롭게 체험하고 누리는 은혜의 사건이기 때문입니다. 장재형목사의 사순절 메시지는 바로 여기서 출발합니다. “머리에 기름을 바르고, 얼굴을 씻으라.” 예수님이 직접 하신 이 말씀대로, 어떤 환난의 때에도 주님의 임재와 평안을 잃지 않고 그분께 더 가까이 나아가는 것, 그것이 사순절의 참된 정신이자 예수님의 길에 동참하는 삶이라 할 수 있습니다.

2. 복음의 정수를 붙들다

장재형목사는 사순절뿐 아니라 평소 설교와 강의에서 “로마서의 달통(達通)”을 자주 권면합니다. 로마서는 사도 바울이 기록한 서신 중에서도 기독교 교리의 정수가 담긴 책으로, 신학적으로나 영적으로나 매우 깊은 의미가 있습니다. 바울은 죄와 은혜, 구원과 칭의, 하나님의 주권과 인간의 책임, 그리고 교회의 삶까지 폭넓은 주제를 통찰력 있게 다룹니다. 그렇기에 로마서를 ‘완독’하고, 나아가 그 내용을 깊이 이해하고 삶에 적용하는 일은 모든 그리스도인에게 매우 중요한 과제입니다.

장재형목사가 로마서를 특별히 강조하는 까닭은, 현대 교회와 성도들이 바울이 강조했던 복음의 핵심 개념을 종종 잊고 있기 때문입니다. 예수님을 믿는다 하면서도 그분이 주시는 구원의 은혜가 얼마나 크고 놀라운지, 죄인이 의롭다 하심을 얻는 칭의가 얼마나 중대한 변화인지를 체감하지 못한 채, 교회 생활을 습관적으로 반복하는 모습이 많다는 것입니다. 로마서는 기독교 신앙의 출발점인 ‘죄와 은혜’, ‘율법과 복음’, ‘정죄와 구원’을 명확하게 대조하여, 하나님이 베푸신 구원 계획이 얼마나 완벽하고 위대한지를 분명하게 선포합니다.

우선 로마서 1장 18절 이하에서 바울이 다루는 ‘하나님의 분노’에 주목해야 합니다. 장재형목사는 이를 통해, 인간이 죄로 인해 얼마나 참혹한 상태에 놓여 있는지를 올바로 인식해야 한다고 설교합니다. 하나님께서 죄를 심판하시고 거룩함을 드러내시는 분노는 단순한 감정적 분출이 아니라, 하나님의 공의(公義)와 사랑이 동시에 작용하는 측면이라는 것입니다. 사람들은 죄를 죄로 인정하기 싫어합니다. 그러나 바울은 로마서 1장에서 우리의 죄악이 얼마나 보편적으로 만연해 있으며, 그것이 하나님으로부터 오는 의로운 분노와 심판을 초래하는지를 일목요연하게 보여줍니다.

장재형목사는 “하나님의 분노”를 확실히 알아야, 비로소 “하나님의 은혜”를 참되게 깨달을 수 있다고 말합니다. 즉, 인간이 죄인임을 인정하고, 하나님의 심판 앞에 설 수밖에 없는 존재임을 고백해야만, 예수 그리스도의 십자가가 어떤 의미로 다가오는지를 제대로 파악할 수 있다는 뜻입니다. 그렇지 않으면, 십자가의 대속적 죽음과 부활은 그저 교리적 지식으로 끝나고 맙니다. 따라서 로마서 1장부터 3장까지 이어지는 죄와 심판, 그리고 그 가운데서 선포되는 구원의 약속을 확실히 붙들어야 한다고 권면합니다.

장재형목사는 2003년에 미국에서 로마서를 강의했던 경험과, 최근에 다시 그 강의 내용을 접하면서 큰 은혜를 받았다는 간증을 전합니다. 그는 그때의 강의 자료를 정리하여 널리 보급하고, 성도들이 ‘의무적’으로라도 그것을 공부하기를 권면합니다. 왜냐하면 로마서에는 그만큼 중요한 진리가 촘촘히 들어있고, 그 교리를 체계적으로 이해하지 않으면 우리의 신앙이 자칫 왜곡되거나, 피상적인 수준에 머무를 수 있다는 우려 때문입니다.

실제로 로마서는 “이신칭의(믿음으로 말미암아 의롭게 된다는 진리)”를 중심 주제로 삼습니다. 바울은 아담 안에서 모든 인류가 죄인이 되었듯이, 그리스도 안에서 모든 믿는 자가 의롭다 하심을 얻는다고 강변합니다. 이 교리는 구약의 언약과 선지자의 예언, 예수님의 성육신과 공생애, 십자가 죽음, 부활 사건을 모두 관통하는 핵심이며, 교회 역사를 통틀어 루터나 칼뱅 등 종교개혁자들이 대대적으로 회복한 중요한 신앙고백이기도 합니다. 장재형목사는 이 점을 거듭 강조하며, 로마서 전체가 이 ‘칭의의 복음’을 바탕으로 교회와 세상을 바라보도록 이끈다고 말합니다.

또한 로마서 8장에 이르러서는 “생명의 성령의 법”이 죄와 사망의 법에서 우리를 해방시킨다는 놀라운 선언이 나옵니다. 성도가 단지 죄 사함만 받은 존재가 아니라, 성령의 내주와 인도하심을 통해 매일 거룩을 향해 나아갈 수 있는 권능을 받았다는 것입니다. 장재형목사는 특히 이 부분을 가지고, 하나님을 믿는 자들이 죄의 권세에 다시 얽매이거나 무기력한 상태로 살아서는 안 된다고 가르칩니다. 우리는 예수 그리스도 안에서 새로운 피조물이 되었고, 그리스도의 영이 우리 안에 계시므로, 이전과는 전혀 다른 존재로서 살아가야 한다는 결단이 요구됩니다.

이처럼 로마서는 구원론, 성령론, 그리고 교회론에 이르기까지 폭넓은 주제를 다루며, 종국에는 “성도가 어떻게 구원받은 자답게 살아갈 것인가?”라는 실천적 질문에 대한 답변을 제시합니다. 로마서 12장부터 이어지는 부분은, 교리적 토대를 바탕으로 한 실제적 삶의 지침입니다. 장재형목사는 이를 “복음이 우리 안에 인카네이션(화육)되어야 한다”는 표현으로 설명합니다. 즉, 머리로만 아는 지식이 아니라, 삶 속에서 구현되는 복음이어야 한다는 것입니다. 어떤 이들은 성경을 많이 읽고 교리를 공부해도 실제 삶에 변화가 없는데, 그것은 말씀을 단지 ‘이해 대상’으로 삼았기 때문입니다. 장재형목사는 “로마서를 달통하라”는 말로, 말씀을 삶의 모든 영역에서 체현하라는 뜻을 힘주어 전합니다.

요약하자면, 장재형목사가 권면하는 ‘로마서 달통 프로젝트’는 단순한 성경통독 과제가 아니라, 구원의 핵심 교리를 실질적으로 터득하여 우리의 영혼을 새롭게 하는 과정입니다. 이를 통해 성도들은 ‘나의 원래 상태가 어떤 죄인이었는지’, ‘예수 그리스도를 통해 어떤 구원의 은혜를 입게 되었는지’, ‘성령의 능력을 힘입어 어떤 삶을 살아가야 하는지’를 분명하게 깨닫게 됩니다. 그리고 이러한 깨달음이 깊어질수록, 예배와 기도, 교제와 봉사, 그리고 전도와 선교가 이전과는 전혀 다른 차원에서 실천될 수 있게 됩니다.

3. 정체성 회복

장재형목사는 사순절과 로마서 묵상을 강조하는 동시에, 이사야 43장 말씀을 통해 “정체성 회복”의 메시지를 설교합니다. “이사야 43장”은 바벨론 포로기 상황에서 절망하던 이스라엘 백성을 향해, 하나님께서 “두려워하지 말라”고 선언하시는 대목으로 유명합니다. “야곱아, 너를 창조하신 여호와께서 지금 말씀하시느니라. 이스라엘아, 너를 지으신 이가 말씀하시느니라. 너는 두려워하지 말라. 내가 너를 구속하였고, 내가 너를 지명하여 불렀나니, 너는 내 것이라.”(사 43:1) 이 구절은 당시 어둠과 절망에 잠겨있던 백성에게 “너희는 하나님의 선택된 백성이며, 하나님의 소유다”라는 신분을 재확인시킵니다.

장재형목사는 이 말씀을 인용하면서, 오늘날 크리스천들이 스스로를 바라보는 시각에도 동일한 선언이 적용된다고 강조합니다. 우리는 종종 세상에서 겪는 어려움과 죄의식 속에서, 혹은 억눌린 영적 침체 속에서, 자신을 하찮게 여기고 신앙의 본질을 놓쳐버리기 쉽습니다. 그러나 하나님은 “너를 창조하신 이가 바로 나다. 너는 내 것이다”라고 분명히 말씀하십니다. 우리가 이 진리를 놓치면, 상황에 끌려다니거나 세상의 유혹에 쉽게 넘어가게 됩니다. 우리는 스스로를 ‘하나님이 지으신 존귀한 존재’로 바라보아야 하며, 동시에 ‘하나님이 구속하신 죄인’임을 깨달아야 합니다. 이는 인간의 교만을 깎아내리고, 하나님 앞에 온전히 서게 만드는 근본적인 영적 인식입니다.

또한 이사야 43장 2절에 언급된 “물이 너를 침몰하지 못할 것이며, 불꽃이 너를 사르지 못하리라”는 약속은 하나님의 보호와 인도하심을 상징합니다. 바벨론 포로 생활의 절망적 환경, 그리고 인생을 삼키려 드는 고난과 환난 속에서, 이스라엘 백성이 여전히 희망을 붙들 수 있었던 이유는, 그들을 지으신 하나님이 결코 그들을 잊지 않으신다는 약속 때문이었습니다. 장재형목사는 이 점을 두고, 우리가 ‘하나님의 주권’을 올바로 인정해야 함을 강조합니다. 창조주 하나님이 우리의 주인 되시며, 우리는 그분의 작품이자 소유물입니다. 이 사실을 인정하면, 인생의 어떤 폭풍우도 근본적으로 우리를 삼키지 못한다는 믿음 위에 서게 됩니다.

장재형목사는 이 하나님의 주권을 현대적 맥락에서 풀어내며, 그것이 ‘만물을 지으신 하나님께서 최종적인 권리를 갖고 계신다’는 점을 보여준다고 말합니다. 비유를 들자면, 한 건물이 있다면 그 소유주는 그 건물을 지은 사람입니다. 누구도 건물주가 아닌 이상, 함부로 그 건물을 개조하거나 부수거나, 용도를 바꿀 수 없습니다. 마찬가지로 우리 인생도 하나님이 지으셨기에, 그분께서 주인 되시는 것이 마땅하다는 논리입니다. 그러나 현대 사회는 자율성과 자기결정권을 강조하면서, 사실상 하나님의 주권을 부정하는 방향으로 치닫고 있습니다. 인간이 스스로 자기 삶의 기준을 정하고, 선악을 결정하며, 창조주의 뜻을 존중하지 않는 모습이 만연해 있다는 것입니다.

그러나 이사야 43장은 바벨론 포로라는 역사적 비극 속에서도, 하나님의 백성이 결코 망하지 않고 다시 회복될 것임을 예언합니다. 이것은 궁극적으로 “하나님의 구원은 시공간을 초월하여, 그의 약속을 믿는 자들을 건져내신다”는 진리를 드러냅니다. 장재형목사는 우리 시대의 위기와 환난도 마찬가지라고 봅니다. 코로나19가 전 세계를 강타했을 때, 많은 사람이 두려움과 절망감에 빠졌습니다. 이때 장재형목사는 “너는 두려워하지 말라. 내가 너를 구속하였고, 지명하여 불렀나니, 너는 내 것이라”는 말씀을 본문으로 설교하며, 하나님께 대한 신뢰를 회복하고, 하나님이 우리에게 부여하신 정체성을 다시 확인하자고 촉구했습니다.

특히 43장 4절의 “네가 내 눈에 보배롭고 존귀하며, 내가 너를 사랑하였은즉”이라는 구절은, 하나님이 우리를 얼마나 귀하게 여기시는지 역설합니다. 사람들은 스스로를 하찮게 여기거나, 다른 이들의 평가에 따라 정체성이 흔들릴 때가 많습니다. 하지만 성경은 “우리가 하나님 눈에 얼마나 보배로운 존재인지”를 분명히 선언합니다. 이는 ‘거룩하신 하나님이 무조건 우리 편이 되어주시니, 마음대로 해도 된다’는 말이 아니라, ‘우리가 그분의 자녀이며, 거룩을 향해 끊임없이 자라나야 할 존재’라는 사실을 말하는 것입니다. 결국 이 거룩한 정체성을 인식할 때, 우리의 말과 행실은 점점 더 하나님을 닮아가는 방향으로 변화됩니다.

장재형목사는 이러한 이사야 43장의 메시지를 토대로, 교회와 성도의 소명을 다시금 강조합니다. 구원의 길과 파멸의 길이 동시에 펼쳐져 있는 현실에서, 우리는 스스로 구원의 길을 선택해야 할 뿐 아니라, 다른 이들에게도 그 길을 안내해야 할 책임이 있습니다. 예레미야 21장 8절 말씀이 “내가 너희 앞에 생명의 길과 사망의 길을 두었노라”고 선언한 것처럼, 오늘날도 우리가 어떤 길을 택하느냐에 따라 인생의 결말이 달라집니다. 사회적으로 ‘거리두기’를 하는 상황에서도 우리는 하나님과 ‘더 가까이’ 다가갈 수 있으며, 오히려 이 시간을 통해 영적으로 깊어지고, 자신의 정체성과 사명을 재발견할 수 있습니다.

나아가 장재형목사는 이 시기에 육신적 건강까지도 함께 회복하기를 권면합니다. 코로나19로 인해 실내 생활이 늘어나고, 운동 부족으로 몸이 약해지는 이들이 많았습니다. 그러나 이사야 43장이 말하는 하나님의 구원은 단지 영혼 구원만을 의미하지 않습니다. 그것은 하나님의 통치 아래에서 우리의 삶 전반이 회복되는 총체적 구원을 지향합니다. 장재형목사는 설교를 통해 종종“팔굽혀펴기 200번씩 하라, 앉았다 일어났다 하는 다리 운동을 하라, 집에 문에 매다는 기구라도 달고 운동하라”며 실제적 권면을 아끼지 않습니다. “우리가 영이 강건해지면, 혼과 육도 함께 강건해진다”는 고린도후서 7장 1절의 권고를 바탕으로, 영육의 균형적 성장을 추구해야 한다는 메시지입니다.

결국 이사야 43장은 절망과 환난 속에서도 “하나님께서 여전히 주권자이며, 우리를 사랑하시는 분이시며, 우리를 회복시키시는 분”이라는 사실을 재확인시키는 장입니다. 장재형목사는 이 본문을 통해, 우리의 정체성이 누구에게 속해 있는지, 우리는 왜 예수 그리스도 안에서 새 생명을 얻어야 하는지, 그리고 그 구원이 어떻게 오늘 우리의 삶에 구체적으로 적용되어야 하는지를 설교합니다. “너는 내 것이라” 하신 하나님의 음성을 들을 때, 우리는 죄와 사망에서 해방된 자로서 자유롭게 살아갈 뿐 아니라, 동시에 “하나님의 소유”라는 사실로부터 오는 기쁨과 책임감을 함께 느끼게 됩니다.

정리하면, 장재형목사는 사순절을 맞이하는 성도들에게 로마서를 달통하기를 권면하고, 그 과정을 통해 죄와 은혜, 구원과 칭의라는 복음의 핵심을 확실히 붙들도록 합니다. 더 나아가 이사야 43장을 묵상함으로써, 우리의 정체성과 소속이 하나님께 있음을 인식하고, 고난의 시간에도 낙망하지 말며, 하나님께 더 가까이 나아가는 시간을 가지라고 가르칩니다. 또한 자녀에게도 신앙의 핵심을 제대로 전수하며, 육신을 돌보아 건강하게 가꾸라는 실천적 조언을 제시합니다. 요컨대, “장재형목사”라는 키워드로 정리되는 그의 설교와 메시지는, 예수 그리스도를 바라보는 사순절의 의미, 로마서가 가르치는 복음의 정수, 그리고 이사야43장에서 선포되는 우리 정체성의 회복을 통해, 오늘을 살아가는 성도들이 하나님 앞에서 올바른 관계를 맺고 성숙해가길 촉구하는 전체적 흐름으로 이어집니다.

이는 단발적 권면이 아니라, 하나님을 더욱 깊이 알며, 말씀으로 자신을 비추고, 성령 안에서 거룩을 추구하며, 교회와 세상 속에서 예수 그리스도를 드러내는 복음적 삶을 지속적으로 살아갈 것을 요청하는 장기적 메시지입니다. 우리는 로마서 10장 6~8절에서 바울이 말하듯, “우리가 그리스도를 알기 위해 하늘에 오르거나 무저갱에 내려갈 필요가 없다”고 선언하신 것처럼, 이미 우리 가까이에 있는 ‘말씀’을 통해 예수님을 발견할 수 있습니다. 그 말씀 안에 믿음과 생명이 있으며, 우리의 심령에 충만히 임하는 성령의 역사를 통해, 우리는 참된 회복과 부흥을 경험하게 됩니다. 그리고 이는 일시적인 감정이 아니라, 교회를 세우고 세상을 복되게 하는 길이 됩니다.

결국 장재형목사의 메시지는 전반적으로 다음과 같은 핵심을 담고 있습니다. 첫째, 사순절을 통해 고난과 은혜의 길을 함께 묵상하며, “머리에 기름을 바르고 얼굴을 씻으라” 하신 예수님의 말씀대로, 고난 중에도 하나님을 더 신뢰하고 기뻐하는 태도를 견지하자. 둘째, 로마서 달통을 통해 죄와 은혜, 구원과 칭의, 성령 안에서의 새 생명 등 기독교 신앙의 핵심 교리를 더욱 깊이 체득하자. 셋째, 이사야 43장의 “너는 내 것이라”는 선언을 마음 깊이 새겨, 우리의 정체성과 소속이 온전히 하나님께 있음을 자각하고, 모든 절망과 환난을 초월하는 하나님의 보호와 구원을 신뢰하며 살자. 이 세 가지가 서로 긴밀히 연결되며, 우리의 신앙을 공고히 하고 삶을 변화시키는 동력이 된다는 것입니다.

Une Église qui brille dans la tribulation – Pasteur David Jang


1. Contexte historique et géographique de l’Église de Thessalonique

Avant d’entamer l’étude de la première épître aux Thessaloniciens, il est nécessaire de considérer quelle histoire l’Église de Thessalonique a vécue, ainsi que le contexte régional qui l’a vue naître et les divers défis et persécutions qui en ont découlé. Dans ce processus, en se penchant sur la manière dont l’apôtre Paul et ses collaborateurs ont implanté des Églises dans chaque ville, et sur la façon dont ils ont préservé la communauté de foi malgré l’oppression, nous pouvons ressentir, de manière toujours actuelle, la « puissance de l’Évangile qui fleurit au sein de la tribulation », thème que le pasteur David Jang souligne sans cesse.

Thessalonique était l’une des villes importantes de l’Empire romain antique, jouant le rôle de capitale de la région de Macédoine. À l’époque où l’apôtre Paul y prêchait l’Évangile, la ville connaissait un grand essor économique et culturel, avec environ 200 000 habitants. On y trouvait des Grecs, mais aussi des Juifs, et de nombreux autres peuples, dans un environnement pluriel sur le plan religieux et culturel, marqué à la fois par l’héritage de l’hellénisme et l’existence active de synagogues juives. Par ailleurs, Thessalonique se situait sur l’une des principales routes de communication de l’Empire romain, permettant à ce dernier de relier l’ensemble de son vaste territoire (centré alors sur la Méditerranée). Grâce à cette situation géographique, le commerce et les échanges se développaient intensément. La ville était donc un carrefour où transitaient sans cesse des visiteurs de l’extérieur, ce qui créait un contexte culturel complexe, mêlant diverses religions et philosophies.

Le pasteur David Jang attache beaucoup d’importance à cette toile de fond historique et urbaine. En effet, l’Évangile ne s’est pas transmis uniquement par la parole ; il s’est enraciné et a fleuri dans des espaces de vie concrets, là où les gens se regroupent et vivent leur quotidien. Il souligne : « L’Évangile est une Parole agissante, dynamique, qui s’anime au travers de la vie réelle. Étudier comment elle s’épanouit concrètement dans les villes est d’une importance cruciale. » Cela nous rappelle que la première épître aux Thessaloniciens n’est pas simplement une lettre doctrinale, mais plutôt la correspondance d’un apôtre et de ses collaborateurs envoyée à une « communauté réelle » formée au cœur d’une ville et dans un contexte de persécution.

Avant que l’Église de Thessalonique ne soit fondée, Paul, Silas et Timothée avaient déjà prêché l’Évangile à Philippes, où ils subirent de grandes persécutions. Selon le chapitre 16 du livre des Actes, ils ont été emprisonnés, battus, et ont enduré toutes sortes d’épreuves. Pourtant, ils ont fini par y annoncer l’Évangile et y établir une Église. Le pasteur David Jang commente à ce propos : « Partout où l’Évangile pénètre, les épreuves sont inévitables. Mais plus l’épreuve est profonde, plus l’œuvre du Saint-Esprit est intense. » Après Philippes, ils sont passés par Amphipolis et Apollonie, pour finalement arriver à Thessalonique. Ils y ont alors prêché de manière intensive pendant trois semaines (trois sabbats) dans la synagogue juive, expliquant la Loi et les Prophètes pour annoncer l’Évangile. Le chapitre 17 des Actes précise qu’« ils discutaient avec eux à partir des Écritures », lesquelles, à l’époque, étaient principalement la Loi et les Prophètes en rouleaux. En tant que rabbin, Paul reliait ces textes à la vérité que Jésus est le Christ, qu’il est mort sur la croix et qu’il est ressuscité des morts.

Malgré la brièveté de ces trois semaines, l’enseignement de Paul produisit des effets : des Grecs et « plusieurs femmes de la haute société » (Actes 17 :4), c’est-à-dire des personnes influentes, embrassèrent le message de l’Évangile dans la synagogue. Le problème vint des Juifs qui accueillirent ce message avec hostilité : ils jugèrent le Christ annoncé par Paul comme une atteinte à la tradition juive et à la Loi. De plus, dans l’Empire romain, l’adoration impériale était très répandue, et l’exclusivisme monothéiste (qu’il soit juif ou chrétien) pouvait facilement être considéré comme un acte de rébellion politique. Aux yeux des Juifs conservateurs, ceux qui considéraient Jésus-Christ comme le Messie détruisaient la tradition juive, ce qui déchaîna encore davantage leur violence. Au final, Paul et Silas durent quitter précipitamment Thessalonique sous la pression, pour se rendre à Bérée. Toutefois, ils n’abandonnèrent pas complètement l’Église naissante. Timothée et d’autres collaborateurs revinrent pour la soutenir, et, lorsque Paul arriva à Corinthe (au cours de son deuxième voyage missionnaire), il écrivit aux Thessaloniciens avec un cœur de berger.

Le pasteur David Jang souligne que cette « affection apostolique pour l’Église » constitue l’essence même dont les communautés ecclésiales d’aujourd’hui doivent s’inspirer. Lorsque les Églises, éparpillées dans diverses villes, vacillaient sous le poids des attaques internes et externes, Paul ne se contentait pas de les abandonner et de partir. Il ne cessait de prier pour elles, de leur envoyer des lettres, et d’y dépêcher de nouveaux collaborateurs afin de consolider leur foi. Cette attitude de Paul et de ses compagnons illustre précisément ce que le pasteur David Jang appelle « le soin pastoral qui tient l’Église comme sa propre vie ». L’Évangile peut continuer son chemin d’une ville à l’autre sans jamais s’arrêter, mais les communautés implantées doivent être chéries et nourries avec le cœur de Christ. C’est dans ce contexte que fut rédigée la première épître aux Thessaloniciens. Elle témoigne des tribulations et persécutions endurées par l’Église primitive, ainsi que de la foi, de l’amour et de l’espérance qui se sont pourtant épanouis et ont porté du fruit.

La persécution prenait différentes formes. D’une part, les Juifs orthodoxes voyaient d’un mauvais œil ceux qui embrassaient l’Évangile de Jésus-Christ. D’autre part, les autorités politiques romaines pouvaient les accuser de « servir un autre roi que l’empereur romain » et les expulser par la force. Le pasteur David Jang interprète cette situation ainsi : « La crise de l’Église survient toujours quand ses valeurs entrent en conflit avec celles du monde ; c’est dans ces moments-là que se révèlent la foi authentique et la puissance de l’Évangile. » À Thessalonique, ces persécutions n’étaient pas de simples querelles religieuses : elles pouvaient menacer la survie même des croyants, menant à la ruine financière ou familiale, à l’emprisonnement, et parfois même à la mort. Leur unique espérance était alors « le retour du Seigneur », c’est-à-dire l’espérance eschatologique. L’annonce que, lors de sa seconde venue, le Seigneur les délivrerait de leurs souffrances et leur accorderait le salut soutenait fermement la foi des chrétiens de Thessalonique.

Pendant son séjour à Corinthe, Paul apprit ces nouvelles et fut à la fois inquiet et dans l’allégresse. Il craignait qu’après le départ des responsables, la petite communauté n’abandonne la foi et ne retourne au monde, mais en même temps, il fut profondément ému d’apprendre que cette communauté subsistait et, mieux encore, qu’elle était « un modèle pour tous les croyants de Macédoine et d’Achaïe ». Le pasteur David Jang décrit cette épître comme « une lettre écrite dans les larmes de gratitude et de joie ». Elle laisse transparaître l’ardeur du cœur de Paul, Silas et Timothée.

Le premier chapitre de la première épître aux Thessaloniciens montre clairement la signature collective : « Paul, Silvain et Timothée… ». Cette introduction indique la forme d’une lettre rédigée en collaboration, ou du moins présentée comme telle. Le pasteur David Jang y voit l’expression d’une « spiritualité communautaire » au sein de l’Église. « Cette lettre ne repose pas seulement sur l’autorité apostolique d’un seul, mais manifeste plutôt le service d’hommes qui ont ensemble peiné pour l’Évangile, unis de cœur. » En effet, l’Église primitive ne s’est jamais bâtie sur le seul charisme d’un individu ; elle a grandi grâce à de petites assemblées domestiques, des synagogues transformées, et un réseau de multiples collaborateurs. Pour comprendre cela, il est particulièrement utile de lire en parallèle les épîtres de Paul et les récits des Actes. Le chapitre 17 des Actes, par exemple, fournit une esquisse concise de la fondation de l’Église de Thessalonique et de son contexte.

Comme le répète souvent le pasteur David Jang, « l’Évangile se vit concrètement sur le terrain et se forge dans la souffrance ». Paul, jeté en prison à Philippes, menacé de mort, chassé de ville en ville par les dirigeants juifs, n’a toutefois jamais « abandonné » les Églises. Partout où l’Évangile était annoncé et accueilli, il voyait là un « fondement d’Église préparé par Dieu » et y implantait immanquablement une communauté du Christ avant de s’éloigner. L’Église de Thessalonique a elle aussi été établie sur ce principe. Plus les persécutions étaient intenses, plus l’œuvre du Saint-Esprit se manifestait puissamment, attestant que rien ne pouvait faire obstacle à l’Évangile authentique.

Le pasteur David Jang adopte une vue globale de l’histoire de l’Église et affirme : « En contemplant la survie et l’extension du christianisme avant l’empereur Constantin, nous comprenons l’importance capitale de la foi inébranlable qu’ont maintenue, même sous une persécution extrême, des Églises comme celle de Thessalonique. » Avant la promulgation de l’édit de Milan (313), qui reconnut officiellement le christianisme, les chrétiens étaient considérés comme un groupe illégal pendant une longue période. Malgré cela, leur nombre n’a cessé de croître, se répandant à travers l’Asie Mineure, la Macédoine, l’Achaïe et même toute l’Italie. Au fondement de ce phénomène se trouvaient la foi en la Résurrection du Christ, l’espérance du Retour du Seigneur, et leur enracinement dans la persévérance au milieu de toutes sortes d’épreuves et de persécutions. L’Église de Thessalonique se présente ainsi comme l’un des exemples les plus représentatifs de cette réalité.

Le pasteur David Jang a souvent exprimé son désir de visiter chaque ville afin de « goûter » à l’histoire de l’Évangile. En parcourant la Grèce, en se rendant à Istanbul (l’ancienne Constantinople), ou encore à Milan, il aime observer de ses propres yeux les vestiges des premières Églises et fouler ces lieux. Il en retire chaque fois une conviction renouvelée : « Le temps passe, les pouvoirs et les idéologies changent, mais la semence de l’Évangile ne meurt jamais et se perpétue. » À Milan, il s’est rendu sur les lieux emblématiques de l’édit de Milan, et a pu considérer l’héritage légué par la tradition catholique romaine, puis a cherché à l’appliquer et à l’adapter à l’Église contemporaine. Son désir de visiter Thessalonique s’inscrit dans la même veine : il aspire à ressentir, sur le terrain, « l’amour et la foi » qui s’expriment dans cette lettre, alors que l’Église se trouvait en pleine tribulation.

Ainsi, l’Église de Thessalonique n’était pas simplement « une petite communauté d’autrefois ». Elle se trouvait au cœur d’une grande ville cosmopolite, où coexistaient de multiples ethnies et religions, subissant à la fois la pression écrasante de la puissance romaine et l’hostilité religieuse des Juifs locaux. Malgré ces deux menaces, les croyants sont demeurés fermes dans leur foi, s’aimant ardemment les uns les autres et tenant fermement l’espérance du retour du Seigneur. Le pasteur David Jang met sans cesse l’accent sur l’histoire de l’Église, car il tient à montrer que tout cela n’a pas été qu’un événement passé : des situations similaires se reproduisent de nos jours. Aujourd’hui encore, certains lieux jouissent de liberté et d’abondance, tandis que d’autres subissent des persécutions religieuses et politiques féroces. En divers points du monde, des chrétiens gardent encore une foi prête au martyre, attendant avec espérance le Retour du Seigneur, exactement comme ceux de Thessalonique.

En fin de compte, bien comprendre la première épître aux Thessaloniciens implique de saisir à la fois « l’amour de Dieu qui ne nous abandonne pas dans l’épreuve » et « la vérité de l’Évangile qui brille d’autant plus dans la souffrance ». Le pasteur David Jang désigne ce message comme « l’exemple vivant de la foi montré par l’Église de Thessalonique », et nous exhorte en disant : « Nous aussi, aujourd’hui, devons devenir l’Église de Thessalonique du XXIe siècle. » Il ne s’agit pas d’une Église installée dans le confort et la sécurité, mais d’une communauté qui pénètre le monde, fait face à l’oppression, refuse de reculer, tout en tenant fermement l’espérance du Retour du Seigneur et en portant les fruits de la foi et de l’amour.

Après avoir exploré l’histoire et le contexte global de l’Église de Thessalonique, venons-en à l’essentiel du chapitre 1 de la première épître aux Thessaloniciens. Si la foi en la résurrection du Christ et l’espérance du Retour du Seigneur en constituent la trame de fond, voyons plus précisément quels encouragements Paul souhaite transmettre à travers cette lettre, et comment la foi, l’amour et l’espérance, propres à l’Église primitive, se sont manifestés concrètement. Nous analyserons en particulier la manière dont le pasteur David Jang souligne la foi dans la tribulation, et comment l’« amour et l’œuvre communautaire » rendent témoignage à la puissance de l’Esprit. Enfin, nous réfléchirons à l’application concrète de ces vérités dans nos contextes actuels.


2. Les enseignements fondamentaux du chapitre1 de la première épître aux Thessaloniciens

Dans le chapitre 1 de la première épître aux Thessaloniciens, Paul exprime tout d’abord sa profonde gratitude et son amour pour les croyants, en leur adressant des éloges pour la foi, l’amour et l’espérance qu’ils ont manifestés. Cette lettre est co-signée par l’apôtre Paul, Silvain (Silas) et Timothée, durant leur séjour à Corinthe, alors qu’ils apprennent les souffrances grandissantes de l’Église de Thessalonique. Comme nous l’avons vu, ces souffrances provenaient d’une pression politique romaine et d’une violence religieuse de la part de Juifs conservateurs, combinant deux formes de persécution particulièrement âpres. Malgré cela, l’Église de Thessalonique n’a pas cédé. Au contraire, sa foi et son amour se sont affermis, et son espérance est devenue plus intense encore. Paul, en entendant ces nouvelles, est submergé d’émotion et exprime dans l’introduction de la lettre une profonde reconnaissance. Nous y retrouvons pleinement l’idée chère au pasteur David Jang : « l’authenticité de l’Évangile qui grandit dans la persécution ».

Au verset 2, Paul écrit : « Nous rendons continuellement grâces à Dieu pour vous tous, faisant mention de vous dans nos prières. » Ce n’est pas une simple formule polie, mais la traduction réelle d’une Église pour qui on intercède sans relâche, et dont la persécution ne fait qu’intensifier la prière. Le pasteur David Jang y voit un principe : « Dans le véritable Évangile, on ne délaisse jamais une Église qui souffre. » Pour qu’une Église vive fidèlement l’Évangile, elle ne doit pas oublier les chrétiens persécutés dans d’autres régions, comme Paul et ses collaborateurs ne l’ont pas fait pour Thessalonique. Il appelle l’Église d’aujourd’hui à ne pas se contenter d’être émue par la lecture de cette épître, mais à prier de même pour les communautés qui souffrent dans d’autres parties du monde et à leur apporter l’aide nécessaire.

Le verset 3 est un passage bien connu, qui met en avant les trois vertus cardinales « foi, amour, espérance » au cœur de l’Église primitive. Paul écrit : « Nous nous souvenons sans cesse de l’œuvre de votre foi, du travail de votre amour et de la persévérance de votre espérance en notre Seigneur Jésus-Christ, devant Dieu notre Père. » Le pasteur David Jang insiste sur l’importance du terme « travail » (en grec, κόπος, qui signifie un labeur pénible, un effort soutenu). L’amour n’est pas qu’un sentiment abstrait ; il se manifeste dans la réalité concrète, au prix d’une peine et d’un dévouement tangibles. Dans la tourmente, on est enclin à se replier sur soi, mais les Thessaloniciens, eux, ont puisé dans leur amour la force de se soucier les uns des autres, de subvenir aux besoins, de consoler, et de pleurer avec ceux qui étaient dans la détresse. Ainsi, « l’Église qui devient un modèle » tire son rayonnement de cet amour visible et actif.

Par ailleurs, Paul décrit la foi comme produisant une « œuvre » (ἔργον), l’amour comme exigeant un « travail » (κόπος), et l’espérance comme impliquant la « persévérance » (ὑπομονή). Le pasteur David Jang y voit « un triptyque illustrant que la foi chrétienne n’est pas un simple savoir intellectuel, mais doit s’incarner dans l’action concrète ». La foi en la résurrection et le Retour de Jésus-Christ devient la force de service au milieu de l’adversité, l’amour nous pousse à continuer le partage et le sacrifice même dans la souffrance, et l’espérance eschatologique nous permet de supporter l’épreuve sans succomber au désespoir.

Au verset 4, Paul affirme : « Nous savons, frères bien-aimés de Dieu, que vous avez été élus. » C’est un encouragement à l’égard de l’Église persécutée, pour rappeler que Dieu ne les abandonne pas, mais les serre encore plus fort dans son amour. Le pasteur David Jang relie ce passage aux paroles de Jésus dans les Béatitudes : « Heureux ceux qui sont persécutés pour la justice, car le royaume des cieux est à eux » (Matthieu 5 :10). C’est précisément parce que les chrétiens de l’Église primitive tenaient fermement à cette « élection » qu’ils purent endurer des menaces si violentes, au péril de leur vie.

Aux versets 5 et 6, Paul souligne que « notre Évangile ne vous a pas été prêché en paroles seulement, mais avec puissance, avec l’Esprit Saint et avec une pleine certitude », et que « vous avez reçu la Parole au milieu de beaucoup de détresse, avec la joie du Saint-Esprit, en sorte que vous soyez devenus un modèle pour tous ceux qui croient ». L’Évangile n’est donc pas qu’un discours ou une théorie, mais une « puissance » (δύναμις). Cette force se déploie par le Saint-Esprit pour produire en nous une certitude inébranlable. Le pasteur David Jang met en garde : « Aujourd’hui encore, pour que l’Évangile soit réellement puissance, il faut s’enraciner dans la certitude donnée par le Saint-Esprit. » De nombreuses Églises s’éteignent ou capitulent face aux persécutions car l’Évangile y reste à l’état de connaissance intellectuelle, sans la force transformante du Saint-Esprit. Mais l’Église de Thessalonique fit l’expérience du noyau même de l’Évangile — la croix et la résurrection de Jésus-Christ, puis son Retour à venir — et, en coopérant avec l’Esprit, elle a tenu bon dans les moments les plus sombres.

Le verset 7 déclare : « En sorte que vous êtes devenus un modèle pour tous les croyants de la Macédoine et de l’Achaïe. » Paul précise ici que la renommée de l’Église de Thessalonique a largement dépassé ses frontières. Si Paul peut écrire qu’« ils sont devenus un exemple pour tous », c’est que cette communauté a accompli bien plus que simplement survivre. Face aux persécutions, loin de se lamenter, ils ont fait preuve d’une solidarité et d’un amour authentique. Cette nouvelle a rapidement circulé, encourageant d’autres Églises. Le pasteur David Jang commente : « L’Église, lorsqu’elle est purifiée dans la souffrance, brille comme de l’or affiné, et ce rayonnement se propage vers d’autres communautés. » De fait, l’histoire de l’Église montre que, malgré de terribles répressions au 1er et au 2e siècle, le christianisme a connu une croissance fulgurante, précisément parce qu’il s’appuyait sur le « témoignage des communautés vivant dans la tribulation ».

Au verset 8, Paul indique que leur témoignage a rayonné non seulement en Macédoine et en Achaïe, mais même « en tous lieux », au point qu’il n’a plus besoin de rien ajouter. Cela signifie que, sans l’aide constante de Paul, ils ont su garder une foi solide et ont incarné l’Évangile non seulement par la parole, mais aussi par leurs actes. Le pasteur David Jang souligne ce passage, rappelant que « lorsque l’Église porte le fruit authentique de l’Évangile, cette nouvelle se répand naturellement, sans qu’elle ait besoin de faire de grands discours ou de grandes campagnes publicitaires ». Aujourd’hui, beaucoup d’Églises misent sur les médias pour leur « image » ou leurs projets. Pourtant, la véritable puissance de l’Évangile vient avant tout « du témoignage de la vie, plutôt que des mots ».

Le verset 9 décrit comment « ils se sont convertis à Dieu en abandonnant les idoles, pour servir le Dieu vivant et vrai ». Les croyants de Thessalonique étaient, auparavant, plongés dans toutes sortes de cultes païens et de valeurs séculières, mais ils se sont détournés de ces idoles pour adorer le seul vrai Dieu. Compte tenu de la forte majorité grecque de Thessalonique, cette rupture n’allait pas de soi. La société baignait dans le polythéisme, le culte impérial, et divers rites civiques à l’égard des dieux protecteurs de la cité. Pourtant, ces croyants ont résolument quitté leur ancienne vie pour se consacrer à Dieu. Pour le pasteur David Jang, c’est la preuve « que la grâce de l’Évangile brise les chaînes du péché et fait de nous de nouvelles créatures ». Le changement radical de vie des Thessaloniciens a sans doute exercé un impact fort sur tous ceux qui les entouraient.

Enfin, au verset 10, Paul conclut : « …et pour attendre des cieux son Fils, qu’il a ressuscité des morts, Jésus, qui nous délivre de la colère à venir. » Dans le texte grec, le verbe employé pour « attendre » est ἀναμένειν, exprimant l’idée d’une attente patiente et confiante du Christ qui viendra « du ciel » (ἐκ τῶν οὐρανῶν). Bien que le Nouveau Testament emploie souvent le terme παρουσία (parousia) pour désigner la « venue » du Seigneur (qu’on retrouve en 2 :19, 3 :13, 4 :15, etc.), ici, 1 Thessaloniciens 1 :10 insiste sur l’idée d’« attendre ardemment le Christ qui reviendra du ciel ». Cette espérance eschatologique, encore embryonnaire dans les premiers temps de l’Église, soutenait néanmoins puissamment la foi des Thessaloniciens soumis à la persécution. Certes, l’excès d’eschatologie peut dériver vers un messianisme fanatique et une fuite du réel. C’est pourquoi, plus tard, Paul doit corriger certains malentendus dans la suite de la première épître et dans la deuxième. Mais dans le premier chapitre, l’insistance est clairement mise sur cette « attente confiante et persévérante » du Seigneur qui revient, conférant aux croyants persécutés une consolation et une force exceptionnelles. Le pasteur David Jang explique : « Une foi équilibrée dans le Retour du Seigneur est une grande source de réconfort et d’énergie pour les chrétiens qui endurent l’oppression. Nous ne pouvons connaître ni le jour, ni l’heure exacts de notre délivrance, mais nous sommes sûrs que le Seigneur viendra pour juger le mal et nous accorder la vie éternelle et la liberté. » C’est cette certitude qui a soutenu l’Église de Thessalonique dans les ténèbres de la souffrance.

En somme, le premier chapitre de la première épître aux Thessaloniciens brosse le portrait exemplaire d’une Église qui reste ferme au milieu de la persécution. Paul y décrit un Évangile qui ne s’exprime pas seulement en paroles, mais aussi en puissance et en conviction par le Saint-Esprit. Les croyants s’aiment, se donnent de la peine pour servir et s’encourager mutuellement, et « attendent » la venue de Jésus qui descendra du ciel (ἀναμένειν). Par là, ils deviennent un modèle qui inspire les autres communautés. Le pasteur David Jang en tire plusieurs pistes de mise en pratique pour l’Église d’aujourd’hui :

  1. «Priez constamment pour les Églises qui souffrent.»
    Même si nous vivons dans une région paisible, il existe ailleurs des frères et sœurs qui subissent d’intenses persécutions. À l’exemple de Paul et de ses collaborateurs, qui n’ont cessé d’intercéder pour l’Église de Thessalonique, nous devons porter ces croyants dans la prière et les assister dans leurs besoins. Si l’Église cesse de prendre soin de ceux qui souffrent, elle dénature la beauté même de l’Évangile.
  2. «Rappelez-vous que l’Évangile est puissance et non un simple discours.»
    Pour qu’une Église naisse et grandisse, nul besoin de programmes fastueux ni d’infrastructures luxueuses ; ce qui compte, c’est l’« action du Saint-Esprit » et la mise en pratique concrète d’une foi authentique. Bien que l’Église de Thessalonique fût petite et sans prestige, elle a exercé une influence considérable dans l’histoire du christianisme. Pour les Églises d’aujourd’hui, avant la taille de la communauté ou sa prospérité financière, la question cruciale est : « Sommes-nous réellement enracinés dans la puissance de l’Évangile et la conviction du Saint-Esprit ? »
  3. «L’amour implique nécessairement un labeur.»
    Les fidèles de Thessalonique ont consolé, partagé, et supporté les épreuves ensemble. Pour qu’une Église devienne une authentique « famille » spirituelle, il faut accepter de payer le prix du « travail de l’amour ». Le pasteur David Jang le répète souvent : « Ne nous contentons pas de proclamer l’amour, mais, à l’exemple de Jésus, pratiquons-le dans l’humilité et le sacrifice. »
  4. «L’espérance du Retour du Seigneur apporte la force au cœur du désespoir.»
    Nous devons certes éviter les déviances sectaires et le fixation extrême sur une date, mais il ne faut pas minimiser la doctrine du Retour du Christ. Plus l’oppression est grande, plus il nous faut nous souvenir de la « substance même de la foi chrétienne » : le Seigneur reviendra pour mettre fin à l’injustice et offrir la vie éternelle à son peuple. Comme les croyants de Thessalonique, il nous faut prendre appui sur « Jésus qui nous délivre de la colère à venir » (1 Th 1 :10).
  5. «Le pasteur doit rester uni à l’Église, partageant les mêmes souffrances.»
    Le pasteur David Jang admire la forme « épître collective » signée par Paul, Silas et Timothée. Ensemble, ils ont souffert pour l’Évangile, et ensemble, ils ont intercédé pour l’Église. L’Église n’est ni le domaine d’un unique pasteur, ni un lieu où chacun vit sa foi de manière solitaire ; c’est un corps uni, où tous se soutiennent réciproquement dans la détresse. La fidélité des Thessaloniciens n’aurait pas atteint un tel niveau sans l’intérêt inlassable de Paul et l’aide de ses collaborateurs. Aujourd’hui, pour préserver la dimension communautaire de l’Église, il faut que pasteurs et fidèles se fassent confiance et s’unissent, y compris dans l’épreuve.

Malgré les dérives escatologiques que Paul corrige plus tard (surtout dans la deuxième épître), l’Église de Thessalonique a continué à grandir dans l’Évangile, marquant l’histoire de l’Église d’un sceau particulier. Cette lettre démontre que les persécutions, loin d’anéantir l’Église, peuvent au contraire la fortifier. Lorsque l’on croit fermement à l’élection et à l’amour de Dieu, et que l’on persévère dans la puissance du Saint-Esprit en s’aimant les uns les autres, aucune tribulation du monde ne peut briser cette Église. Voilà ce que l’Église de Thessalonique atteste de façon historique.

Reste à chacun de voir comment mettre en pratique aujourd’hui ces vérités et ces exemples. Le pasteur David Jang souligne : « La première épître aux Thessaloniciens n’est pas qu’une simple lettre ancienne : pour l’Église de Corée comme pour l’Église mondiale, c’est une Parole vivante qui continue à nous interpeller et à nous pousser à réviser nos pratiques pastorales et notre foi. » Le message de la puissance de l’Évangile dans les Évangiles, les Actes et les épîtres de Paul ne se limite pas au 1er siècle. Tant que l’Église sera présente sur terre, et que la parousie (παρουσία) du Seigneur ne sera pas pleinement accomplie, nous devrons prêter l’oreille à la voix du premier chapitre de la première épître aux Thessaloniciens : « Exercez l’œuvre de la foi, le labeur de l’amour, et la persévérance de l’espérance dans le Retour de notre Seigneur ».

En conclusion, si nous aspirons à devenir, à l’instar de l’Église de Thessalonique, une « Église qui donne l’exemple », nous devons incarner de manière vivante, dans notre contexte concret, les trois valeurs essentielles — la foi, l’amour, l’espérance — qui sont au cœur du témoignage de ces croyants. Comme le répète inlassablement le pasteur David Jang, n’oublions pas que « l’Évangile rayonne plus fortement dans la persécution, et c’est au creuset de la tribulation que se vérifie l’authenticité de l’Église ». Tant que l’Église garde les yeux fixés sur la Croix et la Résurrection, et qu’elle attend ardemment le Seigneur qui « viendra du ciel » (ἀναμένειν), aucune tempête ne pourra l’ébranler. Ainsi pourra-t-elle, à la manière de l’Église de Thessalonique, faire connaître sa foi non seulement en Macédoine et en Achaïe, mais dans « tous les lieux », manifestant des œuvres prodigieuses à la gloire de Dieu.

困境之中闪耀的教会—张大卫牧师


1. 帖撒罗尼迦教会的历史与地理背景

在正式进入《帖撒罗尼迦前书》之前,首先需要探讨帖撒罗尼迦教会所拥有的历史背景,以及其所处的地理环境如何导致种种挑战与逼迫。在此过程中,也会结合张大卫牧师一直以来所强调的传福音的实际旅程——使徒保罗及同工们如何在各个城市建立教会,并在逼迫中维系信仰共同体。通过回顾这些内容,我们能更加切身地体会到,即便在当今仍然适用的那条真理:“福音的能力往往在患难中绽放出更耀眼的光芒”。

帖撒罗尼迦是古罗马帝国的重要城市之一,位于马其顿地区,当时起着省首府的作用。保罗传福音时,这座城市的经济与文化相当繁盛,据说人口可达二十万。城中居住着多种族群,包括希腊人和犹太人,既深受希腊化思想(希腊文化)影响,又有活跃的犹太会堂,形成了多元宗教与文化并存的环境。罗马帝国修建了连接当时“已知世界”(以地中海沿岸为中心)的重要道路,帖撒罗尼迦正处在主要干线的交通要道上,商贸往来发达,外来人口流动频繁,因而在宗教与思想方面都极为复杂。

张大卫牧师非常重视这种城市与历史背景,因为福音并不是只停留在“语言”层面,而是在真实的人群聚居地、具体的日常生活情境之中传播和扎根。他常强调:“福音是一种在真实生活中具有运动力的活泼之道,观察它如何在具体城市中开花结果至关重要。”这也提醒我们,《帖撒罗尼迦前书》并非只是一封单纯的教义书信,而是一封“在城市中心、且遭遇逼迫之际,形成的真实教会共同体”与使徒保罗及其同工之间的往来信件。

在帖撒罗尼迦教会建立前,保罗、西拉(即“士拉”或“西拉诺”,英文“Silas”)、提摩太曾在腓立比传福音,遭受严重的逼迫。根据《使徒行传》第16章记载,他们在腓立比被关进监狱、挨了鞭打,但依然成功见证了福音,并在那里建立了教会。张大卫牧师对此评价道:“福音所到之处,必有试炼随行;但试炼越深,圣灵的工作也就越显宏大。”之后,保罗一行人经由暗妃坡里、亚波罗尼亚,最终抵达帖撒罗尼迦,并在当地的犹太会堂里用三周时间(连续三个安息日)集中释经,宣讲福音。《使徒行传》第17章记载,他们“本着圣经与会堂里的人辩论”。当时“圣经”指的是包含律法和先知书的经卷,保罗以犹太拉比的身份连接这些经文,竭力阐明耶稣基督就是受膏者(弥赛亚),并宣讲祂被钉十字架和从死里复活的核心福音。

尽管保罗只在会堂内宣讲了三周,但他的教导迅速影响了希腊人,以及“不少女贵人”(见《使徒行传》17:4)等社会上具有影响力的阶层。问题在于,一部分犹太人对保罗所传的这位耶稣——“基督”极其反感,甚至激烈地反对。在当时的罗马帝国,皇帝往往被神化,犹太教和基督教所宣扬的独一真神信仰随时可能被视作政治上的威胁。更何况,对一些保守派犹太人而言,接受耶稣为“弥赛亚”似乎破坏了他们的传统与律法,因此保罗和西拉在帖撒罗尼迦也面临强烈的迫害,被迫离开该地,转而前往庇哩亚。然而,保罗并没有因逼迫就彻底“抛下”帖撒罗尼迦教会。他差派提摩太或其他同工回去照料教会,而他自己在第2次宣教旅程时到达哥林多,便在此时写信给帖撒罗尼迦教会的信徒,表达一位属灵牧者的关切之情。

张大卫牧师认为,“这是教会应当效法的使徒之爱”。当城市里的教会在内外挑战和患难中动摇时,使徒保罗和同工们绝不会漠视地离开,而是不断地用祷告、书信、派同工重返的方式来巩固信徒们的信心。保罗的作法也体现了张大卫牧师长期所倡导的“视生命为珍宝的牧养”:福音不停地从一座城市传到另一座城市,但凡福音的种子已经落在某地,就绝不会弃之不顾,而要以基督之心加以扶持。事实上,《帖撒罗尼迦前书》正是在这样的历史脉络下写成,见证了初代教会遭遇逼迫与患难,却仍在信心、爱心与盼望中茁壮成长的真实故事。

当时的逼迫形式多种多样。首先,犹太教的信徒厌恶那些接受耶稣基督福音的人;其次,政治当局也常以“除了罗马皇帝之外,他们又侍奉另一位主”为由,审判或强行驱逐基督徒。对此,张大卫牧师解释:“教会的危机往往在与世俗价值观发生冲突时爆发;而此刻,真正的信心和福音的能力才能显露。”帖撒罗尼迦教会当时所经历的痛苦并非只是一场宗教纠纷,而是现实中生存处境受到威胁,财产或家庭可能破碎,甚至有坐牢、失去生命的危险。他们唯一能够抓住的盼望,就是“主必再来”的末世性盼望。他们相信主再来就会使自己从这患难中得到释放,这种救赎应许支撑着他们的信仰。

保罗在哥林多听闻这些消息,既担心又感动。担心的是,一旦属灵领袖们离开,当地信徒会不会因压力转而放弃信仰;而感动的是,这个小小的群体依然“活着”,甚至在马其顿和亚该亚全境都被传颂为“模范信徒”,对福音忠贞不二。张大卫牧师形容这是“一封带着感恩和喜乐泪水写成的书信”,其中蕴含着保罗、西拉和提摩太火热的内心。

翻开《帖撒罗尼迦前书》第一章,可以清楚看到书信开头的署名:“保罗、西拉和提摩太……”。这是典型的共同署名或联合写信形式。对此,张大卫牧师将其与教会的“群体性属灵”作了关联性解读:“这封信并非仅以一个使徒的权威口吻写就,而是展现了为福音同工、并肩事奉的群体合一。”早期教会从来不是只靠一位富有“个人魅力”(charisma)的人来支撑,而是在无数家庭教会、犹太会堂转化者、以及众多同工伙伴的网络中扩张。为更好理解《帖撒罗尼迦前书》,对照阅读《使徒行传》相关记载(如第17章)也很重要,能帮助我们更立体地认识帖撒罗尼迦教会的诞生与背景。

一如张大卫牧师屡次所言:“福音必须在现场、在苦难中被内化。”保罗一行人在腓立比坐牢、受威胁,在每个城市都遭遇犹太领袖的反对,被迫离开时,却从不“放弃”他们所建立的教会。凡福音传到之处,若有人愿意接受,他们就视那地为神所预备的“教会根基”,毫不迟疑地在那里设立基督的共同体。这正是帖撒罗尼迦教会的诞生方式。迫害愈烈,反倒更彰显圣灵大能;真正的福音也证明了绝非人力和暴力能够阻挡。

张大卫牧师纵观整个教会史时指出:“看看君士坦丁大帝之前的基督教是如何生存与扩展的,就会更加明白帖撒罗尼迦教会那样在极端逼迫下仍然坚守信仰的根基,有何等重要。”历史上,君士坦丁大帝(君士坦丁一世)在颁布《米兰诏书》之前,基督徒一直作为“非法组织”被打压,却仍不断增长,很快遍及小亚细亚、马其顿、亚该亚,甚至扩展至整个意大利。其背后所依托的,就是在各种试炼与迫害中坚不可摧的“复活信仰”和“盼望主再来”的末世心志。帖撒罗尼迦教会正是这其中的典型案例。

在多个场合,张大卫牧师曾表示,他希望能亲身前往各个城市现场,来亲身体认福音的历史。他曾到过希腊地区、伊斯坦布尔(古称君士坦丁堡)以及米兰等地,亲眼看见古教会的遗迹、脚踏历史之地,更加确信“时间流逝、政权交替、思想变迁,但福音的种子从未死去”。在米兰,他探访了颁布《米兰诏书》的纪念遗址,也观摩了罗马天主教传统所留下的历史遗产,并努力将其带给当代基督教会做反思和借鉴。他渴望亲访帖撒罗尼迦的热情,也正是想要在那个历史场景中,切身感受这封书信所展现的“在患难中的教会,依旧被牧者之爱所扶持的信心与盼望”。

可见,帖撒罗尼迦教会并非“古代一座小教会”而已。它坐落于多民族、多文化、多宗教并存的大都市中心,面对来自罗马帝国强权与本土犹太教宗教压力的双重挑战。然而,那里的信徒并未因此退缩,反而坚守信心、彼此相爱,以“主必再来”的未来盼望为依靠。张大卫牧师之所以反复强调教会史,就是想告诉世人,这些历史事件从不是尘封过往,现实中类似的处境依然在不同形态中重现。如今世界上有些地方自由富足,但也仍有教会在遭受严酷的政治或宗教打压。全球某些角落的基督徒仍像帖撒罗尼迦教会一样,以殉道般的信心坚守,只盼主的再来。

因此,正确解读《帖撒罗尼迦前书》,不仅是让人明白“在患难中也不离弃我们的神的慈爱”,更是叫我们学习“福音在痛苦中更加璀璨”的真理。张大卫牧师称此为“帖撒罗尼迦教会信仰的生动范本”,并呼吁:“读这封书信的我们,也应该成为21世纪的‘帖撒罗尼迦教会’。”教会并非只安于舒适安逸的处境,而要深入世界之中,即便遭遇压力或逼迫,也决不后退,并坚守主再来的盼望,结出爱与信心的果实。

在概览了帖撒罗尼迦教会的整体历史与背景之后,接下来便可以进入对《帖撒罗尼迦前书》第一章核心信息的探讨:如果说对基督复活的信心与对主再来的盼望构成他们信仰的根基,那么保罗通过这封书信所要传达的具体劝勉是什么?初代教会所展现的那份信心、爱心与盼望究竟有何模样?尤其是张大卫牧师所强调的“在患难中持守的信心”以及通过“群体之爱与劳苦”而彰显的圣灵大能,又该怎样落地到我们的现实生活之中?让我们一起思考。


2. 《帖撒尼迦前》第一章的核心

《帖撒罗尼迦前书》第一章的核心在于:保罗对帖撒罗尼迦教会信徒怀着深切的感恩与爱,并赞扬他们所展现的信心、爱心及盼望。此信由保罗、西拉(又名“西鲁阿诺”)和提摩太共同署名,写于他们在哥林多停留期间,当时他们陆续听闻帖撒罗尼迦教会仍在持续遭遇逼迫的消息,而这逼迫既来自罗马帝国的政治压力,也混杂了保守犹太人的宗教暴力,堪称“严酷的迫害”。但令人惊讶的是,帖撒罗尼迦教会不但没有被摧毁,反而在信心与爱心上更加坚定,盼望也更为迫切。保罗对此深受感动,在信首热情洋溢地表达感恩,其中蕴含的正是张大卫牧师所常提及的“在逼迫中成长的福音真实性”。

在第一章第2节,保罗说:“我们为你们众人常常感谢神,祷告的时候提到你们。”这并非只是美丽的修饰之词,实质上表明帖撒罗尼迦教会一直是保罗一行祈祷时的重要事项,尤其在逼迫越烈时,他们便越发为这群信徒恳切代求。张大卫牧师在此指出:“真正的福音里,面对受苦的教会决不会袖手旁观。”若教会要活出教会的样式,就当“常常在祷告中记念那些正在受逼迫的弟兄姐妹”。他强调,如今21世纪依旧有很多教会在遭遇严重的逼迫,我们不能只因自己身处和平之地就对他们的苦难视而不见。倘若只满足于读《帖撒罗尼迦前书》而被感动,却未付诸行动,那么就失去这封书信带给我们的挑战与启示。

第3节是广为人知的一段经文,指出初代教会的三大核心价值:“信心、爱心、盼望”。保罗将其具体化如下:“在神我们的父面前,不住地记念你们因信心所做的工夫、因爱心所受的劳苦、因盼望我们主耶稣基督所存的忍耐。”(参照和合本/新译本等译法)张大卫牧师特别强调“劳苦(love’s labor)”一词:爱并非抽象情感,而是需要真实地付出汗水与代价。在逼迫中,人往往容易只顾自我保全,但帖撒罗尼迦的信徒却仍然彼此照顾、补足需要、安慰受伤者、同哭同泣,这些爱心的实际行动使他们成为“模范教会”。

保罗接着指出,信心会产生“工作”(ἔργον,意为行动、结果),爱心会带来“劳苦”(κόπος,意为辛苦的劳动),盼望则带来“忍耐”(ὑπομονή,意为坚韧不拔)。张大卫牧师解读:“基督信仰绝不是头脑里一些知识,而是在生活里彰显的具体行为。”对耶稣基督的复活与再来之信心,成为他们在逆境中不会动摇的事奉动力;爱使他们在痛苦中不放弃、继续牺牲自己去关怀他人;末世的盼望让他们在绝望中依旧坚守、不被摧毁。

在第4节,保罗说:“被神所爱的弟兄们啊,我知道你们是蒙拣选的。”这对身处逼迫中的教会是一种极大安慰,表明神绝不会丢弃他们,反而以更深的爱紧紧扶持。张大卫牧师认为,这与耶稣在“八福”中说的“为义受逼迫的人有福了,因为天国是他们的”(《马太福音》5:10)相呼应。初代信徒在生死交关之际,坚信自己是神所拣选、所深爱的,因此能够持守到底。

尤其在第5、6节,保罗强调:“我们的福音传到你们那里,不独在乎言语,也在乎权能、圣灵,并充足的信心……你们在大患难之中,蒙了圣灵所赐的喜乐,领受真道,就效法了我们,也效法了主。”这再度宣告福音不仅仅是理论或口号,而是“权能”(δύναμις),且借着圣灵带来确实的信心。张大卫牧师指出:“如今,若要福音真正成为能力,就必须在圣灵里扎根,并生发出坚定的确信。”倘若教会只是停留在口头知识,却缺乏属灵的权能与信心,在逼迫面前就容易倾倒。但帖撒罗尼迦教会并非如此,他们在保罗短暂三安息日的集中讲道中,领受了基督十字架与复活、以及再来盼望的核心信息,并在圣灵帮助下以喜乐接受,即便此后面对严酷试炼仍不后退。

接下来的第7节提到:“于是,你们作了马其顿和亚该亚所有信徒的榜样。”保罗以地理区分的方式彰显帖撒罗尼迦教会的名声之广。若能让保罗发出“你们成了众信徒的榜样”这样的称赞,足见他们绝非仅止于艰难度日而已,而是在艰困环境中互相扶持、坚固信心,这样的见证影响了周边教会,为他们带来莫大的鼓舞。张大卫牧师解释:“教会在苦难中被锻炼,能像精金般发光,并将这光芒传递到其他教会。”正如教会历史所见,尽管第一、二世纪基督徒遭遇残酷镇压,教会却迅速增长,这背后的关键正是“患难中教会的榜样力量”。

在第8节,保罗进一步说明,这消息不仅传遍马其顿、亚该亚,更扩散到各地,以至于保罗“就不需再说什么了”。换言之,“即使保罗不在,也能显明他们的信心坚固,不止于言语,而是以实际行动来彰显福音。”张大卫牧师在此强调:“当教会真的结出真实的福音果实,见证自会自然传播,教会无须大肆宣扬‘我们多么了不起’。”在当代,许多教会注重媒体传播和品牌建设,然而《帖撒罗尼迦前书》1章提醒我们,真正的福音力量根基于“比话语更重要的生命见证”。

第9节提到:“他们自己已经述说我们是怎样进到你们那里,你们是怎样离弃偶像归向神,要服侍那又真又活的神。”帖撒罗尼迦的信徒原来或许有各种偶像崇拜、世俗观念,但如今他们单单敬拜真神。对以希腊人居多的城市而言,这种“远离偶像”的决心并不容易,因为社会的多神教文化深入人心,皇帝崇拜和城邦保护神崇拜都早已根深蒂固。然而,他们却毅然舍弃过去的偶像,归向独一真神。张大卫牧师称之为“福音之恩使人摆脱罪的枷锁,成为新造的人”。他们生命的彻底改变,势必给周围人带来极大的冲击与震动。

最后在第10节,保罗提到他们“等候主从天降临”(可对应和合本:“等候他儿子从天降临”)。原文表述(例如“τὸν υἱὸν αὐτοῦ ἐκ τῶν οὐρανῶν”“ἀναμένειν”)指向一种热切等候之态度,也与日后在本书其他章节(如2:19, 3:13, 4:15等)出现的“parousia(主的降临)”类似。换句话说,帖撒罗尼迦的信徒深信耶稣必从天再来,并怀着热切之心等待祂。这样的末世盼望是他们在逼迫中得以坚持的“属灵支柱”,相信这苦难并不永远,主必亲自降临,审判不义,并赐予祂百姓永远的救恩。

当然,末世盼望若被走极端,会衍生“逃避现实”或“预测日期”的狂热行为。因此,保罗在《帖撒罗尼迦前书》后半部分以及《帖撒罗尼迦后书》中,都对这种错误的末世观进行平衡修正。然而在第一章里,保罗主要凸显“从天而降的主”确实为逼迫中的教会带来巨大的安慰和力量。张大卫牧师也提到:“健康的末世信仰,是受逼迫与遭试炼之信徒的大安慰与动力。”他们虽不知道何时、怎样得着具体的拯救,却确信“主必再来,定会审判罪恶,为祂的子民带来永生与自由”。正是这个盼望支撑了帖撒罗尼迦教会。

综合来看,《帖撒罗尼迦前书》第一章展现了教会在逼迫中依然持守的最高图景。保罗坦言,他所教导的福音并非空谈,而是真实大能与圣灵的确证,使信徒在艰难时也不动摇;他们彼此以爱相顾,甘愿劳苦,并以“等待从天降临的耶稣”之末世盼望来坚忍度日,更因此成为其他教会的榜样。张大卫牧师基于此,总结出当今教会在实践层面需要思考的几个方向:

  1. 念受苦的教会并之代。”
    虽然我们身处安逸之处,但世界某些角落的弟兄姐妹仍遭严酷逼迫。对此不可袖手旁观,应学习保罗对帖撒罗尼迦教会的关怀,持续用祷告和爱的实际行动去支持。若教会对别处教会的苦难漠视,福音的美好能力也会被削弱。
  2. 谨记福音非言,而是能力。”
    教会的建立与成长,最核心的不是炫目的项目或宏伟的建筑,而是“圣灵的工作”与“真实的信仰见证”。帖撒罗尼迦教会虽小且条件有限,却在教会史上产生深远影响。今日教会理应更多反省,我们是否真正经历了“福音的大能与圣灵的确信”,而不仅是追求数字与财务稳定。
  3. 必定伴苦。”
    帖撒罗尼迦教会的信徒彼此照料、共同分担痛苦,即便资源不多也甘心乐意分享,展现了属神家庭的真实面貌。若教会要成为真正的属灵家人,就要付出“爱的劳苦”。张大卫牧师常呼吁:“不要只把‘爱’挂在口头,而当如耶稣般实际谦卑与舍己地爱人。”
  4. 末世盼望能在境中力量。”
    虽需提防将再来盼望走向极端化,但绝不能忽视或轻视主再来的教义。当逼迫和困境加剧时,“主必再来”这一核心信仰能安慰并鼓舞信徒。“祂会终结这世界的不公,赐给我们真正的永生与安息。”帖撒罗尼迦教会正是凭着“从那位拯我们脱离将来忿怒的耶稣”(参帖前1:10)而坚韧度日。
  5. 牧者和教会密的连结,共同承受苦。”
    张大卫牧师特别喜欢保罗、西拉和提摩太联合写信的模式:他们一起经历苦难,一同为教会流泪,一起迫切祷告。教会生活从来不是“一人牧养”或“一人信仰”,乃是群体合一、彼此鼓励和扶持。帖撒罗尼迦教会取得“榜样教会”美名,也离不开保罗一行人的不懈关注与再次差派同工的爱心。如今的教会若不想失去群体性,就需牧者与信徒彼此信任,同担苦楚。

尽管帖撒罗尼迦教会后来确也遭遇保罗担忧的那种“末世观错误应用”的影响(在《帖撒罗尼迦后书》中提及更多),但整体而言,他们依旧在福音里成长,也在教会史上留下深刻意义。透过这封书信,我们看到逼迫与患难并未摧毁教会,反能使教会更为坚固——只要教会深信神的拣选与爱,依靠圣灵的大能忍耐相爱,再猛烈的试炼也无所惧。帖撒罗尼迦教会用历史事实证明了这一点。

然而,如何在今日教会与信徒的日常生活中践行这些真理,则需我们每个人用心领受与回应。张大卫牧师总结道:“《帖撒罗尼迦前书》并不是古书,而是继续提醒韩国教会、以及普世教会不断省察牧养与信仰的‘活的道’。”福音书、使徒行传,以及保罗书信所彰显的“福音力量”,从未局限在第一世纪。只要教会仍然存留于世,而主的再来(parousia)尚未完全应验,我们便时刻需要倾听《帖撒罗尼迦前书》第一章的呼唤:“因信心而做工,因爱心而劳苦,因对主再来的盼望而坚忍不拔。”

总之,要成为像帖撒罗尼迦教会那样的“模范教会”,就要在现实生活中鲜活地实践那三大本质价值——信心、爱心、盼望。正如张大卫牧师所反复强调的:“福音在逼迫中放射更强的光,教会的真实性也往往在患难中获得印证。”唯有切实地仰望十字架与复活,并热切期待那从天而降、将要再来的主(ἀναμένειν),教会才不会被任何环境动摇,才能像帖撒罗尼迦教会一般,其美名不但传遍马其顿、亚该亚,也能扩展到“各处”,成为神荣耀大能的见证。